viernes, 27 de julio de 2018

La Agenda

EDUARDO FERNANDEZ
 
Algún día, más temprano que tarde, saldremos de esta pesadilla. Ya vamos acercándonos a los 20 años de gobierno del “Socialismo del siglo XXI” y los resultados no pueden ser más catastróficos.


Saldremos de esta pesadilla y asistiremos a la emergencia de una Venezuela de progreso y libertad, de democracia política con desarrollo económico, de justicia social con igualdad de oportunidades, de unidad nacional con respeto a los derechos humanos y a las normas de convivencia civilizada.

Todo eso es posible. Los venezolanos podemos lograrlo. Afortunadamente tenemos los recursos que se requieren.

Lo primero es, salir de este gobierno. Y hacerlo de la manera menos traumática posible. Lo ideal sería que pudiéramos salir del gobierno de una manera pacífica, democrática, electoral, constitucional y civilizada. Ojalá podamos lograrlo.

Pero, al mismo tiempo, debemos trabajar la agenda de los cambios más urgentes que reclama la construcción de una nueva Venezuela.

Es inmensa la tarea que tenemos por delante. Son múltiples las manifestaciones de la crisis que debemos enfrentar. Cambios políticos, económicos, sociales, culturales y morales. Tengo conciencia de que hay mucho trabajo adelantado. Las universidades venezolanas, las academias nacionales, los equipos de profesionales y técnicos que han trabajado en las campañas electorales, han elaborado un material muy valioso para quienes tengan la responsabilidad de conducir el proceso de reconstrucción nacional.

Un tema que reclama atención prioritaria es la arquitectura institucional democrática del país. Reestablecer el estado de derecho con instituciones que funcionen. Requerimos un gobierno que gobierne y que responda a las demandas de los ciudadanos. Un gobierno que sea capaz de preservar el orden público y de hacer que funcionen los servicios fundamentales: agua, electricidad, seguridad, transporte, aseo urbano, comunicaciones.

Una administración de justicia que merezca la confianza de todos los ciudadanos. Un poder judicial digno, que imparta justicia conforme a derecho y lo haga con prontitud y transparencia. La Venezuela moderna tiene que contar con una justicia eficiente, transparente y confiable.

Una rama del poder público que se ocupe de legislar y de controlar la marcha de la administración nacional. Una Asamblea Nacional que responda a la necesidad de actualizar y modernizar la legislación nacional y, al mismo tiempo, ejercer una vigilancia constructiva sobre el funcionamiento del gobierno.

La Venezuela moderna debe descansar sobre el fortalecimiento del gobierno municipal y de las administraciones regionales. Retomar con entusiasmo y decisión los pasos que se dieron a favor de la descentralización en los últimos años del siglo pasado.

Todo esto hay que hacerlo, y mucho más.
Eduardo Fernández
@efernandezVE

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