martes, 13 de enero de 2015

¿QUÉ DIABLOS VAMOS A EXPORTAR A QATAR?


EMILIO NOUEL

“Vamos a producir los alimentos que necesita Qatar, que necesita
 el mundo árabe, donde hay desierto, vamos a producirlo en Venezuela
y desarrollamos las fuerzas productivas. Producimos alimentos para
para el mercado venezolano y además vamos construyendo la ruta
de exportación con alimentos de calidad hacia esta región”

                                                          Nicolás Maduro en Qatar


Cada día que pasa el gobierno venezolano no deja de asombrarnos con sus planteamientos fantasiosos, que no sabemos si imputarlo a su ignorancia proverbial o a su cinismo perverso demostrado muchas veces.  Su capacidad para ello es inconmensurable. Permítanme la expresión, esto es un disparatario parejo y seguido, que por lo visto son ya menos los que son mareados por él.
El país desbarrancado por una crisis económico-financiera de grandes proporciones y de desabastecimiento de los productos de consumo masivo, que amenaza con ser aun más grave por la inacción del gobierno, una población agobiada por la incertidumbre y la inseguridad, y al inefable Maduro, en una parada de su viaje improvisado y con poquísimos resultados, no se le ocurre otra cosa que decir que Venezuela se convertirá en proveedor de alimentos a Qatar. 
¿Esto es un chiste cruel o qué?  ¿Cree Maduro que los qatarís se creyeron ese cuento de hadas?  Por otro lado ¿Piensa que los venezolanos somos unos imbéciles que nos comeremos tamaña coba, cuando estamos experimentando, una enorme escasez y altísima inflación?
 ¡Con qué posaderas se sienta la cucaracha!
Un gobierno que casi ha devastado el aparato productivo privado nacional con una política de controles y expropiaciones, sin mencionar la ruina del sector estatal, que no está en capacidad ni siquiera de satisfacer la demanda del mercado nacional ¿Cómo va a exportar a Qatar o a cualquier otro mercado alimentos?
Y no es sólo eso, ya en otra ocasión me referí al Decreto 1190 (agosto de 2014) reciente, en que se prohíbe prácticamente las exportaciones en nuestro país, a lo que habría que sumar las múltiples trabas establecidas por el frankenstein normativo que ha creado esta administración durante los últimos años. (Venezuela: prohibido exportar  http://www.lapatilla.com/site/2014/11/14/emilio-nouel-venezuela-prohibido-exportar/ ) La locura de tal Decreto contrasta con el discurso gubernamental de supuesto estímulo de las exportaciones no petroleras. Esa disonancia cognoscitiva no puede llamarse sino esquizofrenia. Por un lado dicen una cosa, y por otro, hacen todo lo contrario.
¿A quién atribuir la pérdida total de la chaveta en ese ofrecimiento irreal y funambulesco a Qatar?  ¿A Maduro o a sus asesores?   
Más allá de los asuntos de fondo, ya comentados, habría que preguntar a Maduro otras “menudencias”: ¿ha medido las distancias entre Qatar y los puertos venezolanos? ¿Hay transporte y rutas establecidas para ese comercio?  ¿Los costos han sido considerados? ¿Son los gustos alimenticios de los catarís adecuados a las producciones de alimentos posibles en Venezuela? ¿Qué alimentos de la dieta catarí o árabe en general venderíamos desde Venezuela?
¿Con producción de conuco suministraremos productos a Qatar?
Ya los guasones están diciendo que habida cuenta de la situación precaria de nuestra economía, quizás para Qatar tendríamos una oferta exportable que incluiría, si acaso, casabe, topochos, panelas de San Joaquín (si hay harina de trigo), uvas de playa, semeruco y pitahaya. Es posible entonces que gracias  la revolución socialista bolivariana, dejemos de depender del petróleo diversificando ¡al fin! nuestras exportaciones.


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