Celina Carquez/ @celinacarquez
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Henrique Capriles Radonski no para de recorrer barrios y zonas
populares, aunque no aparezca en los periódicos y la televisión por la
censura a la que es sometido en la mayoría de los medios de
comunicación. Quizá esa sea una de las críticas más reiteradas: que anda
metido en los barrios enamorando a los chavistas y dejó a la clase
media sola con sus cuitas.
Y que dijo algo que nunca dijo: que había que esperar al 2019 para
cambiar al gobierno. Y otra más: que no apoyó “La Salida” y que es
“tibio” o “cobarde” por suspender la marcha al Consejo Nacional
Electoral para reclamar los resultados de las presidenciales el 14A.
“A la clase media hay que pedirle que nos ayude, con sus herramientas
y formación, a organizarnos y meternos en los barrios. Sé que es uno de
los sectores más golpeados porque ha mermado su calidad de vida; les
pido que vean que el país es más grande”, afirmó.
Sus gabinetes en las zonas populares de Miranda son un cabildo
abierto. Allí van desde opositores hasta chavistas radicales a plantear
sus quejas, y buscar soluciones a sus problemas cotidianos.
A Capriles no sólo lo persiguen los cuestionamientos en tuiter y
acusaciones de toda laya, sino los niños. Va pertrechado de bolsas de
chupetas y caramelos, y, mientras la gente habla en los actos, los
pequeños se le acercan para que les dé dulces. Esta entrevista -hecha
una semana antes del decreto Obama y las sanciones a 7 funcionarios
venezolanos- se llevó a efecto en una escuela en los Valles del Tuy,
donde los alumnos se sentaron en el salón de clases a oír sus palabras
cual si fuese un maestro.
-En el país hay un clima de desesperanza. Usted insiste en que hay una alternativa de cambio y es electoral.
-Más que una salida electoral, hay que buscar una salida no
traumática. Permanentemente se apela a otros países y sus crisis como
modelo, y es importante ver lo que somos: un pueblo pacífico, hay
criminalidad, pero no somos violentos. El venezolano está pacientemente
buscando un cambio y se confunde con pasividad. No se trata de salir
del gobierno y seguir divididos. Todos los venezolanos aceptan la
vigencia de la Constitución, y cualquier mecanismo de cambio de gobierno
te lleva a un proceso electoral, entonces la salida sí es electoral. El
presidente Nicolás Maduro no es el país ni representa el futuro.
-Cuando usted dice eso, hay gente que afirma que usted habla de esperar al 2019 para cambiar al gobierno.
-Hay interés de un pequeño grupo en sembrar esa matriz de opinión.
Cada vez que yo explico esto aseguran que digo que hay que sentarse
pacientemente a esperar las presidenciales. Tendré muchos defectos, pero
no soy soberbio ni me creo dueño de la verdad; sí soy transparente y
digo lo que creo.
-Mucha gente lo acusa de tibio por sus planteamientos…
-Si llamar a la unión es ser tibio, que me pongan el calificativo que
quieran. Después de las elecciones, ¿Capriles iba a llamar a la gente a
que la mataran? Jamás planteé ni plantearé un cambio que salga de un
escenario violento. Hay gente que me dice que no hay forma de salir de
la crisis sin violencia. No creo en eso.
-Las primarias son el 17 de mayo, pero la oposición está dividida en dos grupos que parecen irreconciliables
-Las primarias tienen que ser atractivas para los ciudadanos, unas
primarias sin participación no son buenas. Hay gente a la que no le
gustan los consensos, pero no hay un mecanismo perfecto. La idea es
‘tanta primaria como sea necesaria, tanto consenso como sea posible’. No
es igual el circuito Caucagüita, La Dolorita, Mariches, Plaza y Zamora
al circuito Chacao, Baruta, El Hatillo, Leoncio Martínez. No es igual
Barlovento, al circuito Mara, en Zulia. Cada caso hay que revisarlo,
debemos leer el país completo.
-Las diferencias parecen insalvables en la oposición
– Frente a todo lo que está pasando, las diferencias son
irrelevantes. El que el gobierno haya apresado al alcalde metropolitano,
Antonio Ledezma, más allá de las diferencias que tuvimos el año pasado
durante “La Salida”, y la manera en que Maduro reprime a la gente y a
los líderes de la oposición, nos da motivos para reencontrarnos. Ahora
quieren meter preso al coordinador nacional de Primero Justicia, Julio
Borges.
-¿Cómo recomponer la unidad?
-Hay compañeros a los que no les gusta hablar del área social y creo
que hay que buscar la diversidad y repartirnos tareas. Sí hay que tener
una agenda en común, y por eso no voy a firmar ningún Acuerdo de
Transición porque no está en el marco de la Unidad y se lo dije a María
Corina Machado, la Constitución no habla de transición. Es clave para
avanzar no insistir en cosas que no funcionan. Hay que convertir la
mayoría que quiere cambio en una fuerza electoral, y la única forma de
hacerlo es hablándole a los venezolanos de sus problemas.
-Una de las críticas que le hacen es que se desconectó de la clase media y se dedicó a la gente más pobre
-A la clase media hay que pedirle que nos ayude con sus herramientas y
formación, a organizarnos y meternos en los barrios. Alguna gente creyó
que los barrios se iban a sumar a “La Salida”, pero no fue así, porque
ellos bajan a trabajar y no sentían que ese llamado le iba a resolver
sus problemas. Es uno de los sectores más golpeados, porque ha mermado
su calidad de vida. Hay mucho desánimo y una diáspora de gente buscando
oportunidades. El problema es que ahora no hay medios de comunicación,
se informaban mucho por Globovisión y las redes sociales son pequeñas y
no sustituyen a los medios. Hay un problema de comunicación, por lo
menos de mi parte. Igual no entiendo cómo personas que se dicen de
oposición dedican todo su tiempo a destruir a la oposición. Tú no ves
eso en el gobierno. Y no se trata de aplaudir todo lo que haga la
oposición.
-¿No cree que los liderazgos deberían tener un mensaje hacia la clase media?
-Claro. Hay que recordarles que el cambio que va a inclinar la
balanza está en otros sectores, y ese trabajo no lo hacemos todos.
Queremos un país de clase media, y que los que hoy están en la pobreza
asciendan socialmente.
El gobierno reprime todas las protestas y un estudiante de 14 años fue asesinado en Táchira. ¿Cómo protestar?
-Esa es la cosecha de odio del gobierno. ¿Qué le enseñaron a ese
policía para dispararle a quemarropa a Klueivert Roa, un estudiante de
14 años? Eso no es un hecho aislado. El año pasado mataron a 25 mil
venezolanos. Ese asesinato lo cometió un Policía Nacional Bolivariano
que depende del Ministerio de Interior y Justicia. Eso pasa en Miranda y
ya estaríamos intervenidos.
-El gobierno buscar polarizar a la gente
-Marchar es una forma de movilizarse, pero no puede ser la única. Hay
gente que no puede porque es empleado público o tiene que trabajar. Más
de uno dice: ‘que se sacrifique’, cuidado con esos llamados, porque
cada quien tiene su mundo. Bolívar se sacrificó para que Venezuela
tuviera independencia, pero se hacen extrapolaciones de momentos
históricos del país que no vienen a lugar. Cuando hablo de movilización,
por ejemplo, nosotros estamos dedicados a conformar comandos de Unión y
Cambio en todo el país.
-¿Cómo expresar el descontento entonces?
-Hay que hacer un gran movimiento de organización en el país para que
cristalice en un proceso electoral. Si ese movimiento va presionando
por sus reivindicaciones, obligará al gobierno a respetar el proceso
electoral y a un cambio de conducta. En el país aparte de “La Salida”
hubo 5 mil protestas sociales. ¿Qué hubiese pasado si los políticos las
hubiesen acompañado? No es solo poner un mensaje en una red, tiene que
haber un trabajo de base.
-¿Es posible que el gobierno suspenda las elecciones parlamentarias?
-Buscan reeditar el libreto del golpe y la violencia. Pero Nicolás
tiene un problema de credibilidad muy grande. Este es el momento de
máxima inteligencia de la oposición, porque a este gobierno no lo vas a
derrotar con la fuerza, esa la tienen ellos y no les importa matar
gente. Quizá el tiempo diga lo contrario, pero lo que se ha logrado, fue
diciendo lo mismo que estoy diciendo ahora. Donde nos hemos organizado y
hemos tenido los votos y una mayoría contundente, hemos cobrado. Yo
asumo que el 8D no logré que fuera un plebiscito, pero el gobierno
estaba perdido y lo salvó el Dakazo. Hay que decirle clarito a la gente
que una elección que ganes con un voto frente a este control
institucional, como pasó el 14A, no la vas a cobrar. Pero si tienes una
mayoría clara y contundente, como hoy, ganas y cobras.
-¿Cómo se comunica si lo tienen censurado?
– Como puedo, no es fácil. Es parte de la desigualdad de la lucha,
pero no lo uso como excusa. No es por salir en TV, sino para que
Venezuela sepa que hay una alternativa y la construimos todos los días.
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