miércoles, 2 de febrero de 2011

¿Y qué cosa sale bien
ELIDES J. ROJAS L. | EL UNIVERSAL
2 de febrero de 2011

Ofrece resolver definitivamente el problema de la vivienda con casas dignas, grandes, sólidas; no esas cajitas de fósforos que hacían durante la cuarta república. Resultado: se montó en un déficit habitacional de 2.400.000 unidades, destina a última hora un realero para pagarle a rusos, chinos o cubanos para que resuelvan a medias el asunto; pero todo el mundo sabe que no construirá más de 40.000 soluciones antes de terminar su mandato.

Ofrece rehabilitar y restaurar el asfalto de las grandes capitales de Venezuela, desplazando a las autoridades locales por razones puramente políticas. Resultado: hay más huecos que calles. En Caracas, solo por citar a la capital, hay zonas donde parece que acaban de terminar la suspendida guerra con Colombia, mientras el alcalde o el ministro del ramo apenas aparecen cuando Chávez hace algún programa y ellos quieren estar a su diestra.

Ofrece, luego de un verdadero desastre de apagones, verano, represas vacías, falta de energía eléctrica y duros planes de racionamiento con recules y todo, solucionar definitivamente un problema atribuido a la falta de inversión, la pérdida de calidad gerencial y a la manifiesta incapacidad de la directiva revolucionaria. Crea un alto mando eléctrico con comandante y todo, destinan otro billetal inmenso a comprarle a Cuba planticas y baterías para terminar ahogados otra vez en apagones, racionamientos y falta de servicio. Fracaso total.

Ofrece un trabajo descomunal para rescatar todas las carreteras y autopistas del país, literalmente dinamitas por falta de mantenimiento, enormes grietas, huecos asesinos, fallas de borde, puentes caídos y nada que se ven resultados. Resultado: fracaso absoluto. Nunca antes las vías nacionales habían estado peor que ahora. Es otro monumental esfuerzo destructor. Difícilmente otro gobierno podrá superarlos algunas vez.

Ofrece un bolívar fuerte, una economía fuerte y el reflote definitivo del submarino económico de Giordani. Resultado: ha construido la peor economía de la región, casi que la más quebrada del mundo. El bolívar fuerte es una ruina, la economía es un remedo de sistema, las quiebras y el desempleo aparecen como si se tratara de contenedores de Pudreval, otra muestra de la corrupción e incapacidad de esta falsa revolución.

Expropia a Sidor, confisca a Agroisleña, invade infinidad de empresas, se apodera de bancos, toma por asalto a las empresas de Guayana, rompe calles para meter sistemas como el BusCaracas, se mete a banquero. Resultado: todo está en la más dura de las ruinas. Hasta Cavim repleta de militares, vuela por los aires. El Metro y Pdvsa son exhibiciones patéticas de lo que es la gerencia chavista.

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