domingo, 7 de febrero de 2010

Crisis eléctrica afecta proyectos de desarrollo a mediano plazo


Un plan ferroviario nacional, la instalación de un parque industrial de al menos 11 empresas básicas, 200 fábricas socialistas, plantas de fertilizantes, de propileno, de alimentos y la desconcentración de las ciudades con la creación de una red de centros urbanos son algunos de los planes que maneja el Gobierno nacional para los próximos años y que serán afectados por la crisis eléctrica actual. Son proyectos que requieren de energía para prosperar, pero que ahora se enfrentan a un racionamiento de electricidad. No obstante, aun sin la coyuntura actual, la situación sería difícil. En los últimos años, los requerimientos de energía eléctrica han estado por encima de la generación de electricidad, es decir, la creciente demanda no ha podido ser cubierta.

Esta semana, el Centro Nacional de Gestión (CNG) emitió un informe que indica que la generación de energía durante el año 2009 creció en 4,45%, mientras que la demanda se incrementó 6,03%. Pero no es la primera vez que sucede. Con una sola excepción -hace tres años- desde 2005 la generación de energía ha sido insuficiente para atender los requerimientos del país, lo que indica que las inversiones en el sector no lograron el objetivo de ampliar la potencia eléctrica en concordancia con la demanda nacional.

Guri opera a 47%

Los planes gubernamentales de desarrollo regional, que implican un consumo mucho más alto de energía, tratan de crear distritos productivos que requieren la instalación de centros industriales y desarrollarlos a su máxima expresión, así como asentamientos urbanos interconectados a través de un ferrocarril.

Pero el problema no solo se trata de la insuficiente capacidad para cubrir los requerimientos actuales, y con más dificultad los futuros, sino que además el país se enfrenta actualmente a una crisis eléctrica que podría estallar en el mes de mayo. El viernes 5 de febrero la cota de la central hidroeléctrica Guri, que aporta cerca de 70% de la energía que consume Venezuela, estaba en 257,67 metros sobre el nivel del mar (msnm), poco más de 17 metros por encima del nivel de colapso del sistema eléctrico. Hace dos meses, Guri operaba a 70% de su volumen útil, dos meses después cayó a 47%, de acuerdo a los datos oficiales del CNG. Por ello, más bien desde finales del año pasado la intención del Gobierno nacional marcha por la vía contraria a los planes de desarrollo. En lugar de proyectos que incrementan el consumo de energía eléctrica, el Ejecutivo echa mano a todas las posibilidades para reducir el uso de la electricidad, y así evitar males mayores.

Cortes en tiempos de crisis

Sin embargo, la problemática ocurre justo cuando Venezuela se enfrenta a su primera recesión en los últimos seis años. El año pasado la economía cerró con una caída de 2,9%, según los datos oficiales del Banco Central de Venezuela (BCV). Justo cuando las expectativas centraban sus esperanzas en un desempeño económico al menos modesto, el Gobierno le anunció a todas las industrias la necesidad de ahorrar 20% de energía eléctrica como mecanismo para superar la situación de crisis. Esa merma pasa por el racionamiento de la electricidad, que a su vez implica una disminución en la producción de las industrias, han señalado representantes del gremio. El cuadro puede afectar la posibilidad de que el aparato productivo logre reimpulsar la economía. Cabe recordar que las empresas básicas han detenido varias áreas de producción para ayudar en la disminución del consumo de energía. Conindustria aseguró esta semana que la falta de insumos proveniente de las mismas afecta más a las industrias que el propio racionamiento de electricidad al que están sometidas.

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