Equipos anti-motines usaron gases lacrimógenos y agua para disolver a los que participaron frente a una comisaría de Bengasi. Su reclamo se centraba en la puesta en libertad de un activista de los derechos humanos. Familiares de los presos muertos en 1996 en un tiroteo en la prisión de Abu Salim en Trípoli se habían concentrado pidiendo justicia.
Cientos de manifestantes se congregaron en la capital y corearon, según reportes de medios locales: “No estamos con los sunitas. No estamos con los chiítas. Solo queremos ser libres". Los acontecimientos se producen después de que miles de dolientes se reunieron para el funeral del manifestante chiíta asesinado a balazos el pasado lunes.
El ex presidente del Parlamento iraní Mehdi Karrubi exigió en su página a web la liberación de todos los presos políticos, el cese de la represión, libertad de prensa y respeto a la Constitución.
fuente: El Universal
No hay comentarios:
Publicar un comentario