miércoles, 17 de junio de 2009

La LOPE

Adolfo R. Taylhardat

El Universal, 17 junio de 2009

La Ley Orgánica de los Procesos Electorales (LOPE), aprobada ya en primera discusión en la Asamblea Nacional, ha sido objeto de severas y bien fundamentadas críticas, incluso de parte de dos de los partidos (PPT y PCV) de la coalición oficialista que dirige el teniente coronel presidente.

Durante el Foro "Por elecciones limpias, libres y justas" realizado el viernes pasado por varias organizaciones de la sociedad civil se señalaron los numerosos vicios, fallas, inconvenientes, desviaciones, lagunas, errores, insuficiencias y pare de contar, de que adolece ese instrumento legal.

No garantiza la transparencia democrática, viola los artículos 63 y 293 de la Constitución Nacional al cambiar el sistema electoral eliminando la representación proporcional; consagra el bi-partidismo violando también el principio constitucional de la pluralidad democrática; otorga amplio arbitrio al CNE para dictar normas destinadas a regir cada proceso electoral; no establece parámetros para auditar el sistema de votación; hace inauditable la selección de los miembros de las mesas; no establece mecanismos para impedir los abusos y los ventajismos durante la campaña electoral; permite al régimen gobernante modificar circunscripciones electorales y construir circunscripciones electorales discrecionalmente para que en las zonas con voto militante se puedan escoger más cargos otorgando ventajas a un determinado partido político; legaliza la trampa de las "morochas", no contempla ninguna norma relacionada con la observación internacional de los procesos electorales.

Estas son sólo algunas de las imperfecciones que fueron denunciadas durante el foro.

Pero además, y esto es igualmente grave, desestima principios internacionalmente reconocidos como fundamentales para la realización de elecciones transparentes y menosprecia las observaciones y recomendaciones formuladas por las misiones internacionales de observación que han presenciado los procesos electorales realizados en el país.

Esas misiones electorales constataron que durante la elección presidencial del 2006, bajo la mirada indiferente y hasta cómplice del CNE se cometieron numerosos actos de abuso de poder, de ventajismo e infracciones de las normas de propaganda y publicidad protagonizados por el propio presidente-candidato, ministros, entidades públicas y el partido oficialista; también constataron la participación descarada de funcionarios públicos en la campaña electoral; fueron testigos de las presiones y amenazas ejercidas sobre empleados y funcionarios de la administración pública para que votaran por el presidente-candidato o adhirieran a manifiestos de apoyo a esa candidatura; observaron la presencia intimidante y las actividades no permitidas de los efectivos del Plan República dentro de los centros de votación; constataron violaciones del secreto del voto bajo la forma de "asistencia" a los votantes en el momento de ejercer su derecho al sufragio, etc.

En su informe sobre la elección presidencial la Misión de observación de la Unión Europea señaló que: "el CNE dictó 10 resoluciones que regularon aspectos tan importantes del proceso como la postulación de candidatos, la posición de los mismos en las boletas, las normas de financiamiento de la campaña, el procedimiento de acreditación de testigos de los partidos políticos y las normas sobre publicidad y propaganda de la campaña electoral. Algunas de esas normas fueron dictadas en una fase muy avanzada del proceso electoral…".

La LOPE, lejos de remediar esa situación que afecta directamente la credibilidad del electorado en la autoridad y la confianza en el sistema electoral, amplía las facultades reglamentarias del CNE y expande el margen de discrecionalidad de ese órgano para cometer arbitrariedades.
La Misión de Observación de la Unión Europea recomendó expresamente en su informe que el nuevo texto legal que se dicte para regir los procesos electorales debe contar "con el consenso de las principales fuerzas políticas del país, incluidas las que no tienen representación parlamentaria".

Sin embargo, desdeñando también esta recomendación y a pesar de que en la exposición de motivos de la LOPE se proclama "la participación protagónica" como una de las características del nuevo instrumento legal, esa ley tan trascendental para el funcionamiento de la democracia ha sido elaborada a espaldas de la ciudadanía, ignorando las opiniones de los principales sujetos de ese instrumento legal como son los partidos políticos, la sociedad civil y el ciudadano individual.

Sin embargo, como dice el refrán "guerra avisada no mata soldado". Los venezolanos no debemos amilanarnos ante las condiciones adversas que plantea la LOPE. Conscientes de que esa nueva ley pretende eternizar el régimen dictatorial del teniente coronel presidente, en las elecciones legislativas del año próximo, debemos participar multitudinariamente para elegir un nuevo Poder Legislativo que cuente con una composición mayoritaria capaz de restituir al Parlamento su condición de poder público independiente y autónomo. De esa manera se podrá también designar un nuevo CNE auténticamente independiente y corregir los vicios, los defectos y desmotar las trampas que se han montado dentro del sistema electoral.

Esa es nuestra oportunidad para restituir al voto el valor que le corresponde como genuina expresión de la voluntad popular.


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