lunes, 8 de junio de 2009

ENTREVISTA

EL DILEMA DE LA OPOSICIÓN


EL TIEMPO, 8 DE JUNIO DE 2009

Anna Pozzolungo



En la oposición hay quienes aconsejan no darle a Hugo Chávez la excusa de llamarlos “guarimberos”. En ese bando están los que creen que tomar la calle es hacerle el juego al gobierno.

Dentro del mismo conglomerado opositor también hay quienes cuestionan la pasividad. En esa parcialidad están los que no renuncian a la protesta y se niegan a “poner la otra mejilla”.

Y en medio de unos y otros están los que se preguntan: ¿Cuál de las dos opciones es entonces la correcta para hacerle entender al Presidente que no puede seguir gobernando a punta de imposiciones?

Constitución mediante

Amalio Belmonte, profesor de Sociopolítica de la Universidad Central de Venezuela (UCV), está entre quienes creen que cada vez que la oposición actúa usando los mecanismos establecidos en la Constitución “le ha ido bien”, por lo cual su recomendación es “empujar al máximo los medios democráticos”.

El analista recuerda que algunos errores pasados, como la abstención sin razonamiento o la participación sin ofrecer un proyecto alterno, se han reflejado en resultados que, al final, son sólo cifras, y que no se han traducido en acciones constantes.

“¿Cómo es posible que a 5 millones de personas (número estimado de venezolanos opuestos al gobierno) se les hable únicamente cuando haya elecciones?”, se pregunta Belmonte, quien al mismo tiempo se responde: “La oposición no se puede seguir manejando coyunturalmente sino de manera continua y ello significa que debe ver, en cada circunstancia, como actuar. Si no es así, seguirá la improvisación”.

El sociólogo señala otra necesidad: la unidad. En tal sentido, insiste en la urgencia de que los adversarios al chavismo se pongan de acuerdo. “No son capaces de unificarse más allá de las pequeñas cosas, no son capaces de pensar que el dilema está entre democracia y formas de autoritarismo que pueden acabar con ella, sino que sólo piensan en quién va a suceder a Chávez. Ello es risible, porque primero hay que crear condiciones para hacer frente al actual mandatario”.

El presidente de Acción Democrática, Víctor Bolívar, le da la razón a Belmonte al reconocer que la oposición necesita construir una visión de futuro que el país considere factible.

“El gran drama está en que nosotros todavía no tenemos definido qué es lo que haremos en caso de que Chávez salga del poder. Nos hemos quedado sólo en decir que es malo su socialismo y no hemos hecho un esfuerzo, ni serio ni profundo, para ofrecer alternativas viables”.

El dirigente adeco dice que al venezolano no le gusta andar a ciegas y, ante la ausencia de un planteamiento articulado, “lo que hace la gente es dejar hacer y dejar pasar; pero no porque le guste, sino porque no tiene otra alternativa”.

Al máximo vocero de la tolda blanca le parece que el gran reto de quienes adversan al Ejecutivo es construir una visión de país y de futuro con propuestas concretas y viables a corto y largo plazo.

“Un país en el que le digamos al pueblo que la propiedad privada va a ser restituida porque tenemos la forma de revertir lo que hace Chávez, un país donde se eliminen las milicias de la Fuerza Armada Nacional, donde regresemos a un esquema mixto en el que además del Estado, con su papel rector, los sectores privados tengan un rol predominante. Eso es lo que compra al país, no la improvisación”.

Es en este contexto, y situado en medio de la encrucijada, que Bolívar se inscribe entre quienes apuestan por no abandonar la calle como terreno para expresar el descontento y contener el avance desmedido del socialismo.

El dirigente califica de “increíble” lo ocurrido tras las elecciones del 23 de noviembre. “Antes de que la oposición lograra los espacios de poder que ahora tiene (Alcaldía Mayor, gobernaciones de Miranda, Mérida, Táchira, Nueva Esparta, Zulia y Carabobo) estaba más articulada y tenía más calle y más discurso. Pero al parecer ese resultado más bien nos perjudicó y la razón no la sabemos. Eso es un proceso político que hay que analizar en sus entrañas.

Este hecho ha permitido además que el jefe de Estado le saque provecho a nuestras debilidades, desconociendo incluso a Antonio Ledezma, con lo cual se le dice a los votantes que con sus votos hace lo que le da la gana, alimentando la desmovilización”.

En ejercicio de introspección, Bolívar insiste en que la oposición debe revisarse, cosa que -advierte- luce difícil, dada la heterogeneidad de las organizaciones opuestas a la revolución.

 “Si seguimos actuando con los mismos códigos de Chávez: sin elecciones internas dentro de los partidos, sin legitimar las autoridades, abandonando la calle y escondiendo la cara frente a hechos graves, no seremos alternativa para Venezuela”, asegura.

Convencido de que la democracia se construye día a día, el dirigente de AD pide hacer un gran esfuerzo para hacerle ver a la ciudadanía que “el secuestro” de la Asamblea Nacional por parte del Ejecutivo le permite a éste lograr la aprobación de leyes incluso rechazadas en diciembre de 2007 en el referendo de la reforma constitucional.

“En la medida en que le hagamos ver a la gente que de ese parlamento depende la designación del Consejo Nacional Electoral, los magistrados del Tribunal Supremo de Justicia y los miembros del Poder Ciudadano, en esa medida pudiéramos alzarnos con una vitoria en los próximos comicios legislativos y ese pudiera ser el comienzo del fin. Chávez hace lo que hace porque tiene postrados a sus pies a todos los poderes públicos y sobre todo a la AN.

Por eso creo que debemos focalizarnos en las elecciones parlamentarias de 2010 y hacerle ver a la gente su importancia, pues significaría ponerle difícil a Chávez la aprobación de más leyes”.

Cortocircuito

El politólogo Carlos Romero afirma que la oposición vive un mal momento.

Hecho el diagnóstico, el analista apunta que para poder entender la posición actual del sector se deben tener en cuenta dos factores.

El primero -explica- es de carácter general. “En este momento el país tiene una tendencia a la pasividad política, lo que hace un cortocircuito no sólo entre el liderazgo de la oposición y la oposición popular, sino que también lo está sufriendo el gobierno, que aunque conserva el apoyo mayoritario ello no se expresa”.

El segundo elemento -completa- es la falta de unidad opositora para responderle al Presidente, “quien busca desesperadamente que de a poco este sector patine por la vía de la violencia”.

El también docente de la UCV aclara que hay una parte de la oposición con un sólido compromiso democrático, pero con el gran inconveniente de que no hay elecciones a la vista. “Y dados los pocos recursos disponibles, el mejor instrumento para movilizar a sus seguidores es un proceso electoral que, en lo inmediato, no hay, lo cual conlleva a un estado de letargo”.

En opinión de Romero, la falta de unidad opositora tiene que ver con otra falta: la de franqueza. “No hay unión porque, entre otras cosas, no hay ningún dirigente que pueda estar por encima de otros igual o cercano a Chávez. Y como no lo hay, todos ellos pretenden ser ese dirigente”.

El especialista observa tres caminos: caer en la tentación de irse por la vía no democrática, seguir en el estado actual de petrificación, o tratar de romper la mayoría que aún tiene el Presidente.

Puesto a escoger una de esas rutas, Romero advierte que lo principal es que ni la dirigencia opositora, ni la población pisen “el peine” de la polarización.

Oposición barrio adentro

De su lado, el dirigente de Un Nuevo Tiempo (UNT), Alfonso Marquina, es más optimista y asegura que sí hay una manera efectiva de “roncarle” a Chávez e impedirle que imponga a “trocha y mocha” su proyecto socialista.

“La vía es privilegiar el debate social entendiendo que son muchos los problemas acumulados y que la clase política no puede ser sólo interlocutora de los problemas de Venezuela, sino que también debe ser activa intermediaria entre el ciudadano y los distintos niveles de gobierno. Por eso en este momento lo que tenemos es que dedicarnos a estar en las comunidades, en los barrios, procurando soluciones”.

El ex diputado sucrense recomienda a sus colegas políticos dejar de preocuparse por protagonismos y ocuparse de ser útiles a la gente.

Corriente sin cauce

Recientemente, el presidente de Datanálisis, José Antonio Gil Yépez, explicó que mientras el gobierno acelera la revolución (con tomas de fincas, expropiaciones, la negativa a negociar

Con sindicatos los contratos colectivos y las presiones a los medios de comunicación, entre otros), del lado de la oposición no hay articulación alrededor de un líder, mensaje o partido. “La cultura del venezolano sigue siendo democrática, pluralista, tolerante y de cooperación entre los sectores, defiende la propiedad privada, la Iglesia y la libertad de expresión, y a pesar de todo esto no hay un frente organizado opositor que pueda frenar estas acciones del gobierno”.

¿…Va la vencida?

El primer intento de la oposición por unirse para enfrentar al presidente Chávez se concretó en la denominada Coordinadora Democrática fundada en octubre de 2002. Esta convergencia de partidos se disolvió en el 2004 debido a la ruptura interna de la organización, poco después de haberse realizado el referendo revocatorio presidencial en agosto de ese mismo año.

El 23 de enero de 2008 los opositores realizan un segundo intento con el denominado Pacto de la Unidad mediante el cual buscaban concretar candidaturas unitarias de cara a las regionales.

Un tercer paso se dio el pasado lunes 1 de junio cuando Acción Democrática informó sobre la creación de una mesa unitaria que comenzará a trabajar en distintas áreas, entre ellas electoral y organizativa para enfrentar al gobierno nacional. Esta nueva instancia conjunta estará conformada por los principales partidos políticos.

Pauta presidencial

Alfonso Marquina reconoce que quienes adversan al gobierno mantienen “siempre” una actitud reactiva a lo que dice el jefe de Estado. “Deliberadamente Chávez habla de cosas que no le interesan a los venezolanos para evitar que se hable de los problemas que él no tiene como justificar y que demuestran sus fracasos. “Nuestro trabajo es apoyar a un país que está exigiendo y reclama soluciones, debemos empezar a ser útiles a la gente y no a servirse de la gente”, apuntó el unetista.

ANNA TERESA POZZOLUNGO P.

 

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