martes, 9 de febrero de 2010

Provocar, provocar, provocar

Hay que ver el video del pasado domingo 4 de febrero de cuando anunciaba, intempestivamente, la expropiación de cuatro inmuebles en los alrededores de la plaza Bolívar, para comprender cabalmente cuál es su juego, su táctica y su estrategia. No se trata sólo de trapos rojos. Se trata sobre todo de provocar, provocar y provocar.

Hay que ver el aparente desenfado y ligereza con que ordenaba a sus sirvientes expropiar esos edificios, simulando no saber qué son, y pidiendo hacerlo de inmediato, sin derecho a pataleo. Al mandamás le dio la gana de ordenar a su servidumbre ejecutar el atropello para hacernos sentir que él puede hacer lo que quiera y que nadie le va a decir. Hay que verlo, arbitrario e insolente, como disfruta del poder, y hay que ver a su séquito, acatar sin pestañear la orden. Ya no se trata de “justificar” lo injustificable diciendo que son latifundios, tierras ociosas, o tierras que fueron apropiadas ilegalmente, o de comerciantes acaparadores, especuladores. ¡Se trata de expropiar porque le da la gana!

Provocarnos es la consigna; hasta lo indecible, para que llenos de indignación estallemos, para que hagamos lo que él desea, cuando él desea y donde él desea. Aspira a que agredamos, no sé, a vehículos oficiales, saquear oficinas públicas; o que hagamos lo mismo que hacen todos los días sus grupos de mercenarios, paramilitares, cuando reciben la orden de impedir que manifestemos, o de agredir a las personas para atemorizarlos, igualito que hacían las bandas en la Italia fascista y la Alemania Nazi contra todos los que reaccionaban a los atropellos. Nos está suplicando una insurrección rápida, un levantamiento armado express, le pide a Dios que nos cansemos; nos ruega que pidamos un revocatorio de su mandato; se contenta cuando algunos examigos piden su renuncia; el alivio es máximo cuando escucha a algunas voces hablar de oposición oficialista u oposición colaboracionista, porque no hay nada para él que sea más deseable que nuestra falta de unidad.

Preparémonos para lo que viene; faltan algunos meses en los cuales el repertorio de provocaciones alcanzará niveles inéditos; el cinismo desbordado superará todos los records; el ventajismo y el abuso batirá marcas mundiales y olímpicas. De eso se trata: que nos apartemos de nuestra ruta; la única a nuestro alcance, de la ruta democrática, de la denuncia de los problemas, de exigir soluciones, de luchar por nuestros derechos y la paz y la unidad.

Prosigamos en nuestro camino. Tratemos de tomar con soda las agresiones, las burlas, el maltrato. Ya lo conocemos. Llevamos más de once años en esto. ¡¡Es tan predecible!! Salgamos a solidarizarnos con los trabajadores que pierden sus empleos, los empresarios perjudicados, los estudiantes ofendidos y golpeados, los usuarios afectados, los que no tienen vivienda, los desempleados. Sigamos en la ruta trazada para derrotarlo de manera democrática, mostrando al país que somos la única alternativa a tanto atropello, a tanta desconsideración, a tanta incapacidad y a tanta insensatez.


M. Guevara B.

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