ALTO
ORO CALIENTE:
No es fácil olvidar aquel 26 de noviembre de 2011 cuando Chávez desde
Miraflores anunciaba y dirigía la operación de “comienzo de la
bienvenida al oro nuestro que en 17.000 lingotes gradualmente volverán
al país desde Inglaterra, Suiza, Estados Unidos y Canadá a donde fueron
llevados a partir de 1986 por la Cuarta República”. No había
transcurrido una semana cuando pudimos ver dos aviones militares
venezolanos cargando subrepticiamente varias paletas de esos lingotes
con destino al Banco Central de Cuba. De ese envío nunca se supo más
nada…
REENCUENTRO CUBANO:
De la molestia de Nicolás Maduro con los hermanos Castro tras el
anuncio el pasado 17 de diciembre de las conversaciones para la apertura
de relaciones con Estados Unidos ya escribimos en su momento. La
rabieta de “muchos” en el Palacio de Miraflores fue de enormes
dimensiones y, sobre todo, la resaca o incertidumbre que viajaba desde
la angustia al desengaño o desde el despecho a la ansiedad con respecto a
que los cubanos dejaron “como novia de pueblo” al régimen que a su
copia habían ayudado a montar y consolidar en Venezuela con cobros mil
millonarios desde 2002 por ese servicio. Recordemos el silencio
sepulcral que por tres días guardó el gobierno para tímidamente
felicitar a su socio principal por el diálogo anunciado. Pasó diciembre,
enero y febrero para que el mandamás de todos los poderes en Venezuela
se dignara volver a La Habana para siquiera conversar con Raúl o con
Fidel. El alumno más aventajado de Cuba, el verdadero delfín de la isla
en Caracas, Elías Jaua (a pesar de aquella foto en sonriente éxtasis
-con exageradas muecas-como canciller rojito frente al Secretario de
Estado de los Estados Unidos John Kerry) movió infierno y tierra para
que su presidente fuera recibido por los octogenarios hermanitos como
hasta el 15/12/2014 cuando lo único que le dijeron ese día, a solo horas
de su mitin en la avenida Bolívar en defensa de los militares
sancionados por EE.UU. fue “baja el tono en la confrontación con el
Norte”…
ORO FRÍO:
El martes de Carnaval Maduro fue a Cuba. No a disfrutar carnavales
allá -pues aún no los celebran- sino a retomar el ritmo de las
relaciones bilaterales. Un día después el subconsciente lo traicionó y
dijo en cadena que “los hermanos Castro le habían mandado muchos saludos
a ese gran revolucionario que es Elías Jaua”. La alegría de sus
palabras disimulaba una gran indignación con el gobierno cubano. En
medio de los temas económicos considerados hubo uno referente al tema de
los lingotes de oro que el presidente Hugo Chávez había mandado a
depositar en el Banco Central de Cuba para “cualquier eventualidad que
le sucediera”. Siempre pensaba que no lo volverían a agarrar de sorpresa
en una emergencia como la del 2002. Pues bien, la respuesta de la
presidencia cubana fue muy clara y enfática: “ese oro respalda todos los
bienes y servicios que Cuba le presta a Venezuela…..”. Por ahora (¿para
siempre?) se quedará en la Antilla más grande del Caribe. Mientras
tanto cada día son más los cubanos que se van para no regresar. Ya no
hay televisores pantalla plana, lavadoras, neveras y otros
electrodomésticos como estaban acostumbrados a comprar para llevarse a
sus casas. Venezuela le ha entregado a Cuba una cifra aproximada de $
6.500 millones por concepto de la Misión Barrio Adentro. Solo en el
estado Miranda el 80% de esos mini-centros está fuera de servicio. Como
el de La Puerta de Caracas que Maduro dijo “haber visitado y saludado a
esos médicos tan dedicados” y está cerrado desde hace tres años. ¡Cosa
más grande caballeros!…
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