Para no olvidar…..
Pedro Luis Echeverria
He sido y
soy opositor a este nefasto régimen que ha dividido y engañado al país con el
subterfugio de hacer creer que el modelo social que ofrecía era el camino para la redención e inclusión
de los más necesitados. Los pésimos y desastrosos resultados obtenidos en todos
los órdenes de la vida nacional, después de tres lustros de gobierno, nos
indican que la utopía chavista fue una perversa quimera.
Estoy
convencido que lo que está en juego es nuestro presente, nuestros valores, y
nuestro derecho al porvenir. No nos jugamos cosas menores. Nos jugamos la vida,
la vida del hombre pleno, su libertad de conciencia, de pensamiento, de
religión, de trabajo, de asociación, de movilización, de libérrima búsqueda de
su propio destino. Esa libertad plena
que queremos rescatar tiene un
gran enemigo. Se llama, totalitarismo - el Estado es todo sobre la tierra.- , nos
confrontamos con esa visión absolutista y negadora de la maravillosa aventura que es la vida y
las ansias naturales del hombre por su progreso individual. Y lo hacemos porque
en esa visión totalitaria de la sociedad
se conjugan el odio, la aberrante exclusión y la pérdida del derecho a la libertad. De modelos similares a las creencias del PSUV y
sus adláteres, nacieron modelos de sociedad que llevaron a la miseria, la
cárcel, la muerte, al exilio y a la intransigente división ideológica a
millones de personas en todo el mundo
como lo hicieron el nazismo, el fascismo, el comunismo y la más reciente
infeliz síntesis: el socialismo del siglo XXI.
No olvidemos
que la libertad es la condición insustituible que le da sentido a la sociedad humana; por eso la libertad debe
ser plena y hay que defenderla. A los
pueblos no se los puede conducir con el
látigo, la prebenda y la mentira porque esa es la negación del ser
humano. Hay que respetar la libertad de todos. Solamente la libertad creativa
ha hecho grande el mundo en el que todavía vivimos. ¿Y qué fue lo que los
humanos encontramos desde tiempos inmemorables para lograrlo? Descubrimos que
el desarrollo económico es fundamental
para la vida de los pueblos. Sin desarrollo económico no hay nada. Es el
garante de la paz y el progreso. ¿Y cómo
se hace desarrollo económico? Observando el principio de la libertad económica,
el principio de los mercados bien regulados en lo que fuere estrictamente
indispensable, bien manejados impidiendo que el más poderoso aplaste al débil,
pero colocando y privilegiando la capacidad creativa del hombre como el centro
de todo el universo económico.
La búsqueda de un desarrollo económico para
garantizar la paz, construido sobre la libertad creativa del emprendimiento de
los hombres, de las empresas, de las pequeñas, las grandes, las medianas son los principios que nos inspiran y que defendemos con tesón y entrega. Como vemos, no se trata de utilizar en este empeño ninguna
arma distinta a la de nuestra inteligencia, convicción y voluntad de
progreso.
Rescatemos
ese único principio que ha sido rector de la riqueza de los pueblos, que
la explica y que ha permitido que centenares y centenares de millones de
hombres salgan de la pobreza y tengan una vida digna; nos referimos a la
dignidad de la persona humana con capacidad de hacer y de construir y que
no se debe envilecer mediante la entrega del regalo que no ha trabajado y que
posteriormente le cobran, obligándole a hacer lo que en su fuero interior no
quiere, cercenándole y negándole perversamente su derecho al libre albedrio,
condición ésta fundamental para regir las relaciones entre los hombres.
Los
venezolanos de raigambre democrática
debemos ser fieles a nuestros acendrados valores y no podemos
autoexcluirnos de jugar un rol fundamental en la lucha por eso que se llama
libertad, sociedad moderna y democracia plena; sin dudas ni vacilaciones
construyamos un frente de dignidad contra
los bárbaros que las oprimen, las pretenden destruir y las irrespetan.
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