domingo, 14 de febrero de 2010

ENTREVISTA a Carlos Henrique Blohm, presidente de Venamcham

Unas doce empresas estatizadas acuden al arbitraje internacional

También podrá "contribuir a la prosperidad de nuestros miembros y del país donde operamos, que es Venezuela", bajo principios de "libre comercio, libertad económica y propiedad privada". Se le ve optimista y convincente. Anteriormente, en 1981, Blohm había aceptado el compromiso de conducir Telares de Palo Grande, empresa fundada en 1920 y adquirida por su abuelo en 1947. Graduado de economista e ingeniero mecánico en el Massachussets Institute of Technology (MIT), decidió estudiar un master de Administración en Harvard para sortear y replantear algunas dificultades del negocio familiar.

-En la encuesta que la Cámara realizó a los asistentes al foro sobre PERSPECTIVAS ECONÓMICAS 2010, surgió nuevamente la "incertidumbre política" como factor determinante en el desempeño de las empresas. ¿Por qué?

-Se refiere a la aprobación de leyes que impactan a la propiedad privada. En mayo de 2009 se aprobó la Ley de Nacionalización de los Servicios de Hidrocarburos a través de la cual se establecen mecanismos fuera del esquema normal de expropiaciones. También fue aprobada la Ley de Tierras Urbanas, que da un derecho preferencial al Gobierno sobre terrenos que no cumplan con ciertos criterios, bastante vagos por cierto, donde las comunidades y los consejos (comunales) puedan influir y hacer muy incierta la propiedad de tierras urbanas, impactando en el desarrollo de las ciudades.

Este 1 de febrero se reformó la Ley del Indepabis, lo cual constituye la amenaza más grave a la propiedad privada porque extiende la anterior ley del instituto a todos los bienes y servicios, no sólo a los bienes esenciales; además, se extiende a todos los bienes que se requieren para su producción y distribución. Eso crea una incertidumbre enorme, de hecho, creemos que va a causar (&..) en vista del aumento del costo de las importaciones y el hecho de que hasta ahora no se han reconocido alzas de precios a pesar de que ha habido aumento de costos en bienes controlados, pero también crea incertidumbre sobre bienes no controlados porque no está claramente bien definido cuál es el comportamiento de esos bienes.

Declara todos los bienes de utilidad pública y no se requiere pasar ni por un juicio ni por la Asamblea Nacional. Eso preocupa y va a desestimular nuevos empleos e inversiones.

-¿Las empresas le han demostrado malestar, incluso el deseo de irse del país?

-Yo no diría eso porque es difícil de medir, pero lo que sí es fácil de medir es que desde 2007 hay 28 empresas cuyos activos han sido tomados (por el Estado). De ese total, sólo 6 han sido compensadas y algunas parcialmente. Son más de $12 mil millones en activos que no han sido pagados y queremos que se haga justicia, que se sigan los tratados y las leyes vigentes.

-¿Acudirán a algún arbitraje internacional?

-Algunas lo están haciendo.

-¿Cuáles?

-No quiero decir nombres pero creo que tenemos más de una docena de casos que están en arbitraje internacional, por montos muy grandes.

-Un rasgo que estaba oculto en anteriores encuestas, como era la categoría "burocracia y corrupción", aparece como componente de preocupación de los empresarios. ¿A qué lo atribuye?

-Es el caso del Inpsasel. Supuestamente es un instituto para que los trabajadores laboren en un ambiente seguro, las empresas respeten las normas, cosa que nos parece correcto y muchos de nuestros miembros han sido pioneros. Pero también está cambiando la manera de utilizarlo, como un mecanismo de adoctrinar políticamente a los delegados elegidos por los trabajadores y meterles contenidos contrarios a lo que es el armonioso desempeño entre trabajadores y empresa. Creo que eso puede ser muy dañino. Hay otras cosas como el deseo de controlar el comercio de los bienes esenciales a través de todos los estados del país. Hay continuos aumentos del intervencionismo del Estado en lo que es el comercio libre y la libre actividad económica que complican la manera de hacer negocios en Venezuela. Se debe buscar un equilibrio entre los sectores público y privado; lo hubo antes en Venezuela y debemos mantenerlo.

-¿Cree oportuno arreciar el diálogo con el Gobierno o cree que no tiene sentido?

-Estamos tratando de buscar puentes con los distintos institutos. Muchos de nuestros miembros han tenido contacto y han sido recibidos en mayor o menor grado, pero son muy pocos los contactos efectivos

-¿A qué se deberá?

-No creo que eso sea muy reciente tampoco. Si uno ve los 60 años de la Cámara, los primeros 30 años fueron de crecimiento y de ingreso per cápita del venezolano muy alto respecto al resto de América Latina y en los últimos 30 años, debido al intervencionismo del Estado y a la nacionalización de las principales industrias a finales de los setenta, se ha cambiado esa tendencia. Porque han sido los años ochenta, noventa y dos mil, de estancamiento o decrecimiento del ingreso per cápita por tendencia general. Yo creo que podemos tener crecimiento si aprendemos de los primeros 30 años cuando había inversiones extranjeras y estabilidad en las leyes.

-Pero ahora se dice que hay un proceso de inclusión y reducción de la pobreza.

-Estábamos en vías de resolver el problema de exclusión a través del crecimiento de todos los estratos sociales, eso se perdió y causó las dificultades económicas que llevaron también a dificultades políticas perfectamente explicables pero de las cuales no vamos a salir con el esquema de no respeto a la propiedad y empresa privadas. La empresa privada da la mitad o más del aporte presupuestario nacional en forma de impuestos. Los sindicatos llevan las estadísticas y en 2009, el 86% de los conflictos laborales ocurrió en el sector público. Es reconocido que los paquetes privados son superiores a los estatales.

-¿La crisis eléctrica qué impacto tendrá en la actividad productiva del país?

-Uno de los economistas que participó en el foro de perspectivas económicas en Valencia mencionó que probablemente podría tener un efecto de 1% sobre el crecimiento. Eso depende de la lluvia. Los empresarios están preocupados, los que están preparados con plantas no saben si van a contar con combustible a tiempo. Hay problemas de gas y de gasoil para llegar. Vamos a tener un año difícil y el que viene también.

-¿Cómo visualiza el comercio binacional con Estados Unidos en el corto plazo?

-Si bien las importaciones de Venezuela hacia EEUU bajaron 45% en 2009 con respecto a 2008, ya en noviembre del año pasado la reducción fue de sólo 4%, gracias a la recuperación del precio del petróleo y a pesar de la menor cantidad de barriles y las reducciones en las exportaciones no petroleras. Y eso hará que veamos una recuperación del comercio con EEUU.

-¿Esto significa que el discurso político no afecta el mercado ni las relaciones?

-Sí los afecta. Si las condiciones jurídicas y de las personas fueran mejores, Venezuela hubiese recibido más de $1.500 millones en la ronda de la Faja.

Mariela León
EL UNIVERSAL

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