John Muller, director adjunto del diario El Mundo de Madrid, y quien fuera director del diario El Universal en Caracas entre 1995-1996, aseguró que al llegar al país se dio cuenta de lo difícil de la situación social y de libertad de expresión en Venezuela.
Comentó que cuando llegó para dirigir El Universal había grandes expectativas entre los diarios del país frente al reto de Internet y por mejorar la calidad. Sin embargo, años después, consigue que en vez de mejorar hubo un retroceso.
“Lo que está pasando aquí es peor de lo que creíamos”, expresó.
Expuso también que hay violaciones graves a la libertad de expresión, como el caso de Oswaldo Álvarez Paz, y al derecho a la información, como las dificultades para acceder a las fuentes oficiales.
Muller igualmente señaló que tenía cierta noción de lo que ocurría en el país a través del Parlamento Europeo y organizaciones de derechos humanos pero “no es sino al escucharlos cuando uno se da cuenta de la situación”.
Caso Insulza
Con respecto a la entrevista ofrecida en la noche del jueves a CNN por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, el director opina que el funcionario “tiene muy poca mano izquierda para tratar el tema de Venezuela”.
A juicio de Muller, la Ley Habilitante que faculta al presidente Chávez a legislar por 18 meses es una “tomadura de pelo” que podría ser utilizada con fines distintos para los que fue elaborada. “Pero eso lo puedo decir yo, probablemente Insulza no”.
Objetividad y periodismo
Para el director adjunto de El Mundo de España, “hay que hacer un periodismo diferente en situación de emergencia” como la de Venezuela. Pues cuando hay abusos crecientes de la autoridad la objetividad desparece.
Repitió la máxima del periodismo estadounidense: “los hechos son sagrados y la opinión libre”ese concepto del objetivismo, no objetividad que no existe, es el que Muller prefiere.
A su juicio, las tendencias de los medios son aceptables siempre que sean honestas con el público, el problema es cuando el Gobierno pretende controlar toda la información y hacia allá parece ir Venezuela. Por ello entiende la preocupación de muchos comunicadores sociales en el país sobre el futuro de la información.
Estas son algunas de las consideraciones del director durante un conversatorio informal en la sede del diario El Nacional durante la mañana de este viernes.
Futuro de la prensa e Internet
Para Muller el Internet irá pasando a ser una especie de “televisión bajo mando”, donde cada vez hay mayor demanda de informaciones multimedia.
En cuanto a su relación con los periódicos la mayor diferencia que él observa es que “Internet no da ingresos”. En el caso de El Mundo debieron integrar la redacción digital y la impresa.
Aconsejó buscar maneras distintas de contar las historias y noticias en los periódicos.
Frente a situaciones adversas sostiene que sólo caben dos actitudes. Para ejemplificar contó la fábula de dos ratoncitos en un tazón de leche; uno de ellos se queja y repite que no puede por lo que termina ahogándose. El otro se pone a patalear hasta que, al rato, la leche se convierte en mantequilla, sale y se salva.
Desde allí, por un pago mensual, las personas pueden leer el diario -en cualquier parte del mundo donde haya servicio web- tal y como fue diagramado para el papel, pero en tamaño adaptado a las pantallas.Una de las formas que han creado en El Mundo para crecer y encontrar adeptos desde Internet es Orbit, una especie de kiosco virtual.
Está dirigido a aquellas personas que se han ido adaptando a los medios digitales pero que gustan de leer prensa.
Es para un público distinto a los “nativos digitales” que se conforman con píldoras informativas y prefieren contenidos multimedia. Tampoco es para aquellos que siempre desean mantener “el aroma del papel”.
Muller aún no sabe si funcionará como “la mantequilla” de la fábula. Sin embargo, sólo en el último mes se sumaron 5 mil suscriptores gracias a una oferta especial.
El poder de una redacción
Según Muller, un blogero puede ser muy original pero jamás tendrá el soporte y capacidad de una redacción bien organizada. Además de que una marca editorial respalda cualquier denuncia o caso controvercial.
Sobre esa base insiste en que, en una democracia, un periódico debe ser el vigilante de los gobiernos, no el gobierno el vigilante de los medios.
E. CORDOVÉS
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