DIRECTOR DE INTELIGENCIA NACIONAL DE EEUU DECLARA.
Aunque la mayoría de los gobiernos latinoamericanos siguen siendo democráticos y estables, la democracia y las políticas de mercado corren “riesgo”, por problemas que van de la delincuencia en México, al populismo en Venezuela y Bolivia, advirtió el martes el director de Inteligencia Nacional, Dennis Blair.
En un informe anual sobre las amenazas a Estados Unidos, que Blair presentó frente a la Comisión de Inteligencia del Senado, dedicó un amplio capítulo a Latinoamérica, donde destacó que “en la mayoría de los estados, los graves problemas económicos han ejercido más presión sobre las instituciones democráticas”. Esos problemas son particularmente duros en México y América Central, donde la crisis ha golpeado los “estrechos vínculos comerciales” con Estados Unidos, provocando además una caída en el turismo y en las remesas que envían los inmigrantes desde territorio estadounidense. “En algunas partes de México y Centroamérica, por ejemplo, los poderosos carteles del narcotráfico y los delitos violentos socavan las seguridades básicas”, señaló Blair en el documento. “En otros países, como Venezuela, Bolivia y Nicaragua, líderes populistas que han sido elegidos avanzan hacia un modelo político y económico más autoritario y estatista, y se han unido para oponerse a la influencia y a las políticas estadounidenses en la región”.
La evaluación señaló que el presidente venezolano Hugo Chávez “se ha establecido como uno de los principales detractores internacionales de Estados Unidos, condenando la democracia liberal y el capitalismo de mercado, y oponiéndose a las políticas e intereses estadounidenses en la región”. Una buena parte del informe estuvo dedicada a Chávez, acusándolo de “reducir la libertad de expresión y las actividades de la oposición al cerrar medios informativos independientes, hostigar y detener a manifestantes y amenazar a líderes opositores con cargos penales de corrupción”. Aunque Blair citó encuestas recientes que dan cuenta de una caída “significativa” en la popularidad de Chávez _como resultado de sus “medidas represoras”, los altos índices de delincuencia, la creciente inflación, la falta de agua y electricidad y una devaluación monetaria_, consideró que el mandatario venezolano seguirá apoyando a aliados con ideologías afines en los países vecinos, y buscará debilitar a gobiernos moderados y proestadounidenes.
“Ha formado una alianza de líderes radicales en Cuba, Bolivia, Ecuador, Nicaragua, y hasta fechas recientes, Honduras”, destacó Blair. “El y sus aliados probablemente se opondrán casi a cualquier iniciativa política estadounidense en la región… incluso a los programas asistenciales”. Sobre la crisis en Honduras, posterior al golpe que derrocó al presidente Manuel Zelaya, Blair advirtió que el mandatario recién electo Porfirio Lobo tendrá que “luchar para conseguir el reconocimiento internacional, y enfrentará oposición sostenida de los simpatizantes más radicales de Zelaya en su país”. El funcionario mostró preocupación por el acercamiento de Venezuela, Bolivia, Ecuador y Nicaragua hacia Irán, y por la compra de armas rusas por parte de Caracas, que ascenderían a 6.000 millones de dólares en el último lustro.
Sobre el presidente boliviano Evo Morales, el reporte considera que “probablemente continuará impulsando una agenda autoritaria y estatista en asuntos nacionales y una política exterior antiestadounidense”. Blair vislumbra pocas posibilidades de cooperación tanto con Morales como con el presidente ecuatoriano Rafael Correa, quien “puso fin al uso de la base aeronáutica de Manta por parte de Estados Unidos en el 2008 y redujo la colaboración en programas antidrogas”. La influencia de Chávez, según el informe, habría sido una de las causas por las que Cuba “ha dado pocas señales de querer una relación más cercana con Estados Unidos”. “Sin los embarques petroleros subsidiados de Venezuela, de unos 100.000 barriles diarios, la situación económica severa en Cuba sería incluso peor”, consideró. “El presidente Raúl Castro teme que un cambio económico rápido o significativo erosione el control del régimen y debilite la revolución, y su gobierno no da señales de relajar la represión contra los disidentes políticos”. Para los mandatarios de México y Colombia, el informe tuvo palabras elogiosas, aunque destacó que el narcotráfico en ambos países sigue siendo una amenaza poderosa, que gana cada año entre 18.000 y 39.000 millones de dólares por la venta de drogas en Estados Unidos. Pese a la guerra sangrienta que libra el presidente mexicano Felipe Calderón contra los carteles de la droga, Blair considera que las organizaciones narcotraficantes “probablemente no desestabilizarán la situación política, ni siquiera con la escalada de violencia”.
El capítulo sobre Brasil fue titulado “Un éxito creciente”. El informe destacó la “democracia competitiva y la economía robusta es una de las historias exitosas de la región”.
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