La caminata sobre vidrio molido de César Miguel Rondón
Mariángela Velásquez
“La situación es espantosa. No me siento rendido pero me siento derrotado. Me dejaron abandonado porque no tengo un estamento democrático del cual agarrarme”, lamentó el periodista venezolano César Miguel Rondón frente a un grupo de colegas en un restaurant de Madrid. Y esa derrota resuena en la voz del comunicador que todavía acompaña a sus radioescuchas todas las mañanas en una emisora caraqueña aunque las presiones del régimen de Nicolás Maduro lo obligaron a salir de Venezuela hace ya más de un año.
En la tertulia con miembros de la Asociación de Periodistas Venezolanos en España, el pasado miércoles 4 de julio, Rondón se alejó del optimismo engañoso y desnudó una realidad que algunos se niegan a ver. No habló de sus nuevos proyectos, ni de la última edición El Libro de la Salsa que fue presentado esta semana en Madrid. Sólo conversó sobre Venezuela y la labor de los periodistas como observadores de esa trágica historia. “La noche que estamos pasando es oscura y muy larga. Por eso me molesta que digan que mañana cae Maduro. Eso es mentira. Lo que hay que decir es la verdad”.
Su presencia permanente en la radio desde hace 29 años le ha permitido tener un panorama claro del proceso de deterioro de Venezuela.
“Soy un testigo de mi tiempo. Soy periodista, como somos todos. Por eso no creo que sea prudente engañarnos”.
Caminar sobre vidrio molido
Rondón reveló la herida de su exilio y las continuas presiones que aún recibe en el extranjero. “Ejercer periodismo en la Venezuela de hoy es muy difícil. Es como caminar sobre vidrio molido, descalzo, sin ser fakir…Hace un año fuí señalado por Nicolás Maduro y tuve que salir del país”.
Maduro acusó el 17 de mayo de 2017 a Rondón y al sociólogo Tulio Hernández de promover un genocidio como el que ocurrió en Ruanda en 1994, donde un millón de personas fueron masacradas. “Si yo, o alguno de nosotros, escribiera lo que dijo César Miguel Rondón ya tuviera una acusación penal”.
La ira de Maduro y la comparación con el exterminio en el país africano fue desproporcionada. El desagravio que terminó en el destierro del periodista fue provocado por un editorial en el que Rondón analizaba recientes episodios de escrache a hijos de funcionarios revolucionarios en el exterior.
Rondón sabía que debía abandonar el país pero aún tenía que decidir cómo. “Si salía por los caminos verdes pasaba a ser un prófugo. Yo salí por Maiquetía”, explicó sobre un viaje que le costaría varios intentos. El 17 de mayo funcionarios del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime) anularon su pasaporte y el de su esposa, la periodista Flor Alicia Anzola, cuando trataron de abordar un avión rumbo a Estados Unidos.
Rondón tomó el riesgo de salir por la vía legal para seguir al frente de su programa de radio en Éxitos, que mantiene gracias al tesón del equipo de periodistas formado por Lilia Vanorio, Adriana Núñez y Luis Carlos Díaz, quienes permanecen en Venezuela.
Comentó que es muy fácil escribir un tweet para criticarlo y decir que se ha callado. “No me he callado, no me he censurado. Simplemente está prohibido hablar”.
Pese a las intensas presiones, Rondón asegura que a la radio le interesa seguir siendo radio porque es una empresa con más de mil empleados que depende de su programación.
No se detuvo en elogios al referirse a los colegas que siguen ejerciendo en Venezuela. “El periodismo que se hace es una maravilla. Los portales están haciendo el verdadero periodismo. Es un trabajo más sesudo, es un periodismo joven”. Estima que la edad media de esos profesionales ronda los 30 años.
Con el derrumbe de la prensa tradicional, la censura y la inexistencia de estadísticas oficiales,”los periodistas tienen que buscar la información con las uñas y eso hace que el resultado sea un periodismo de una gran pureza”.
Frente a la alta calidad de los portales informativos, Rondón también desveló el lado negativo de la era de la información digital. “El problema del 2.0 son las redes. Son elementos de contaminación terrible”, por lo que recomendó a los usuarios prestar atención a las fuentes. El comunicador tiene dos millones 640 mil seguidores en su cuenta de Twitter @cmrondon.
Rondón cree que el radioescucha es el venezolano que fue criado en democracia y aunque vive en dictadura aún no ha caído en cuenta de lo que significa.
“El receptor de noticias sigue siendo demócrata. Fue educado en democracia”, por eso sigue esperando que los comunicadores informen de manera abierta lo que ocurre en el país. “Pero el receptor en los tiempos de dictadura sabe que hay cosas que no se pueden decir”.
Recordó a Vitelio Reyes, jefe de la comisión de censura en los tiempos de Pérez Jiménez, quien se paseaba por las redacciones de los diarios caraqueños con un lápiz rojo para tachar cualquier información que pudiera resultar incómoda al dictador.
En el gobierno de Maduro no existe un único “hombre del lápiz rojo”. La censura es impredecible, va mutando a cada momento. porque “el régimen está nervioso”.
“Esta semana no puedo entrevistar al rector de la UCAB, José Virtuoso, pero quizás la semana que viene si pueda hablar con él”, comentó.
“Trabajar en la radio es como estar en alcohólicos anónimos. Un día a la vez”.
20 años de una absurda revolución
Para hablar de la Revolución Bolivariana, Rondón no tuvo pelos en la lengua. En pocos minutos hizo una sinopsis de un panorama asfixiante del que no avizora una pronta salida.
“Hemos llegado a 20 años de una situación absurda para la que los venezolanos no estábamos preparados”, arrancó Rondón sobre el proceso que llevó al fallecido Hugo Chávez a ganar la presidencia en las elecciones de diciembre de 1998, con el 56,20% de los votos, frente al candidato Henríque Salas Römer, que obtuvo 39,97%.
Recordó que el arrollador triunfo de Chávez fue posible gracias al apoyo de los empresarios, de los medios de comunicación y de la clase media, que hoy están depauperados ante el avance de la revolución.
Rondón dejó claro que él no fue uno de los engañados. “Yo no lo apoyé porque me tocó transmitir en solitario la asonada del 4 de febrero de 1992. Para mi apoyarlo era impensable”, dijo al hacer referencia a la sangrienta intentona golpista liderada por Chávez para derrocar el segundo gobierno del presidente Carlos Andrés Pérez.
Rondón metió el primer dedo en la llaga. “En el Ateneo de Caracas, de los Otero de El Nacional, da un discurso de esperanza”, expresó para refrescar el espaldarazo de los medios y los intelectuales venezolanos a Chávez desde el inicio de su mandato.
Entre las primeras medidas de Chávez estuvo realizar un referéndum para convocar una Asamblea Nacional Constituyente que en pocos meses redactó una nueva Constitución. Poco después, convocó nuevamente elecciones generales que ganó con 59,73% de los votos, frente a su compañero de armas zuliano Francisco Arias Cárdenas (37,52%).
Luego el comunicador habló del fin de la luna de miel de Chávez con los venezolanos que soñaban con un país más inclusivo. En 2001 surgen las protestas “con mis hijos no te metas” que encabezaron educadores y asambleas de padres ante el decreto presidencial 1011, que modificó el reglamento del ejercicio de la docencia y permitió la entrada de maestros cubanos para los programas de alfabetización. Para Rondón uno de los capítulos borrosos fue el intento de golpe de estado del 11 de abril de 2002 para sacar a Chávez del poder y que se desmoronó en tan solo 48 horas. “Todos los venezolanos fuimos engañados en el 2002. Nadie sabe completamente lo que pasó” dijo Rondón al apuntar que luego de la fallido golpe, Chávez descabezó el alto mando militar y creó una fuerza armada a la medida.
“Le pregunté al general (Efraín) Vásquez (Velasco): ¿Usted está al mando de la situación? y me respondió: No sé quién está al mando”. Rondón dejó entrever en esa conversación con Vásquez Velasco, quien para abril del 2002 fungía como Comandante del Ejército, que nunca se supo quién fue el verdadero líder al afirmar: “Fue un golpe de muchas cabezas”. Rondón mencionó otro episodio trascendente en la historia reciente del país: la llamada Huelga General o Para Petrolero, que comenzó el 2 de diciembre de 2002 con una convocatoria conjunta de la Confederación Nacional de Trabajadores de Venezuela y Fedecámaras para exigir la renuncia de Chávez, petición que es respaldada por los trabajadores de Petróleos de Venezuela.
“La huelga petrolera fue pésimamente mal manejada”, dijo Rondón sobre la estrategia opositora que paralizó al país durante dos meses pero que terminó en fracaso el 3 de febrero de 2003.
Unos 17 mil empleados petroleros fueron despedidos en cadena nacional por Chávez, quien mencionaba el nombre del trabajador, soplaba un silbato y gritaba “FUERA”.
“En cuestión de meses la República había entregado a Chávez el control de las Fuerzas Armadas y el control de la industria petrolera”, relató.
Mientras Chávez recuperó el control del timón del país, el dictador cubano Fidel Castro recomendó al mandatario venezolano la creación de los programas de “Misiones” sociales para revertir el bajón que había sufrido su popularidad.
“Y con una oposición que no ve más allá de su ombligo, Chávez prepara su revolución de manera definitiva”, dijo. “Ya es un hombre multimillonario. Tiene para pagarlo todo”.
Rondón hizo un salto hasta el 2007 para resaltar el cierre de Radio Caracas Televisión por un “pleito personal” entre los dueños del canal y Chávez.
Ese mismo año ocurrió el primer fracaso electoral de Chávez, quien propuso un referéndum para reformar el artículo 69 de la Constitución Nacional de 1999 y convertir a Venezuela en un estado socialista. “El movimiento estudiantil en rebeldía le propina la primera derrota electoral”, dijo Rondón. Chávez se refirió al triunfo del “NO” como “la victoria de mierda”.
Tan solo unos meses antes, en diciembre de 2006, el presidente socialista había ganado su reelección de manera aplastante al obtener el 62,57% de los votos frente al adversario opositor Manuel Rosales, quien fue apoyado por 37,18% de los electores.
Rondón apuntó que al finalizar su tercer mandato, Chávez participó “moribundo” en una campaña electoral en la que se dilapidaron 40.000 millones de dólares, según palabras del ministro de Planificación Jorge Giordani.
Un Chávez visiblemente enfermo, con el rostro hinchado, ganó por cuarta vez la presidencia de Venezuela al vencer al candidato de la Mesa la Unidad Democrática, Henríque Capriles Radonski, (55,08% frente a 44,30%), en unos comicios adelantados dos meses “por razones técnicas” del Consejo Nacional Electoral (CNE), dominado por rectoras simpatizantes del Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv).
A pesar de las desventajas de las condiciones electorales Capriles Randonski reconoció los resultados.
Rondón explicó que “Hugo Chávez monta muchas elecciones porque eran su mejor carta. Y en la medida en que eso se acaba, todo se desploma”, al referirse al secretismo que rodeó su muerte y la consolidación de su sucesor, Nicolás Maduro.
La saliva del dictador
Las palabras de Rondón se hicieron aún más severas al resumir el mandato de Maduro, quien se aferró al poder en unas polémicas elecciones convocadas a escasos tres meses del anuncio de la muerte de Chávez.
Según el CNE, Maduro derrotó al opositor Capriles Radonski por apenas 223.599 votos en unos comicios en los que participaron un poco más de 15 millones de venezolanos, o un 80 por ciento de los ciudadanos apuntados en el Registro Electoral.
Para los críticos de la revolución bolivariana fueron unas elecciones plagadas de irregularidades, donde el gobierno invirtió de manera fraudulenta el dinero público para permanecer en el poder.
“Si Hugo Chávez fue nefasto, Nicolás Maduro es peor”, sentenció Rondón.
El comunicador aseguró que hoy la república no existe. “El país es un sainete, y como en todo teatro de títeres, lo que funciona es una marioneta”.
El país está dividido entre los que detentan el poder y una oposición acorralada. “Y cuando hay dos países no tienes ningún país porque no sabes a qué atenerte”.
El adjetivo que usó Rondón para describir la situación de Venezuela fue “desesperada”, con una Asamblea Nacional en Caracas “que está condenada a la muerte” y una fiscalía que intenta trabajar desde el exilio.
Reconoce que aún existe una dirigencia opositora, pero está acorralada, secuestrada, arrinconada. “El país está gobernado por un sistema delincuencial”.
Considera que el gobierno de Maduro es tan débil que parece aguantado con saliva. “Pero es una saliva criminal. Es un gobierno que mató a 140 personas y siguió bailando salsa”.
Pese al desalentador panorama, Rondón se niega a aceptar que la solución de los problemas venezolanos esté en manos de la comunidad internacional.
“Yo no puedo aceptar que mis esperanzas estén en el exterior. No puedo aceptar una invasión. Reconozco que como ciudadano venezolanos me siento derrotado. Pero claro que habrá una salida. Los venezolanos tendremos nuestros momentos de sensatez”.
Inmadurez frente a Maduro
Para analizar la situación de la oposición, Rondón hizo alusión a sus orígenes como un venezolano nacido en el exilio.
Sus padres César Rondón Lovera y Roselena Tejada fueron fundadores del partido Acción Democrática, se casaron en la Penitenciaría Nacional de Venezuela, en San Juan de los Morros, fueron expulsados del país y tuvieron a su primogénito en una época llena de penurias en Ciudad de México en 1954.
Rondón contó que su mamá Roselena, quien está viva y lúcida, nunca comprendió el motivo de la entrega del líder de Voluntad Popular Leopoldo López al gobierno de Maduro en febrero de 2014.
Roselena Tejada, quien fue perseguida por la Seguridad Nacional de Marcos Pérez Jiménez, le dijo a su hijo: “Yo no entiendo a ese muchacho. Si estás en dictadura, tu no te entregas”.
En ese contexto, Rondón reflexiona: “Voluntad Popular tiene un líder que dice que en Venezuela hay una dictadura, y se entregó a la dictadura. Cosa difícil de entender”.
“Primero Justicia, por su parte, se plantea que va a hacer oposición democrática a un régimen dictatorial. Y eso fue una equivocación”, opinó.A juicio de Rondón, Primero Justicia y Voluntad Popular son un mismo partido, dividido por “egos y diferencias personales” de dos señores. Otra característica de ambas organizaciones políticas es que no son partidos de masas, sino maquinarias electorales.
“Ambos partidos se equivocaron. Siguieron estrategias equivocadas”. Maduro no era capaz de ganar unas elecciones. “Ganamos las elecciones de la Asamblea Nacional en el 2015 y en marzo de 2016 estaba atornillado en el poder. Y no ha hecho nada para atornillarse”.
Para Rondón los venezolanos somos unos seres extenuados. “La palabra Venezuela es una palabra pastosa, nos duele”, confesó. “Nos arrinconaron. Tenemos muchos dolores, como los torturados de las tumbas”.
Uno de sus lamentos son los caídos en las manifestaciones de 2014 y 2017, al reconocer que “no los hemos debido lanzar a la calle”.
Los muchachos pensaban convencidos que si seguían lanzando piedras estaban más cerca de tumbar al régimen, mientras se enfrentaban a una Guardia Nacional con órdenes de matar.
Habla Flor Alicia
La periodista Flor Alicia Anzola hizo una valiosa contribución en el conversatorio con los miembros de Venezuelan Press.
Anzola es una comunicadora con voz propia, con más de 30 años como productora en radio y televisión. Ella también fue perseguida y desterrada junto a su esposo César Miguel Rondón.
Comentó que los periodistas venezolanos que viven en el extranjero pueden contribuir de muchas maneras para exponer los actos de corrupción y los abusos de poder del régimen venezolano.
Anzola dijo que las noticias publicadas en el extranjero con frecuencia tienen una mayor repercusión internacional y ayudan a visibilizar lo que sucede en el país.
Opinó que otro aporte que pueden realizar los periodistas de la diáspora es colaborando en la investigación de información a la que se puede acceder fuera de Venezuela y entregar la data resultante a organizaciones no gubernamentales como Transparencia Venezuela, que hace un seguimiento exhaustivo de las acciones del gobierno.
La comunicadora expresó que es importante hacer seguimiento a los cuantiosos recursos que han salido del país y que en algún momento deben ser repatriados.
“Debemos unificar esfuerzos, hacernos visibles, encontrar puntos de conexión”, apuntó Anzola.
Sin Happy End
Rondón no edulcoró el cierre de su breve pero intenso recuento de la situación venezolana.
“Venezuela nos duele a nosotros. Es nuestro problema y debemos resolverlo nosotros”.
Aunque en el recuento histórico del drama venezolano mencionó los fiascos opositores, Rondón consideró que no es momento de enfrentamientos entre las facciones de la oposición sino en aunar esfuerzos para lograr un bien común.
Sobre la labor de los periodistas durante la dictadura, dijo que tenemos que seguir haciendo nuestro trabajo. “El un oficio de entrépitos, de seres impertinentes que nos metemos donde no nos llaman”
“Nuestro deber es decir, contar lo que pasa”.
Y lo que pasa hoy, para César Miguel Rondón, está a la vista de todos: “El país es un inmenso dolor”.
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