En los últimos días, a raíz del discurso del Presidente en donde en teoría debía rendir cuentas por los últimos doce años, muchos se han dado a la tarea, cada uno en su área, de explicar qué es lo que no se ha hecho. Porque con una bonanza petrolera de la magnitud que hemos tenido es evidente que no se puede citar como único mérito el que esto se haya mantenido en pie (si es que eso se puede decir, al menos hay más de 150.000 que ya no están en pie). Esa dimensión, la de lo que no se ha hecho, nos saca de la atontada realidad en la que vivimos y nos pone en presencia de lo que pudo haber sido (y podemos llegar a ser). Ese es acaso uno de los retos más difíciles de quienes hacen política: alimentar la imaginación del venezolano con la posibilidad de alcanzar un nivel de bienestar superior, que quizás no hayan tenido antes. Algo así como la república aérea de Bolívar, pero en términos de bienestar.
En economía los números son devastadores. A pesar de la colosal bonanza petrolera, el ingreso por habitante promedio ha crecido 4,8% en doce años, que viene a ser 0,4% anual. Los farsantes (los hay de lado y lado) suelen decir que Venezuela "siempre ha sido un país de bajo crecimiento". No es verdad, Venezuela fue el país de mayor crecimiento económico en el mundo entre 1950-1977 y también creció lo suyo entre 1990-1992. (Pero en fin: Analistas económicos y políticos son dos ocupaciones muy de moda por estos días, y a veces ambos se funden en uno sólo) ¿Qué han hecho otros países en ese tiempo? No vamos a citar el caso de China, cuyo ingreso promedio ha crecido en doce años 161% (8,3% anual) o el de la India, que ha crecido 85% (5,3% anual). Vamos a pensar en gente como nosotros. Entre 1999 y 2010, Chile consiguió incrementar el ingreso promedio de cada habitante en 36% (2,6% anual). Bueno, te dicen, Chile tuvo a Pinochet (a quien se sobreestima, se olvida que su gestión económica fue un rotundo fracaso hasta 1982 y que la democracia volvió en 1990, hace ya veinte años). "Es un caso distinto". Hablemos de Argentina y Brasil. En los doce años de Chávez, ambos consiguieron incrementar su ingreso por habitante 25% (1.8% anual). ¿Tampoco? Veamos Perú y Colombia. Perú consiguió aumentar el ingreso real promedio de sus habitantes en 47% en doce años (3,2% anual). Colombia ha conseguido crecer 14% por encima del crecimiento poblacional (equivalente a 1,1% anual). Y hasta en México, que no ha tenido doce años fáciles, el ingreso promedio creció más del doble de lo que creció el nuestro: 12% en doce años (0,9% anual).
Visto de otra forma, al ritmo de crecimiento de Venezuela tomaría 98 años crecer lo que ha crecido Perú en doce, 33 años crecer lo que ha creció Colombia y 29 años lo que creció México en ese mismo período. Y cuando se hacen todas estas cuentas hay que considerar que el resto de América Latina ha recibido el impacto negativo de los precios del petróleo, que para Venezuela representa viento a favor.
Muchos de esos países aún tienen ingresos promedio que en términos absolutos están por debajo de Venezuela. Pero con esas enormes diferencias en las tasas de crecimiento, es sólo una cuestión de tiempo. Hecho en socialismo.
viernes, 21 de enero de 2011
La magnitud del atraso
MIGUEL ÁNGEL SANTOS | EL UNIVERSAL
21 de enero de 2011
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