martes, 2 de junio de 2009

DECLARACIÓN DE EL GRUPO ÁVILA

Chávez ordena al Tribunal Supremo y a la Fiscal General actuar contra canal crítico de televisión

 

En días recientes el Presidente Chávez ha invitado a renunciar  a los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y a la fiscal Luisa Ortega Díaz en caso de que no estén dispuestos a actuar legalmente contra el supuesto "envenenamiento mediático" de la cadena televisiva Globovisión.

"Señora fiscal, le hago un emplazamiento público para que usted, con sus fiscales, cumpla con su obligación ante el pueblo, que para eso están allí. Señora presidenta del TSJ (Luisa Estella Morales), con todos los magistrados y tribunales, cumplan con su obligación que para eso están allí y, si no, renuncien y que gente con coraje asuma", dijo el mandatario.  

Seguidamente advirtió que esperará "que se cumpla lo que tiene que cumplirse, y si no ocurriera lo que tiene que ocurrir en las instancias correspondientes", él mismo actuaría contra la referida televisora. "Voy tener que actuar yo mismo (&) como he tenido que hacerlo en algunas ocasiones ante las deficiencias y los vacíos que todavía tenemos en algunas instancias del Estado", agregó.

Las advertencias del jefe de Estado también alcanzaron a Diosdado Cabello, considerado uno de sus funcionarios más cercanos y quien hoy ocupa el Ministerio de Obras Públicas y Vivienda, al cual recientemente le traspasó la Comisión Nacional de Telecomunicaciones, encargada de la supervisión de los medios televisivos.


"Diosdado Cabello, estoy esperando", soltó, para luego comentar: "Uno nombra funcionarios y entonces parece que algunos los amenazan. El enemigo juega duro por todos lados, amenazas, chantajes y, en algunos casos, uno no entiende por qué".

Aunque nunca mencionó al canal, el Presidente destacó, en clara alusión a Globovisión, que " el "envenenamiento mediático" ya es un "problema de salud pública". "Espero que los organismos correspondientes tomen las acciones que tienen que tomar, no solo espero, ¡exijo! (...) Me importa un comino lo que digan en el mundo".

Con estas declaraciones públicas, el Presidente venezolano, una vez más, muestra su intolerancia frente a las opiniones distintas a las suyas y evidencia su desprecio  a la libertad de expresión,  al principio de la separación de poderes públicos y su dominio total sobre ellos. Además, son éstas pruebas adicionales a lo que algunos organismos internacionales han señalado sobre las flagrantes violaciones a los derechos humanos en Venezuela.

 

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