miércoles, 12 de agosto de 2009

¿Verdad o mentira?
Adolfo R. Taylhardat

Los vínculos del mandante de Miraflores con las FARC ya son conocidas urbe et orbi. Los esfuerzos del gerifalte por negar su contubernio con los grupos irregulares narcoterroristas colombianos se estrellan contra las evidencias incontrovertibles, muchas de ellas respaldadas con testimonios de testigos presenciales.

El New York Times, publicó el 3 de agosto, en primera plana, un amplio reportaje titulado "Las evidencias muestran la ayuda venezolana al grupo rebelde". Allí se habla de las armas provenientes del arsenal del Ejército venezolano que han parado en las manos de la guerrilla, de la expedición de cédulas de identidad y pasaportes a elementos de la narcoinsurgencia para facilitarles el libre desplazamiento dentro de Venezuela y permitirles viajar a otros países, así como de la colaboración y negociados de militares venezolanos de alto rango, de funcionarios de alto nivel y de agentes de inteligencia con elementos de las FARC. Según el New York Times "Un mensaje de Iván Márquez, un comandante rebelde que se cree opera ampliamente desde territorio venezolano, describe el plan de las FARC para comprarle a Venezuela el año pasado misiles tierra-aire, radios y fusiles para francotiradores" (¿Serán estos los mismos fusiles "Dragunov" con miras telescópicas que el gerifalte anunció le compraría a Rusia?). Según el NYT Márquez menciona por su nombre a un alto jefe militar responsable del servicio de inteligencia militar y a un ex ministro del Interior venezolanos que sirvieron como facilitadores de la operación. También ofreció detalles acerca del sitio donde se llevaría a cabo la entrega del armamento.

En su edición del 26 julio pasado la revista colombiana Semana denunció que lanzacohetes comprados a Suecia por el gobierno venezolano terminaron en las manos de las FARC y menciona los nombres de dos altos oficiales venezolanos muy cercanos al mandante de Miraflores como responsables de esa operación. Según Semana, en el pasado se ha encontrado material bélico de las Fuerzas Armadas del vecino país en poder de la subversión, principalmente munición y fusiles, pero "la gravedad de lo encontrado en las selvas colombianas consiste en que se trata de la primera vez que se halla artillería de ese tipo, con alto poder destructivo, en manos de la guerrilla".

El 2 de agosto el periódico el Tiempo, de Bogotá, publicó el relato que hizo Fernando Gallegos, alias "Saúl", mano derecha del jefe guerrillero "John 40" acerca de cómo obtuvieron las FARC esas armas. "En el 2003 o 2002 se hizo una negociación de un lote grande de munición y venía acompañado de fusiles". "El jefe del frente 43 fue designado por 'Jojoy' para recibir al grupo de venezolanos. 'John 40', tenía que poner la plata del negocio". "La preocupación que teníamos era por la munición y fue de lo que más nos vendieron. Cuando 'Acacio' compró los 10 mil AK-47 llegó una orden del 'Mono' de conseguir, como fuera, los 'totes'. Cuando se hizo la reunión con '40' en Cachicamo (Guaviare), en la casa de él, lo primero que pidió fue que nos garantizaran la venta de munición (...). Por lo menos en el área de nosotros, toda la que recibimos fue de Venezuela". "Para traer el embarque, la gente de '40' se movió hacia la frontera". "Nos movimos hasta La Primavera (Vichada). Fuimos en avioneta hasta un punto (...) de ahí en carro hasta la frontera, para recibir la mercancía. Un venezolano, creo que también era militar o que trabajaba con ellos, entregó todo. Después movimos el cargamento por caños, trochas y nuestros puestos de control hasta que llegó a 'Córdoba' ('Albeiro', el jefe del frente 44) y de ahí a nuestras tierras. Ese armamento era para el bloque Oriental". Según "Saúl", los lanzacohetes suecos fueron negociados por "Jhon 40" y eran parte de un lote de 200 minas antipersona, 300 mil municiones, 300 granadas de mortero, 400 uniformes y 300 fusiles FAL. "Pero la amistad de '40' con los traficantes de armas fue más allá. Cuando la confianza era total y el 'Mono' nos avisó que ya les había hecho toda la inteligencia y que sí eran venezolanos certificados (de confianza), se habló de la posibilidad de prestarles ayuda médica a algunos camaradas que estaban para licenciarse o enfermos. Sé que sacaron para Venezuela a Villa (Martín Villa), que tenía problemas de angina de pecho. Debe estar allá".
Como si todo lo anterior fuera poco, la revista colombiana Cambio publicó el pasado 6 de agosto un artículo titulado "Contactos de Chávez y Correa no se limitan a los que figuran en la computadora de Reyes". En ese artículo se afirma que alto militares venezolanos, cuyos nombres menciona, no solamente han tenido que ver con la entrega de armas y pertrechos a las FARC "sino que han estado involucrado en operaciones hechas desde suelo venezolano por narcotraficantes asociados a la guerrilla". También señala que según las informaciones recopiladas por las autoridades colombianas, esos oficiales "favorecieron el tráfico de armas y drogas mediante un contacto con un cartel de narcotraficantes en Arauca, conocido como el "clan de los hermanos Ríos". "Una de las fuentes que ha ayudado a documentar las denuncias -dice la revista Cambio- , es Germán Arturo Rodríguez Ataya, un piloto que fue capturado a finales de 2005 cuando trabajaba con los Ríos y con las FARC en el transporte de droga y de guerrilleros heridos en operaciones militares. Rodríguez Ataya dio las coordenadas de las bases de la guerrilla en territorio venezolano y entregó fotografías de los contactos hechos con oficiales de la guardia venezolana que habrían entregado el armamento".
Entonces, ¿qué vale más? ¿Las evidencias o los desmentidos que pretenden tergiversar la verdad?
A esta altura todo está claro y lo dijo el presidente Uribe el viernes pasado:

"La verdad, presidente Chávez, y la verdad con testigos, es que cuando no hay argumentos y se apela a los insultos, como usted lo hace, se afectan no solamente las relaciones internacionales, sino que, en este caso, usted con sus insultos y su falta de argumentos hiere la dignidad del propio pueblo de Venezuela que usted representa... La verdad, presidente Chávez, la verdad con testigos, es que no se puede incendiar el continente como usted lo hace… No se puede maltratar al continente, incendiarlo, como usted lo hace, hablando de imperialismos, cuando usted, basado en su presupuesto, quiere montar un imperio…

El Universal, 12 de Agosto de 2009

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