El Universal, 5 de septiembre de 2009
El incremento en el precio al por mayor de los productos importados refleja el impacto de la contracción en la entrega de divisas al tipo de cambio oficial y presagia nuevos aumentos para los consumidores. El Banco Central registra que en los primeros ocho meses de este año el precio de los bienes importados, a nivel de mayorista, se dispara 25,7%, un incremento que deja muy atrás el salto de 11,5% obtenido en el mismo lapso de 2008. Básicamente, el encarecimiento de los productos importados apunta a la devaluación de facto que ha sufrido la moneda. El desembolso de divisas al tipo de cambio oficial de 2,15 bolívares por dólar se han reducido y una porción importante de la economía se ve forzada a importar a través del mercado de permuta, donde el dólar tiene un precio muy superior. Las estadísticas oficiales registran que en el primer semestre de este año el Banco Central le desembolsó al sector privado 13 mil 676 millones de dólares, una magnitud que se traduce en un descenso de 36,4% respecto al mismo lapso de 2008. Si se toma en cuenta que el sector privado importó en el primer semestre bienes y servicios por 17 mil 934 millones de dólares y recibió para todas sus necesidades, que entre otros ítems incluyen viajes y remesas, sólo 13 mil 676 millones, queda en evidencia que el mercado paralelo, como mínimo, financia 24% de las importaciones. Si bien los comerciantes ya cancelan un precio mayor por los electrodomésticos, ropa y toda la serie de bienes que importan, aún no trasladan del todo el costo a los consumidores. El control de precios en una amplia gama de productos obliga a esperar la autorización del Gobierno para concretar ajustes, a lo que se añade un entorno de mercado que dificulta este tipo de decisiones. Para los detallistas es difícil incrementar los precios cuando el consumo cae y existe una mayor competencia por captar compradores. El salario ha perdido terreno frente a la inflación y el Banco Central indica que en el segundo trimestre de este año el consumo de las familias desciende 2,7% mientras que las ventas del comercio se reducen 6,5%. Otra señal de que la capacidad de compra ya no es la misma es el aumento del desempleo y la pérdida de empuje en las solicitudes de crédito. No obstante, lo previsible es que paulatinamente los comerciantes aumenten los precios y la inflación a nivel de consumidor, que acumula un salto de 15,6% en el año, recibirá un impulso adicional. El precio del petróleo venezolano ha aumentado respecto al primer semestre y el Gobierno comienza a acelerar los desembolsos de divisas al tipo de cambio oficial, algo que podría aliviar la presión en el último trimestre del año. Además, el Ejecutivo se dispone a implementar un plan para disminuir el precio del dólar en el mercado paralelo. Entre las medidas en estudio se encuentra la emisión de bonos en dólares que las empresas podrán cancelar en bolívares y revender en el exterior para obtener divisas. El problema es que las emisiones tienen un límite porque incrementan el monto de la deuda externa del país. vsalmeron@eluniversal.com
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