LA ZONA EURO ESTÁ SUPERANDO LA PRUEBA
R. Villapadierna
ABC
El mundo crece a distintas velocidades y en Europa occidental lo hace menos, aunque en el Foro de Davos ha convencido la determinación del euro. En 2011, el primero impulsará su economía a una media del 2,5%; pero, mientras las economías emergentes crecerán un 6,5%, en el viejo continente la cuota descenderá a un 1,5%, y al otro lado del Atlántico un 3% justificará la sensación de repunte en EEUU.
Por delante irá la locomotora alemana, con un 2,2-2,3%% de crecimiento, como ha recordado el ministro alemán de Hacienda. Wolfganf Schäuble dijo al Foro Económico Mundial que no debían esperarse nuevos “shocks” en la economía del euro: “El euro va a permanecer estable. Estamos preparados y podemos defender la estabilidad del euro”.
Pero Schäuble reconoce asimismo que el cómo “es difícil” y que “aún tenemos mucho de qué discutir”. Pero secundando a la canciller Merkel, el día anterior, y al británico Cameron, el cancerbero de las finanzas alemanas recalcó que la reducción del déficit fiscal “es la condición” para lograr un crecimiento sostenible. El analista del «Financial Times» ha confirmado que “además de una estructura, el euro tiene ahora una voluntad de sus dirigentes políticos”.
Los paladines financieros del eje franco-alemán han querido dejar claro a la comunidad empresarial global que “hemos superado la prueba” y el euro está ya más allá. La superministra Christine Lagarde rehusó acusaciones de que la eurozona hubiese pasado de una “situación aguda a crónica”, bien al contrario el mecanismo de rescate y el pacto de estabilidad se apuntalan, “ahora fortificamos las posiciones”; sin embargo ha descartado un rápido crecimiento de la eurozona.
Lagarde ha pronosticado una pequeña recaída en el ritmo económico, en 2011 fente a 2010, con un crecimiento del PIB en un 1,5% frente al 1,7% alcanzado en 2010. El déficit en la región del euro ha sido de un 6,4% sobre el Producto Interior Bruto y el endeudamiento colectivo de un 84%.
La fuerza de China, India y Brasil
Las economías emergenes se han recuperado con fuerza de la crisis, espoleado el conjunto por China, India y Brasil, pero también las desarrolladas repuntan, si bien más lentamente con excepción de Alemania. Los comentarios escuchados en Davos sugieren que no son de esperar nuevos estímulos de públicos, por lo que urge, como recalcó el premier británico, que el sector privado contribuya ahora al través de la inversión y la innovación.
Otra de las conclusiones acepatadas es que el G20 –formado por el G8 más los emergentes- es el nuevo modelo operativo, pero su agenda tendrá que ser receptiva a las preocupaciones de los países no miembros de ambos.
En cuanto a la controvertida zona del euro, el ministro alemán ha resumido su situación diciendo que no está nada mal «en el conjunto mundial, pero para incrementar la competitividad de la economía europea es necesaria una mayor armonización de los programas económicos y sociales, “porque en competitividad sí vamos algo por detrás». Lagarde ha concedido que una década después de su introducción se hacían necesarios nuevos avances, como el establecimiento
Un panorama optimista
El panorama tal como lo presentan con los expertos del Foro Económico Mundial aparece optimista, pese a anotarse una ligera desaceleración frente al ejercicio previo, pero crecientemente desacoplado, esto es, la “nueva realidad económica” que sobretitula a la edición de este foro.
Los pronósticos de crecimiento para China para 2011 se sitúan en el 9,6 por ciento, frente al 10,5 por ciento de 2010. El ministro indio de Hacienda, Pranab Mukherjee, pronostica una reactivación económica del 9% en su país, pero recuerda las notas de incertidumbre que mantienen sobre todo los precios del petróleo, pero también los riesgos sobre la estabilidad financiera y la deuda soberana europea.
La economía global encarará de este modo desafíos según reparto geográfico y cuota de mercado: inflación y sobrecalentamiento en las economías emergentes, consolidación fiscal y amortización de deuda soberana, en el caso europeo y estadounidense.
La tensión en el mercado de divisas o el encarecimiento de combustibles y materias primas tocará a todos, aunque estas últimas están demostrando efectos sociales demoledores en las regiones más precarias. El presidente del Banco Mundial, Robert B. Zoellick, advirtió del peligro de sobrecalentamiento de las economías emergentes y de los riesgos derivados de la deuda soberana en la zona del euro.
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