viernes, 12 de junio de 2009

"En vez de llantenes, debemos estimular la batalla electoral"

"Chapulines colorados de la abstención le hacen el juego al Gobierno"


Carlos Raúl Hernández recuerda que en Polonia, Nicaragua y Chile la oposición venció al autoritarismo con unidad (Vicente Correale /Archivo)

Para Carlos Raúl Hernández, la amenaza del "ejército de diletantes que se dedican a denigrar" de los partidos y organizaciones que bregan por construir una mayoría en las urnas, debe ser neutralizada mediante la ratificación de los "dogmas" de la oposición: "la unidad, su apego a la Constitución y a la vía pacífica, democrática y electoral en cualquier circunstancia". 

"Haga lo que haga el Gobierno, practique la provocación que sea, haga las trampas que haga, amenace lo que tenga que amenazar, esa es la indoblegable voluntad de la oposición que hay que ratificar". 

El sociólogo y académico de la UCV salió al paso a la corriente de opinión que, según su apreciación, intenta retomar fuerzas a raíz de las críticas que justificadamente se hacen al proyecto de Ley Orgánica de Procesos Electorales (LOPE). 

No pierde de vista que el Gobierno de Hugo Chávez, prevalido de su mayoría, puede imponer en la Asamblea Nacional lo que se le ocurra, sin embargo, dice tener la impresión de que el oficialismo ya está entendiendo que la viveza se les puede revertir. "Nosotros somos mayoría y cualquiera sea el método que emplee, se va a hacer sentir". 

"Yo estoy bastante convencido que si hacen eso (imponer el ventajismo en la asignación de las curules), con los votos que la oposición sacó en las elecciones de gobernadores de 2008 tenemos la mayoría asegurada, partiendo por supuesto de que haya alianza perfecta. Con eso estaríamos cerca de 50%. Las encuestas dicen que la mayoría de los venezolanos repudia el proyecto totalitario que la cúpula del Gobierno quiere imponerle a todo el país, incluyendo al chavismo. Con eso podríamos llegar a 70% del Parlamento". 

Hernández alerta que los planteamientos formulados por "los chapulines colorados de la abstención" conducen a los ciudadanos a pensar que la vía electoral está cerrada. 

"Cada vez que el Gobierno hace una operación para desestimular la vía electoral, salen inmediatamente esos diletantes a hacerle el juego, a cometer todo tipo de torpezas (...) Casi todos los expositores del abstencionismo han cometido errores catastróficos y se han devuelto de sus posiciones sin ni siquiera darle una explicación a quienes los han seguido. Ellos se dedican a denigrar de los que proponen participar, a última hora ellos se deciden, van por el Camino de Santiago, ven la luz y participan, como si no ha pasado nada. Desacreditan el proceso, hacen conjeturas tontas y luego se cambian. Pero cuando los que proponemos la vía electoral no hemos ganado, salen otra vez con el abstencionismo. En vez de esos llantenes, tenemos que aprovechar el tiempo y hacer una gran campaña electoral para estimular a los electores para una gran batalla. Este es el momento de los partidos por encima de lo que digan las encuestas, pues ningún político serio decide por lo que ellas digan". 

A propósito de la recientemente instalada "Mesa de la Unidad", el profesor ratifica que su objetivo "no son las elecciones". 

"El objetivo es la construcción de un movimiento popular con la finalidad de participar en los distintos tipos de luchas no electorales que tenemos plan- teadas". 

Sin embargo, Hernández sí cree importante que la alianza de oposición comience "de inmediato" a discutir los escenarios electorales. 

"Ahí hay temas muy arduos, como instalar la maquinaria de testigos. Eso no hay que dejarlo para el año que viene. Y la plancha única, que es el problema verdadero". Dice estás convencido de "la buena fe" de quienes proponen la tarjeta única, pero considera que eso "es un disparate". Para explicar su crítica, apela a la Teoría de Juegos de Nash -dramatizada en la película "UNA MENTE BRILLANTE" en la escena de la competencia por la rubia- según la cual "cuando se quieren competir, no se puede desactivar el espíritu competitivo de los componentes, que en este caso son los partidos". 

"Si los partidos van en esa cosa gris que es la tarjeta única, se desmoralizan. Ellos tienen que luchar por conseguir más votos para ser los primeros y al quitar ese aliciente, se produce una caída de la energía combativa. Eso está estudiado en muchos lugares del mundo. Lo que hay es que poner la zanahoria para que los partidos avancen en la búsqueda del campeonato y empujen entre todos hacia adelante, que todos los caballos corran al máximo de su velocidad. Para eso no bastan los estímulos espirituales, esa es una infiltración del "Guevarismo" en la oposición: creer que lo moral sustituye lo fundamental, que es el estimulo material". 

Elvia Gómez
EL UNIVERSAL

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