EL EJERCICIO CÍVICO DEL CABILDO ABIERTO EN BARUTA
CARLOS ROMERO MENDOZA
POLITIKA UCAB
El pasado 12 de julio de 2018, en el
Municipio Baruta, se concretó una forma de participación ciudadana
libre, institucional, responsable, legítima e incluyente, a través de la
celebración del cabildo abierto que fue formalmente convocado por el
Concejo Municipal de Baruta.
Ese cabildo abierto facilitó el camino
para darle vida al artículo 62 de la Constitución, el cual garantiza la
participación de los ciudadanos en los asuntos públicos. En ese
cabildo abierto los vecinos de distintos sectores y comunidades tuvieron
la oportunidad de opinar sobre la irregular prestación del servicio de
agua potable que lesiona severamente la calidad de vida de los
baruteños.
Además, la Red de Organizaciones
Vecinales de Baruta (RedOrgBaruta) logró en ese espacio institucional
presentar y someter a consideración de los vecinos del municipio, y de
sus autoridades públicas, un Plan de Gestión de Emergencia del Servicio
de Agua para el Municipio Baruta que ha sido elaborado por vecinos con
experiencia en gestión integral de agua y como resultado de varios
encuentros y debates en el marco del programa que coordina la
RedOrgBaruta de Mesas Técnicas de Agua en el municipio.
Por su parte, la convocatoria a ese
cabildo abierto concretó la responsabildad constitucional de las
autoridades del municipio de facilitar, promover e incluir a los
ciudadanos en los temas de gestión pública local.
La celebración del cabildo abierto en los
tiempos difíciles y complejos que vivimos como sociedad representa una
forma de reivindicar el orden constitucional y democrático que ha sido
interrumpido por el régimen de Nicolás Maduro. No es suficiente, pero
representa una forma de concretar el artículo 70 de la Constitución y es
claramente una expresión cívica para recordar el valor de la
democracia, del debate político y del municipio como unidad política
primaria en el marco del diseño federal descentralizado de nuestro
Estado.
Pero además, permitió darle sentido
práctico a la Ordenanza de Participación Ciudadana del Municipio Baruta,
aprobada el 9 de octubre de 2006, pues en ese texto normativo,
expresión concreta de la autonomía municipal en materia legislativa, se
convocó, organizó y activó el cabildo abierto del 12 de julio de 2018.
Según la ordenanza mencionada, en lo que
respecta al Municipio Baruta, el cabildo abierto es reconocido como una
“sesión abierta de la Cámara Municipal, organizada de manera especial
con el propósito de buscar soluciones a los problemas que afectan a una
comunidad determinada, con inclusión participativa de los ciudadanos y
ciudadanas representantes de dicha comunidad, ya sea en forma individual
o en representación colectiva”.
El desarrollo del cabildo abierto
permitió validar de manera efectiva que se trató de una convocatoria
especial, en una sesión abierta del Concejo Municipal de Baruta, pues en
la dinámica de la sesión lograron participar con voz y con voto otros
actores sociales que junto a las autoridades, atendieron libremente al
llamado institucional a los fines de intentar buscar soluciones al
problema de la prestación irregular del servicio de agua potable en el
municipio.
Una manera de valorar ese ejercicio
cívico realizado con el encuentro entre autoridades locales y vecinos de
Baruta para buscar soluciones a problemas concretos, que podría
identificarse como un ejercicio de gobernanza, debe ser evaluado
atendiendo a tres de los fines para los cuales un cabildo abierto debe
ser convocado en Baruta, a saber:
- Permitir a los ciudadanos del municipio Baruta tener una mayor relación con las autoridades locales y viceversa.
- Establecer espacios formales e institucionales para que la comunidad pueda plantear sus problemas ante las autoridades correspondientes y tomar decisiones conjuntas.
- Garantizar a los ciudadanos del Municipio Baruta la intervención oportuna en los problemas comunitarios que revisten carácter prioritario, a los fines de darle solución.
Resulta importante destacar que
cumpliendo con la ordenanza, el cabildo abierto fue organizado y
coordinado por una comisión mixta que fue integrada por vecinos,
concejales y la Secretaría del Concejo Municipal.
Con esos tres fines la naturaleza de
sesión abierta y especial, unida a la participación de autoridades
locales y vecinos, hicieron posible concretar y aprobar el Plan de
Gestión de Emergencia del Servicio de Agua para el Municipio Baruta, el
cual se traduce en unos lineamientos generales que vienen a ser
vinculantes a las autoridades locales, atendiendo al artículo 70 de la
Constitución Nacional de la República Bolivariana de Venezuela.
En este sentido, resulta oportuno
destacar que el Plan de Gestión de Emergencia del Servicio de Agua para
el Municipio Baruta, se desarrolla en cuatro dimensiones:
- Social
- Institucional
- Técnico
- Financiero
La dimensión social se enmarca dentro del
Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6, que plantea, entre sus
retos, la incorporación de la sociedad civil en los desafíos del agua.
En este caso la propuesta propone
formalizar tal inclusión a través de una Comisión de Vecinos, prevista
en el artículo 268 de la Ley Orgánica del Poder Público Municipal, para
que además de hacer seguimiento a los servicios públicos y a este plan,
sea una especie de asesora permanente y promotora de una campaña de
información adecuada y oportuna para la dimensión de la crisis que
experimenta el municipio.
La dimensión institucional trae consigo
la propuesta de crear una unidad administrativa en la Alcaldía de Baruta
para que asuma la gestión de este plan. Asimismo, que el Concejo
Municipal se aboque a aprobar la ordenanza sobre camiones cisternas, que
está en discusión, y que también fue iniciativa de la Red
Organizaciones Vecinales de Baruta.
Pero además, propone que se impulse la
elaboración de una ordenanza de gestión integral del agua, que por
cierto, es un mandato legal que está pendiente desde que se aprobó la
Ley de Prestación del Servicio de Agua Potable y Saneamiento. Por
último, incluye la necesidad de presentar un Plan de Contingencia ante
la crisis.
La dimensión técnica desarrolló una serie
de líneas generales que tiene que ver con identificación de fuentes
alternas de suministros de agua, el tema de los pozos de agua, la
adecuación de llenadero y evaluación de otros llenaderos para Baruta.
La dimensión financiera, tiene que ver
con los recursos para acometer proyectos que puedan recibir fondos para
la inversión en materia de prestación del servicio de agua potable, lo
cual está respaldado por la Ley Orgánica de Prestación del Servicio de
Agua Potable y Saneamiento.
¿Se cumplirá o no se cumplirá con esos
compromisos? ¿Se hará suficiente monitoreo y presión para que los mismos
no queden en un ejercicio cívico más simbólico que concreto?
Precisamente en la respuesta a esas
inquietudes planteadas, reposa la clave para que una democracia se
fortalezca, y en nuestro caso, se reivindique, o bien para reiterar que
el orden democrático y jurídico, lejos de ordenar a la sociedad, estorba
y no resulta útil.
Si se logra algunos o todos esos
acuerdos, la sociedad de Baruta habrá sido parte actora de una
extraordinaria actividad pedagógica de darle sentido a la democracia, a
la participación y a la ciudadanía, con mucho sentido común y en tiempos
de dictadura.
El autor es abogado (Universidad Católica
del Táchira) con especialización en Derecho Administrativo.
Excoordinador en la Comisión Presidencial para la Reforma del Estado del
área Políticas Institucionales.
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