De la enmienda a la "operación Peter Pan"
La defensa de los niños y de la propiedad privada no admite políticos sin instrucción
El rechazo al modelo ideológico de Chávez es una realidad sin discusión. Una abrumadora mayoría de venezolanos mantiene intactas sus ideas alrededor de temas cruciales como la propiedad privada y la educación. Aun así, no existe ninguna certeza de que el "hiperlíder" esté impedido de avanzar hacia el puerto a donde decidió llevar el barco de la nación. Cuando los propagandistas del gobierno lograron transformar la reelección vitalicia en "la ampliación de los derechos políticos" -lo que viabilizó la aprobación de la enmienda-, probaron su capacidad para quebrantar las resistencias generadas por la propuesta. Ahora, colocados de cara a estos dos problemas, cuya solución resulta indispensable para continuar el trayecto hacia "el mar de la felicidad", los técnicos oficialistas han desplegado una feroz campaña mediática, orientada al mismo propósito. La evocación de la "operación Peter Pan" -que se enmarca dentro de la estrategia de exaltar la supuesta buena voluntad del Estado frente a la educación de los niños-, así como el perverso discurso alrededor de la "propiedad privada de los 'ricachones'" -con el que se estimula la lucha de clases, mediante la explotación deliberada de los resentimientos presentes en un segmento de la sociedad venezolana-, constituyen una reedición exacta del episodio de la reelección vitalicia, cuya aprobación no sólo puso en evidencia que la opinión pública es permeable a las manipulaciones más descaradas y toscas, sino también que la alternativa democrática experimenta fallas gravísimas para afrontar, con profesionalismo y seriedad, las oscuras técnicas de la propaganda revolucionaria. Vistos desde la lente del potencial que ellos describen, los números de las encuestas ciertamente pueden interpretarse como anuncios prometedores, cuya utilidad teórica, sin embargo, contrasta de palmo a palmo con el amateurismo -y el pasmoso descuido- con el que vienen abordándose dos de los planteamientos más corrosivos contenidos en el modelo de control social del presidente Chávez... Aunque debemos agradecer los esfuerzos que una parte del elenco democrático ha desplegado para dificultarle al "hiperlíder" la materialización de su propuesta en materia educativa y en materia de propiedad privada, es urgente advertir bien temprano sobre la dramática insuficiencia de estos intentos. La comunicación política eficiente exige mucho más que un conjunto de buenas intenciones. Los temas que hoy ocupan al gobierno -y que afectarán decisivamente el futuro ejercicio de las libertades en Venezuela- no pueden ser despachados con un simple "no es no" de la enmienda. La revolución le ha dado un giro inteligente al tratamiento de estos temas y es obligante que sus contrarios reajusten de inmediato sus mensajes. La defensa de los niños y de la propiedad privada no admite aficionados ni políticos sin instrucción. Las vetas que el gobierno aprovecha también están en las encuestas. Los rechazos no están blindados. ¡Cuidado, pues!
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