LA NACIÓN, ARGENTINA
Nicolás Maduro cumple dos años al frente de Venezuela con un pequeño
repunte en su popularidad. Pero tras las cortinas de humo de su aparato
de propaganda, la realidad está llena de oscuridad.
¿Ha perdido poder Maduro ante las vicisitudes de un país en depresión
constante? Todo lo contrario: el “hijo de Chávez” reforzó sus
posiciones en gran medida gracias al nepotismo familiar: el clan de
Maduro y Cilia Flores, su mujer y “primera combatiente revolucionaria”,
se extendió y se apoderó de órganos clave de la administración.
Los Maduro-Flores ya son la familia más poderosa de la revolución,
por encima incluso de los Chávez. Y el nuevo clan que ha subido al trono
bolivariano es el de Diosdado Cabello, líder del ala militar de la
revolución.
Venezuela es un país que sufre la mayor inflación del planeta, más
del 10% sólo en enero, pese a que los organismos económicos se empeñen
en ocultar las cifras. La crisis de escasez y desabastecimiento genera
colas todos los días y en todo el país.
Es un país en plena recesión (se calcula que puede llegar a -7,5% del
PBI), y que además sufre las embestidas del crimen organizado: en lo
que va del año han crecido delitos y homicidios, cuando ya en 2014
Venezuela fue el segundo país más violento del mundo.
Pero nada de eso afecta la consolidación del poder en manos del clan
de Maduro y Cilia Flores, su mujer y “primera combatiente
revolucionaria”.
“El nepotismo del gobierno ha crecido en general, pero en cuanto a la
familia Maduro Flores son varios los miembros en cargos de altísima
relevancia. El chavismo parece un patriarcado, donde los jefes de las
familias más poderosas e influyentes se reparten todo entre ellos”,
denuncia Abelardo Díaz, diputado opositor por Táchira y especialista en
las redes del poder chavista.
“Ruego a Dios que el hijo de Maduro sea mi rival, porque sería el
candidato menos difícil”, clamó José Guerra, candidato opositor a la
Asamblea y que competiría en el mismo territorio que Nicolás Maduro Jr.
Uno de los economistas más prestigiosos del país contra un joven de 24
años, “soldado de Chávez hasta más allá de esta vida”, de escasa
formación y de currículum desconocido.
Pero gracias al dedazo de su padre, Nicolás Jr. dirigió el Cuerpo de
Inspectores Especiales de la Presidencia, la Escuela de Cine y el
Festival Suena Caracas, además de haber sido elegido delegado del PSUV
en el último Congreso.
Todo ello además de acompañar a su padre en varias de las giras
internacionales y de protagonizar un pequeño escándalo en marzo, cuando
se filtró un video de una boda árabe en Caracas, durante la cual era
bañado en dólares por los presentes.
“El colmo del descaro fue la gira presidencial de enero a China,
Rusia y países de la OPEP. Los familiares la convirtieron en un tour de
derroche y placer, fotos y selfies en lugares turísticos, mientras el
resto de los venezolanos tenemos restricciones y limitaciones para
obtener divisas y viajar”, reclama Díaz.
Sobrino dilecto
Con más poder que el único hijo de Maduro se destaca Carlos Erick
Malpica, sobrino de Cilia y tesorero nacional, además de vicepresidente
de Finanzas de Pdvsa.
Muy cercano a la pareja presidencial, incluso como comisionado para
asuntos económicos, Malpica formó parte de la gruesa nómina familiar que
la primera combatiente desplegó cuando se encontraba al frente de la
Asamblea.
Una familia muy unida de la que se beneficia hasta el primer esposo
de Flores. Walter Gavidia, antiguo diputado del Parlatino, preside hoy
la Fundación Negra Hipólita. El hijo de ambos, de igual nombre que su
padre, también preside una fundación, ProPatria 2000.
La nueva familia que se incorporó al poder son los Cabello. Al
frente, Diosdado, presidente de la Asamblea, vicepresidente del Partido
Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y líder del ala militar de la
revolución.
Raíces profundas son las que también están echando los Cabello, sobre
todo tras el reciente nombramiento de Marleny Contreras, mujer de
Diosdado, como nueva ministra de Turismo.
Su cuñado José David, hermano pequeño de Diosdado, es compañero de
gabinete (ministro de Industrias) y, casi más importante,
superintendente nacional tributario, un cargo desde el que se encarga de
cobrar los impuestos.
Poder político y poder en los medios, gracias a los cuales han
catapultado a la fama a Daniela Cabello, hija de Diosdado y Contreras,
convertida en la gran cantante revolucionaria del momento.
Sus apariciones televisivas son constantes, incluso acompañando a su
padre en el programa Con el mazo dando. De hecho, tres protagonistas de
esta crónica (Maduro, Diosdado y Cilia Flores) cuentan con sus propios
espacios en la televisión pública venezolana.
Pese a la irrupción de los nuevos clanes, los Chávez no pierden su
sitio. Jorge Arreaza, yerno del “comandante supremo”, mantiene la
vicepresidencia, y su mujer, Rosa Virginia, preside la Misión Milagro.
La heredera
Adán Chávez, el hermano mayor del comandante, continúa al frente de
la gobernación de Barinas, cuna de la revolución; el primo Asdrúbal es
el poderoso ministro de Petróleo, y otro hermano de Hugo, Argenis, se ha
acomodado al frente de la Dirección Ejecutiva de la Magistratura tras
una etapa convulsa como ministro.
Entre todos los Chávez, no obstante, se sigue destacando la hija
favorita del comandante supremo: María Gabriela. Pese a carecer de
trayectoria o carrera profesional, Maduro la envió a Nueva York como
representante alterna en Naciones Unidas. Ante la debacle económica
actual, una parte del chavismo la sigue considerando el relevo futuro
del propio Maduro.
Familias poderosas
Nicolás Maduro Jr
HIjo del presidente venezolano
Pese a su escasa experiencia y a tener sólo 24 años, será candidato
en las elecciones parlamentarias de fin de año. Es delegado del PSUV y
acompaña a su padre en casi todas las giras internacionales
Diosdado cabello
Presidente de la asamblea
Su familia tiene cada vez más poder. Su mujer, Marleny Contreras, es
la nueva ministra de Turismo y su hermano es superintendente nacional
tributario. Su hija Daniela se hizo famosa como cantante
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