viernes, 20 de julio de 2018

La alternativa


 







  


   Eduardo Fernandez

Un país democrático tiene que contar con un gobierno responsable y con una alternativa confiable.
En estos momentos Venezuela no cuenta ni con un gobierno responsable ni con una alternativa confiable.
El gobierno es un desastre completo. Desde los tiempos de la guerra federal no sufríamos una crisis parecida: hambre, desabastecimiento, inseguridad, desaparición del dinero, inflación, empobrecimiento creciente de la población, colapso de los servicios públicos fundamentales: agua, electricidad, transporte, aseo urbano, educación, salud y un largo etcétera que se llevaría todo este espacio solamente enumerarlo.

Frente al desastre que representa el gobierno es urgente y necesario que los venezolanos podamos contar con una alternativa seria y confiable.

¿Qué se necesita para tener una alternativa? En primer lugar, una propuesta bien pensada que interprete el sentimiento de los ciudadanos y que defina un camino claro para superar las dificultades.

No se trata de un manifiesto ni de un programa de gobierno. Se trata de algo mucho más amplio. Que los ciudadanos podamos sentir la seguridad de que quienes van a venir a sustituir a los actuales gobernantes tienen ideas claras y voluntad firme para superar la crisis.

Además de contar con la propuesta, la alternativa democrática tiene que tener una organización eficiente. Es decir, una organización que permita establecer contacto con todos los ciudadanos en toda la geografía nacional y en todos los sectores de la actividad socio económico y profesional. Así se construyeron los grandes partidos políticos democráticos del siglo XX venezolano.

En tercer lugar, se requiere una estrategia política inteligente. El gobierno cuenta con un arma secreta que es su “mesa situacional”. Un equipo integrado por gente que está todos los días analizando todo lo que ocurre en el país y fijando las tácticas apropiadas a sus propios intereses.

La alternativa democrática debe contar con una mesa similar, que le permita estudiar la realidad nacional en toda su complejidad y diseñar las estrategias más adecuadas para promover el cambio político que todos anhelamos.

La alternativa democrática necesita líderes que inspiren confianza. Líderes que piensen en el interés de Venezuela y de los ciudadanos y, no solamente en los intereses de sus partidos o de sus personas.

Un mensaje claro y positivo. No basta con denunciar los errores del gobierno. Hace falta formular una propuesta seria y constructiva.

La alternativa democrática necesita finalmente líderes confiables y serios, para que los ciudadanos podamos tener la seguridad de que contamos con una alternativa digna de nuestra confianza.

Seguiremos conversando.

Eduardo Fernández
@EFernandezVE

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