LOS ESCENARIOS VENEZOLANOS
LUIS VICENTE LEÓN
EL UNIVERSAL
Para construir escenarios es
relevante definir dos cosas: los predeterminados y las incertidumbres
críticas. Los predeterminados son eventos que podemos proyectar
linealmente mientras las incertidumbres son las variables que pueden
tomar valores muy distintos y cambiar el rumbo de las cosas.
Nuestros
predeterminados pueden resultar polémicos, especialmente en un país
polarizado, pero como saben, nuestro trabajo consiste en ser objetivos,
sea popular o no. Empecemos por decir que no estamos al borde de una
invasión militar ni un cambio abrupto de gobierno, mas allá de la
imaginación de algunos grupos particulares de la sociedad. Lo que sí
enfrentaremos son los impactos de las sanciones generales, de las que
debe quedar clara la responsabilidad absoluta del gobierno por
autoritario y hostil, pero también la baja potencia de esta estrategia
externa para producir cambios. Esas sanciones pueden producir un
deterioro adicional al existente, pero es poco probable que produzcan la
salida del gobierno y menos ante la pulverización evidente de la
oposición institucional interna. La economía estará marcada durante el
2019 por la hiperinflación, pues el programa de ajuste planteado tiene
problemas críticos de implementación. Finalmente no creemos
que la oposición institucional, ni afuera ni adentro, represente una
amenaza creíble para el gobierno.
Por su
parte, tenemos dos incertidumbres críticas. 1) ¿Quién gobernará a corto y
mediano plazo? ¿Maduro o el líder resultante de una implosión chavista?
Esto indica que no compramos la tesis de que Maduro es insostenible o
invulnerable, pero tampoco que en caso de sustitución sería con un
opositor clásico el que lo haga.
2) ¿Vamos
camino a la radicalización mayor de la economía, con un perfil comunista
que suprima la participación privada o a una flexibilización económica,
aunque imperfecta? En esta incertidumbre tampoco está contemplada la
apertura total, aunque no se descarte la posibilidad de supervivencia
del sector privado.
Con estas dos
incertidumbres críticas se construyen cuatro escenarios. Sin orden de
jerarquía, el primero es la permanencia de Maduro, pese a las presiones y
aislamiento, que en su mejor versión nos lleva al escenario de
Dualización económica y apertura parcial para enfrentar la
hiperinflación y en su peor versión el escenario de radicalización y
cubanización del país en el plano económico y político, sin derechos ni
crecimiento ni oportunidades. El segundo plano de escenarios arranca
con un cambio político producido por una implosión dentro del chavismo,
que produce la salida de Maduro, sustituido por un actor de la propia
revolución. Este hecho nos da dos escenarios más. El mejor de ellos es
el de transición, pues pese a que el gobierno sigue siendo
revolucionario, aprovecha el cambio para abrirse a negociaciones
políticas e internacionales que den apertura al rescate de la democracia
electoral, sobre todo entendiendo que el legado de Chávez, sin Maduro,
podría convertirse en el futuro en el nuevo peronismo, vivo incluso
frente a elecciones futuras transparentes. Finalmente, no podemos
descartar el último escenario, que se refiere al cambio de Maduro por
otro chavista pero más radical, que lejos de abrirse a la negociación se
cierra aún más, llevando al país a una situación similar a la
cubanización antes descrita, pero con alta propensión a la guerra, no
solo contra la oposición sino también contra sus monstruos internos.
Cuatro
escenarios que debemos entender con detalle para desarrollar
estrategias individuales de reacción frente a cada uno de ellos, todos
posibles, pues como dicen en mi pueblo, guerra avisada no mata
soldado... y si lo mata es por descuidado.
Luisvleon@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario