domingo, 15 de marzo de 2015

UNASUR PIDE A EEUU QUE REVOQUE MEDIDAS CONTRA FUNCIONARIOS DEL GOBIERNO VENEZOLANO

SORAYA CONSTANTE

VENEZUELA  probó este sábado que es capaz de reunir las fuerzas de sus países vecinos. Los doce cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) asistieron a la reunión extraordinaria en Quito, pese a los cambios de última hora. El objetivo del encuentro fue acordar una posición común frente a la decisión de Washington de calificar a Venezuela como “un problema para su seguridad”. Al final de las casi tres horas de reunión, Rodolfo Nin Novoa, canciller de Uruguay, país que ostenta la presidencia Pro Témpore de la Unasur, manifestó el “rechazo” de toda la región a la sentencia de Barack Obama sobre Venezuela. En el comunicado se menciona que la actitud estadounidense constituye “una amenaza injerencista a la soberanía y al principio de no intervención en los asuntos internos de los Estados”.
Ernesto Samper, secretario general de la Unasur, aseguró que la canciller de Venezuela, Delcy Rodríguez, quedó “satisfecha” por el “respaldo total” que consiguió en Quito y adelantó que no se prevé un encuentro de los mandatarios de la Unasur por este caso, aunque Uruguay se lleva a casa la tarea de consultar con los presidentes de la región sobre un próximo encuentro.
Sobre la visita de la delegación venezolana a la Organización de Estados Americanos (OEA), Samper dijo que “ojalá allí se puedan tomar un cafecito con los Estados Unidos” y ver si esto se soluciona “por las buenas o por las malas”. Aseguró que la intromisión de Estados Unidos en la región ha creado “una tensión muy fuerte” y que nadie entiende cómo se está abriendo el espacio con Cuba y cerrando el de Venezuela.
La cita precipitada de los cancilleres es el primer evento que acoge la sede de la Unasur, inaugurada en diciembre pasado. El canciller de Uruguay, Rodolfo Nin Novoa, que apenas tiene 15 días en el cargo, elogió la disposición de sus colegas para acudir a la reunión que inicialmente debía ser en Montevideo, dos días antes, pero que fue suspendida tras el malestar que generaron las declaraciones de Nicolás Maduro sobre el vicepresidente de Uruguay, Raúl Sendic.
Sendic había dicho en una entrevista televisiva que no tenía elementos” para afirmar que hay injerencia de Estados Unidos en Venezuela, y Maduro le lanzó un dardo: “Chávez me decía, ‘tranquilo Nicolás que el mundo está lleno de cobardes’. Cuando por allá sale un cobarde a tratar de ganar indulgencia con los gringos”.
Uruguay emitió enseguida un comunicado en el que calificaba las declaraciones del presidente venezolano como “inamistosas” y suspendió la reunión de cancilleres. Pero el secretario general de la Unasur, Ernesto Samper, y el canciller de Ecuador, Ricardo Patiño, remendaron la cita. Todo se hizo por teléfono, desde la noche del pasado miércoles, cuando Montevideo canceló el encuentro, hasta el mediodía del jueves cuando Patiño confirmó a través de su cuenta de Twitter que el encuentro de cancilleres sería en Quito.
Dos horas antes del arribo de los delegaciones de los doce países, decenas de personas se acercaron a la Mitad del Mundo, donde está la sede de la Unasur. La gran mayoría pertenecía a los Comités de la Revolución Ciudadana, nombre que llevan las células partidistas del partido de gobierno, Alianza País. En los carteles que sostenían, algunos con el logo de PDVSA, se leían consignas a favor de Maduro, Chávez y la Revolución Bolivariana y el hashtag: #Venezuelanoestássola.


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