Obama
le ha regalado un caramelo con cianuro a Nicolás Maduro, le dio la
ocasión de proclamar que quiere morir defendiendo la patria y de recibir
apoyos hasta de Putin. Puro teatro, la Venezuela de hoy no se parece a
la Cuba de los años sesenta. Obama le está tendiendo una trampa con esas
declaraciones aparentemente torpes. Aquí nadie morirá por la patria,
morirá de hambre en las colas
Maduro
anda asustado. A Estados Unidos no le preocupa las tropas venezolanas,
teme a la bomba atómica iraní, las tropas rusas en Ucrania, la
penetración china en América Latina, la excesiva fortaleza del dólar que
amenaza las exportaciones del país.
¿Por qué dijo lo que dijo Obama?
Según
algunos, como Obama se acerca a Cuba quiere un tener un nuevo enemigo a
la izquierda, preferiblemente uno inofensivo. Provoca a Maduro para
ganar puntos con la opinión pública y con el Congreso de su país. Hay
otra explicación de la súbita declaración de Obama: Washington que
conoce la debilidad Maduro pone su granito de arena para que haya un
cambio de gobierno, sabe que a Maduro solo lo apoyan algunos generales
del Ejército, y no hay apoyo tan inestable como el de los militares.
Estados
Unidos se dedica a divulgar, como está haciendo, la extrema corrupción
que hay en Pdvsa, lo que ha hecho efecto en el mundo porque hablar de
soberanía para defender a los que han defraudado miles de millones en
Pdvsa no parece demasiado convincente.
Maduro
mete la pata con facilidad. En el momento que necesita aliados se le
ocurre llamar cobarde a sus aliados, a los uruguayos, a los no les queda
otro remedio que salir en defensa del vicepresidente Sendic.
La
chequera está funcionando al revés, no hay fondos, le están cobrando
por todas partes, nadie le presta. Declaran contra el imperialismo pero
no envían ni un dólar; apoyan a Maduro pero quieren cobrar. Maduro anda
vendiendo el oro, hipotecando a Citgo. Este año probablemente pague la
deuda externa, el próximo se las verá negras.
Maduro
disfrutará de dos o tres semanas de declaraciones, marchas, discursos,
después enfrentará la realidad. Ni los militares ni la misma población
quieren un enfrentamiento con Estados Unidos. No somos la Cuba de 1961, y
necesitamos las importaciones de Estados Unidos. Cuba se abre al
comercio con Estados Unidos, se prepara para recibir el doble de
turistas, amplía el aeropuerto y el puerto de Mariel.
¿Quién invertirá en Venezuela? ¿Los venezolanos? ¿Los chinos? ¿Los rusos? ¿Los españoles? Nadie.
En
los días lejanos que manejaba autobuses por Caracas nunca imaginó que
su dios Castro le contestaría el teléfono. Maduro quiere sumergirse en
la aureola revolucionaria mientras los Castro, que viven del recuerdo de
la lucha armada, se visten de militares hasta para ir al baño. Se
esfumó la llamada al heroísmo, el Che se volvió un simple monumento, las
cenizas de Allende las dispersó el tiempo.
Ni Fidel Castro es ya Fidel Castro y Maduro es solo Maduro: el grito heroico se transformó en murmullo.
Maduro
solo está seguro de que Obama no tiene buenas intenciones. Después de
que pase la fiesta de declaraciones enfrentará la realidad, empezando
por el desastre que se ha vuelto Pdvsa, la fuente de la riqueza en
Venezuela.
Los
chavistas no quieren a Maduro, se resignan a que siga en Miraflores.
Los militares viven en el mejor de los mundos, en un régimen militar
disfrazado de civil y de revolucionario.
¿Celebrarán las elecciones parlamentarias? ¿En estas condiciones?
Leopoldo
comprendió que las parlamentarias es la última oportunidad de la
oposición. Después de lograr la MUD un acuerdo para escoger los
candidatos, ahora algunos se dedican a criticarlo y a convencer a los
venezolanos de no votar. Asombroso.
Para mi, ese decreto es un error garrafal de Obama.Ciertamente es un favor envenenado pero para la oposición, la cual se enfrenta a un delicado dilema: O estas con Venezuela o con el imperio. Sobran analistas que dicen que Maduro ha exagerado sus respuestas, que la sanción no implica invasióm, bla ,bla. Lo único seguro es que en Venezuela ya no se habla de bachaqueo, ni del alto costo de la vida. Sólo se habla de invasion y nacionalismo. A quien favorece todo ese cambio mediático??
ResponderEliminarPara mi, ese decreto es un error garrafal de Obama.Ciertamente es un favor envenenado pero para la oposición, la cual se enfrenta a un delicado dilema: O estas con Venezuela o con el imperio. Sobran analistas que dicen que Maduro ha exagerado sus respuestas, que la sanción no implica invasióm, bla ,bla. Lo único seguro es que en Venezuela ya no se habla de bachaqueo, ni del alto costo de la vida. Sólo se habla de invasion y nacionalismo. A quien favorece todo ese cambio mediático??
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