A cinco días de que Venezuela realice las elecciones presidenciales,
el diputado Williams Dávila cruzó la frontera con Colombia, esquivando
todo tipo de obstáculos, para denunciar lo que va a pasar el 20 de mayo
en su país: “¡Se va a instalar una tiranía!”.
Cruzar la frontera, de la misma forma que lo hacen cada día miles de
venezolanos, no es nuevo para Dávila, miembro de la Comisión de Política
Exterior de la Asamblea Nacional Venezolana. Lo ha hecho 20 veces por
Boca de Grita, cerca a Cúcuta, desde hace casi un año, cuando el
Gobierno le anuló su pasaporte. Con una tarjeta de movilidad fronteriza
que le dieron en Colombia, el diputado Dávila viaja al exterior para
denunciar la crisis social que ahoga a su país.
Llegan las elecciones, ya se sabe el resultado. ¿Qué sigue?
Esas no son elecciones, eso es un sainete montado por Maduro, que
quiere buscar legitimidad internacional, tapar la catástrofe social y
poliforme que existe en Venezuela y pretende dar un barniz de
legitimidad permitiendo la participación de otros candidatos que no
representan a la oposición, que tomó la decisión de no hacerle el juego y
convalidar esta farsa. No somos abstencionistas, participamos en
elecciones de alcaldes y gobernadores, pero el régimen ha hecho lo que
ha querido. El sistema está pervertido, se ilegalizaron partidos
políticos y candidatos, y se adelantó la fecha electoral para que Maduro
pueda perpetuarse en el poder.
¿Javier Bertucci y Henri Falcón son candidatos de mentira?
Yo creo que le están haciendo el juego a Maduro. No hay forma ni
manera de que personas como Henri Falcón, quien cuando se desprende de
la égida del chavismo participa en campañas de la oposición, quien fuera
el jefe de campaña de Henrique Capriles y fuera candidato a gobernador
del estado Lara, termine participando en esta farsa electoral cuando
sabe que las condiciones no son favorables para que haya un ejercicio de
libertad. Le está haciendo el juego a una estrategia perversa de Maduro
para tratar de engañar a la comunidad internacional. El domingo en la
noche va a decir: “Saqué tantos votos, participaron otros candidatos y
voy a convocar un diálogo nacional”. Palabras para engañar al mundo y al
pueblo venezolano.
Ya varios países han dicho que no van a reconocer estas elecciones. ¿Qué tanto sirven estos pronunciamientos?
Esto sirve mucho, porque no sólo son los gobiernos, son los
parlamentos los que están tomando las decisiones. Hay un ejercicio
importante de diplomacia parlamentaria que termina influyendo en la
política del Gobierno. Parlasur declaró la emergencia electoral
venezolana y hace un llamado para que se convoquen unas elecciones
distintas a las que se están haciendo. Es una tendencia global tachar la
ilegitimidad electoral.
¿Qué va a pasar entonces a partir del lunes, si ya sabemos el resultado electoral?
Maduro no ha querido darse cuenta de que esa ilegitimidad de origen
va a marcar a partir del domingo un conjunto de acciones específicas que
los mismos países que integran el Grupo de Lima señalaron. Vendrán
acciones humanitarias, políticas, sociales y financieras a partir del
domingo, cuando se instale definitivamente la tiranía en Venezuela. La
situación humanitaria y social va a empeorar con la soberbia de Maduro
cuando cante victoria.
¿Puede venir un éxodo mayor de venezolanos a partir del triunfo de Maduro?
Sí. Eso me preocupa mucho y por eso planteo que hay que asistir a
Colombia, particularmente en la atención primaria de salud. Hay que
crear un sistema terapéutico en la frontera. Son muchos los venezolanos
que están saliendo del país y se están creando problemas de salud en la
frontera. El país se convierte en un problema migratorio y, a partir del
20 va a empeorar.
¿Cómo vive el venezolano que termina saliendo del país?
Mal, porque el salario mínimo son dos dólares, por eso se van. La
gente tiene que salir, buscar comida, medicinas, no hay nada en
Venezuela. Me preocupa que son casi 200.000 venezolanos en Chile e igual
en Perú, y más de 100.000 registrados en Argentina... En Colombia la
cifra pasa del millón. Yo vivo esto a diario porque paso el puerto de
Santander, porque el pasaporte me lo anularon hace casi un año. Paso por
diferentes puntos de la frontera y veo la realidad.¿Cuál es esa realidad?
Hay un pueblo que se llama Boca de Grita, cercano a la frontera. La antepenúltima vez que pasé por el puesto del Ejército ayudamos a cruzar a una señora con una bebé de un año. Nos contó que gana en Colombia entre $15.000 o $20.000 y regresa a El Vigía, en estado Mérida. Esa plata son casi diez millones de bolívares, que nadie se los gana allá, pero que solo alcanza para comprar algo de comer. Todos están pasando hambre en Venezuela.
¿Cómo ha visto el manejo de Colombia de la crisis migratoria?
Le agradezco al país porque ha sido muy generoso, ha habido interés, ha habido atención a la gente de menos recursos que ha migrado. Colombia no ha actuado de manera xenófoba, a pesar de algunos hechos aislados. Cuando Colombia vivió tiempos difíciles, muchos desplazados se fueron a Mérida y muchos llegaron de obreros. Hay una hermandad histórica. Es que Venezuela desestabiliza la región.
¿Es Venezuela un Estado mafioso, como denunció InSight Crime?
Este es un Estado corrompido, vinculado con el terrorismo y el narcotráfico. Venezuela es un Estado fallido, mafioso y corrupto.
¿Cómo es ser diputado en Venezuela?
Más de 80 decisiones de la Asamblea Nacional han sido anuladas por el Tribunal Supremo. Nos cancelaron los pasaportes y no tenemos libertad de expresión. No es fácil ejercer la función política, nos amenazan, nos agreden, nos han golpeado... Dos años sin que nos paguen. Pero, a pesar de eso, no dejamos de asistir a las sesiones, aprobamos leyes y ejercemos nuestras funciones.
Ver más: Henry Falcón, ¿un candidato de mentiras?
Los venezolanos ya no salen a las convocatorias de la oposición. ¿Ya no le creen?
No es eso, es que la gente tiene miedo, y yo lo veo lógico. Hay mucha represión, pero le voy a decir una cosa: este año ha habido más marchas que el año pasado: por agua, comida, medicina. Los médicos protestan, los campesinos trancan carreteras, estados que se han levantado porque se va la luz dos y tres días. El problema es que los medios no están libres para contar todo esto. Pero ya van a venir las grandes concentraciones, no nos vamos a calar 60 años una dictadura.
¿Dónde están las voces visibles de la oposición?
Leopoldo está preso, Henrique Capriles está vigente en su lucha, creamos el Frente Amplio Venezuela Libre, estamos trabajando unidamente. Lo que pasa es que al surgir este tema electoral, gente que trabajó con la oposición se fue con Henri Falcón y comenzó a impulsar una salida electoral equivocada. Afuera parece que está desunida, pero no es así.
¿Qué más puede hacer la comunidad internacional?
En el caso del Grupo de Lima, ya definieron acciones que van a venir después del 20: migratorias, políticas, sociales. La comunidad internacional tiene que apoyar las averiguaciones en la Corte Penal, una atención migratoria que nos garantice el desplazamiento de todos los venezolanos. La OEA tiene que asumir una actitud más contundente. El Gobierno ha querido crear zonas especiales de criptomonedas, eso es lavado de dinero. Algunos países como Rusia apoyan estas acciones y eso los envalentona, pero no tiene valor. Tiene que venir un agrupamiento internacional para luchar contra la tiranía.
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