ABEL IBARRA
Aquí debía estar un cuadro
tela y sacramento
mantel y mortaja
cena y desayuno
pan con harinas de ceniza
por los míos
que se fueron sin decir adiós
O
un cuadro afirmativo
fehaciente
frutal
de árbol que mece su sombra
para cobijo de los solitarios
como yo
tú
él
nosotros
vosotros
ellos
y todos los que amamos
sin remedio
Aquí está el cuadro
su pincel tembleco
fantasmal
sobre la tela unánime
donde mis espectros
sueltan su tinta de no me olvides
y yo me quedo con ellos
porque soy sentimental
Canvas
tela
virgo de tinieblas
donde queda la historia
tejida con hilos sangrientos
y brocha gorda
de tanto exceso
Ahora tengo Patria
frutos de Guerra Civil
mártires
héroes somnolientos
y señoras que parieron
ciudadanos de bronce
y mugre vital
Allí va la gente
poniéndole nombre a las calles
huellas a la vida
hambre a los estómagos
hormiga a los caminos
levadura a los edificios
y dicterios a la putas
que bailan sobre los mesones
Mira
Walt Whitman
la madre que te parió
perro amoroso que lame
los huesos de mis muertos
saliva del Hudson
en las esquinas de Manhattan
devuélveme mis muertos
Mi abuelo José Antonio
palo recio de indio seminal
regó muchachos
por las aguas del Rin
sobre mi abuela fructífera
Guillermina
alemana
y dictatorial
que nos puso a andar
sobre esta geografía
de todos y de nadie
que llaman los iu-es-ey
Ah
y los tíos
carne de mi carne
sueño de mis sueños
que andan y desandan
por la arteria común
de la sangre vagabunda
que me regresa hacia mí mismo
Mira Walt Whitman
estoy triste
mis amigos me dejaron con su noche
sobre otra tierra
por malcriados
mezquinos
utilitarios de su propia muerte
en esta terraplén tan grande para mí
Van en orden de ausencia
Federico Cortés
vio un río quieto
en el tapiz de la pared
se mojó de fiesta
y le preguntó al manantial cursi
¿Quo vadis river?
y firmó su testamento como
Fluvio el nauta
Los barcos dijeron adiós
para siempre
y por ahí anda su figura calva
pidiendo ayuda
para que no lo dejen navegar sólo
por el mar de los sargazos
Los sargazos le hacen coro marino
el Chino Valera Mora
se moja sus ojos de chino
para vigilarle el poniente
a la esperanza
Orlando Araujo
Indio piamontés summa cum laude
que se marchó temprano
sin que nadie se lo pidiera
muerto de pena
por tanta corrección en tiempos de disturbio
Adriano González León
con nombre propio
porque le dio la gana
porque vivió ahíto de excesos
premuras
libaciones a cielo abierto
y nariz andina de piedra y frailejón
Eleazar
falto de melena de león
dulce y memorioso
podrido
con su alma de melocotón
¡Ay! Eleazar
has podido decirme adiós
y te importa un coño
que me duela la cabeza
Caupolicán
ajá
estoy lleno de indios sulfurosos
los incas
los sarracenos
los benditos sobre la tierra
con su alma de causa perdida
Epa
Oscar Sambrano
qué se hicieron tus libros
tus correcciones de bachillerato
tu apreciación literaria
que me volvió castellano
de lustre y fulgor
en este idioma con que te nombro
David
David como un salmo de Dios antipático
ciervo de mala leche
David Alizo
te recuerdo como mota de algodón agrio
mi amigo literario
que nunca vio la Tierra Prometida
¿Y los amores?
las carnes voluptuosas
los te quiero para siempre
en cualquier idioma
el de los besos
el de las bocas que arrastraron mi boca
que también se fueron
como los ríos hacia la mar de siempre
Tengo derecho al consuelo
el sabio dijo que
vendrá otro amor
más duradero
y menos doloroso que el olvido
Mis muertos
están muertos
hasta nuevo aviso
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