Una estrategia de cohesión para el rescate del orden constitucional y democrático
Carlos Romero Mendoza
Politika UCAB
El Frente Amplio Venezuela Libre ha
convocado a un congreso nacional para el próximo 23 de noviembre del
2018, que previamente abrirá espacios de encuentro e intercambio de
ideas y opiniones entre ciudadanos, que libremente decidan participar en
cada uno de los estados del país.
En ese congreso se propone debatir sobre
la hoja de ruta de la sociedad democrática para enfrentar con mayor
efectividad los desafíos cívicos que tenemos en el presente. En tal
sentido, la metodología anunciada propone una mesa de trabajo para
abordar las acciones de lucha en el ámbito nacional, y otra, la
organización para abordar los desafíos desde el ámbito internacional.
Por otro lado, el congreso nacional se
presenta como una extraordinaria oportunidad para identificar los
consensos y disensos sobre aquellos grandes temas políticos, económicos y
sociales que resultan transversales para la reconstrucción del país.
En tal sentido, la metodología propone una mesa de trabajo a través de
la cual, se puede decir, se legitimaría una visión compartida del país
que todos aspiramos construir en democracia.
Pero, además, el congreso propone una
mesa para el debate sobre la transición y las elecciones, tema que sin
duda alguna aporta un importante contenido a la hoja de ruta que el
congreso pueda construir como resultado de la jornada nacional.
Por último, el congreso plantea dos temas
claves en la efectividad para enfrentar los desafíos políticos que, de
inmediato, tenemos como sociedad. Se trata de definir la organización
del Frente Amplio y lograr construir una estrategia de comunicación a
través de las redes.
El congreso nacional propuesto por el
Frente Amplio Venezuela Libre se presenta como una necesidad y, hasta
ahora, como la única propuesta de conexión social a nivel nacional, que
no solo es viable, sino que además, con su agenda, responde directamente
a las deficiencias que hoy presenta nuestra lucha cívica y pacífica por
restaurar el orden constitucional y democrático en Venezuela.
La disciplina, la participación masiva de
los ciudadanos y la capacidad de sistematizar las ideas, opiniones y
propuestas en ese gran debate nacional, serán los ingredientes
fundamentales para lograr un importante documento final que permita
orientar y construir una efectiva hoja de ruta que, además, logre cohesionar a la sociedad democrática en lo que ha denominado el Padre José Virtuoso como una “unidad superior”.
Qué importante sería para que este
esfuerzo no quede como un acto más, tal y como expresó Gerardo Blyde,
que el documento final del congreso nacional del Frente Amplio Venezuela
Libre encuentre en la Asamblea Nacional un destinatario político y
estratégico, para que el mismo alimente un debate parlamentario que
lleve a la aprobación de un acuerdo político nacional, a través del cual
la Asamblea Nacional formalice las propuestas en un documento público,
oficial e institucional, que registre los lineamientos generales para un
plan nacional de reconstrucción y desarrollo del país.
Un acuerdo político aprobado por la
Asamblea Nacional, que registre las lineas generales de los temas
políticos, sociales y económicos sobre los cuales hay consensos, que
exprese el compromiso de apoyo al Frente Amplio Venezuela Libre y a la
hoja de ruta que se ha construido como resultado de un proceso de libre
participación nacional e inclusión social, contribuiría a rescatar
importantes niveles de confianza de los electores con respecto a los
diputados y, además, permitiría restaurar el valor de la legitimidad que
ostenta la Asamblea Nacional venezolana.
Pero además, qué oportuno sería si ese
acuerdo pudiera adecuar los grandes consensos nacionales a los Objetivos
de Desarrollo Sostenible 2030, como un concreto compromiso de la
sociedad democrática frente a los grandes retos que se plantean en la
Agenda Global y que solo es viable alcanzar a través de la democracia
como forma de gobierno.
Esta adecuación permitiría al mundo
entero comprender, en unos términos globales ese acuerdo nacional, su
alcance y contenido. Pero además, facilitaría la divulgación del desafío
que tenemos como sociedad y contribuiría a generar confianza en el
ámbito internacional.
La Asamblea Nacional tiene un rol a
partir del 11 de enero 2019, fecha que marca el inicio de una nueva
etapa en la crisis venezolana y la cual estará muy marcada por la
incertidumbre. ¿Qué expectativas tiene la sociedad venezolana en
relación a ese rol que debe jugar el parlamento nacional? Sin duda, debe
ser una de las preguntas a responder en ese Congreso Nacional, de
manera que permita plantear las expectativas con claridad y sin
intermediarios.
Un acuerdo aprobado por la Asamblea
Nacional, producto del debate parlamentario y como mandato de la
sociedad civil, organizado de manera transparente y plural en forma de
Congreso Nacional, pareciera ser en estos momentos un instrumento idóneo
y efectivo para lograr niveles adecuados de cohesión en función de una
hoja de ruta para la restauración del orden constitucional y democrático
del país.
Y, nuevamente, para que ese esfuerzo
trascienda y no quede como un acto más, también es fundamental que ese
acuerdo propuesto por la Asamblea Nacional, sea asumido y aceptado por
los distintos actores politicos y sus organizaciones partidistas, en
acto público de compromiso frente a la sociedad venezolana y con la
Conferencia Episcopal Venezolana como garante del mismo.
Como bien lo ha expresado el padre
Virtuoso, el 11 de enero 2019, se intentará imponer una prórroga
ilegítima de la actual Presidencia, en consecuencia, estamos llamados a
defender la Constitución, su derecho a elegir y a cambiar de gobernante[1],
hasta ahora el Congreso Nacional propuesto por el Frente Amplio
Venezuela Libre, representa una oportunidad efectiva para cohesionarnos
en función de ese fin.
En nuestras manos está una oportunidad,
que solo exige levantar nuestra voz cívica y pacífica, en un marco de
libertad y respeto, para opinar, disentir y proponer. Debemos ser
proactivos y pasar del debate político vía tweets al debate presencial.
Para el 11 de enero ya está anunciado el
no reconocimiento internacional al proceso electoral presidencial del
2018 y a la Asamblea Constituyente. Está claro, de eso no debe haber
duda; mientras tanto, cada gobierno hace sus análisis políticos
correspondientes para ver cómo se responde a esa realidad y, en nuestro
caso, como sociedad, tenemos el deber moral y ético de diseñar una
estrategia con acciones concretas para dar respuesta a la misma.
¿Qué tan dispuestos estamos para asumir
este nuevo desafío? Los gobiernos del mundo sin duda estarán valorando
la respuesta de la sociedad democrática en esta oportunidad.
@carome31
El autor es abogado (Universidad Católica
del Táchira) con especialización en Derecho Administrativo.
Excoordinador en la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado del
área Políticas Institucionales
[1]Padre Virtuoso insta a defender la Constitución anter prórroga ilegítima. 10 de noviembre 2018. Online en: http://www.ntn24.com/america-latina/venezuela/padre-virtuoso-insta-defender-la-constitucion-ante-prorroga-ilegitima
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