lunes, 26 de noviembre de 2018

Raúl Gorrín se transforma en pieza clave del escándalo del siglo


Konzapata
Habrá debate. El caso Andrade entrará en discusión mañana martes en la Asamblea Nacional. Ya hay que imaginar los montos. Los nombres. Las conexiones. La trama del caso. Todo será ventilado. La propuesta del diputado Freddy Superlano, de Voluntad Popular, es que la cámara en pleno discuta y aborde quizá el que puede ser el escándalo del siglo. Nada comparable a ningún otro anterior. Lo ya conocido arroja una dimensión del escándalo. Lo que ya el mismo extesorero Nacional, Alejandro Andrade, ha admitido en el juicio que se libra en Florida, Estados Unidos, apunta hacia una trama de intereses múltiples. En el debate, dice a KonZapata el diputado Superlano, habrá que también ventilar el caso que tiene que ver con PDVSA. Con los 1.200 millones de dólares desfalcados a PDVSA. Es el caso anterior al de Andrade en el cual el banquero Matthías Krull fue pieza clave en las revelaciones, y se declaró culpable. En ambos episodios, el de Krull-PDVSA y Andrade, aparece como pieza clave, el nombre de Raúl Gorrín, el jefe del primer grupo boliburgués conformado en el gobierno de Nicolás Maduro, y que muestra entre sus empresas visibles a Banco Plaza, Seguros La Vitalicia, el semanario Quinto Día y el canal Globovisión.
Hace más de una década, el apellido Gorrín comenzó a aparecer como jefe de un grupo que operaba en los tribunales con gran influencia; un grupo conocido como la Banda de los Enanos. El grupo terminó consolidando poder en el Poder Judicial. Cuando en 2013, Raúl Gorrín aparece comprando el canal Globovisión, lo que eran rumores se transformaron en versiones, y de allí las conjeturas sobre los nexos que mantenía con el alto poder madurista, que llevaba un año instalado en el Palacio de Miraflores.
La Comisión de Contraloría de la Asamblea Nacional citó este año dos veces a Gorrín, y las dos veces se negó a comparecer. En esta ocasión tampoco asistirá. Pero en cambio buena parte del debate girará en torno a lo que es y representa.
Porque, como dice Superlano, ya esto no es un chisme. “La relación de Andrade con Raúl Gorrín no es un rumor. Sino una denuncia formal. Un caso que se ventila en un tribunal de los Estados Unidos”. El chisme quedó atrás. Y todo lo contrario, Gorrín pasa a ser una pieza clave de la trama cuando “Andrade se declara culpable y dice que recibió 1.000 millones de dólares en sobornos de Raúl Gorrín”. Es clave, apunta el diputado, por varios aspectos:
Por la declaración de Andrade.
Por el testimonio del banquero Krull. “Que lo involucra y dice cómo Gorrín iba a repartir una cantidad de dinero y en el reparto aparecen los hijos de Cilia Flores”. La esposa de Nicolás Maduro.
De modo que es clave por la relación con la familia Flores.
Y es clave por la relación con Elvis Amoroso, recién designado contralor General de la República por la Asamblea Nacional
Constituyente del régimen de Maduro.
Y es clave por la relación que mantiene con el presidente del Tribunal Supremo, Maikel Moreno .
Y es clave porque está “muy conectado con otros personajes cercanos a la cúpula presidencial”.
Para Superlano, la conexión es clara. “Es abierta”. Entre Gorrín y el poder chavista. Esto viene de atrás. De los tiempos de Chávez. Pero es ahora que se destapa de esta manera. En los 6 años de Maduro. Y según el diputado, el caso Andrade, el caso Gorrín, son de un impacto político de primera línea. Porque “se está tocando a parte del sindicato de la corrupción, se está tocando una pieza clave en todo el andamiaje de corrupción que tiene más de 15 años en el Gobierno y de los últimos 6 años con Maduro”. Es una pieza “que maneja dinero de muchos de los funcionarios, tiene una nómina importante, que ha adquirido medios que eran adversos al régimen y que hoy en día son complacientes”. Y reafirma: Le hicimos dos citaciones para preguntarle cómo compró Banco Plaza, Seguros La Vitalicia, y Globovisión”. “Desde agosto –publica el diario El Nacional- “la Comisión investiga a un grupo de ex funcionarios por daño patrimonial a la nación, entre ellos, a la enfermera de Chávez, Claudia Díaz, que se encuentra en España; a Alejandro Andrade, ex tesorero de la nación, que está vinculado con los empresarios Gabriel Jiménez, ex propietario del disuelto Banco Peravia de República Dominicana, y a Raúl Gorrín, presidente de Globovisión, a quien la justicia de Estados Unidos acusó de sobornos y blanqueo de capitales”.
Como el fiscal Tarek William planteó la extradición de Andrade, Superlano de entrada rechaza tal propuesta. Y argumenta:
-No estamos de acuerdo que Andrade sea traslado a Venezuela como lo pidió el fiscal del régimen porque seguramente serviría para administrar “justicia selectiva”, y si es que puede llamarse justicia lo que administran, en el entendido de que irán solo contra los que se han colocado frente a Nicolás Maduro. Serán muy capaces de investigar la corrupción de Hugo Chávez pero no la de Nicolás Maduro. Como no hay estado de derecho en Venezuela manejarían el caso de acuerdo a la conveniencia de los intereses del régimen y no de una justicia real.
Y no le falta razón. Walid Makled fue entregado por el gobierno de Colombia al gobierno de Hugo Chávez, ¿y qué ocurrió? Silencio. Solo silencio en torno a Makled. Las denuncias que hiciera desde Bogotá fueron silenciadas. Las denuncias en las que involucraba a figuras del chavismo, civiles y militares, ministros y gobernadores con el narcotráfico.
El diputado comparte la versión de que el desfalco al país por los boliburgueses chavistas asciende a 400.000 millones de dólares. En El Nacional también se apunta que “El diputado acusó a Andrade de usar el cargo que desempeñó entre 2007 y 2010 a fin de ayudar a Gorrín y a otros empresarios para obtener alrededor de 30 millardos de dólares mediante el acceso a divisas a tasa preferencial”.

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