sábado, 6 de febrero de 2010

Si no pueden con Yoani Sánchez…

Fausto Masó

Febrero 6, 2010


¿Para qué vino Ramiro? Las mejores mentes en Caracas descifran el enigma: las razones por las que Chávez lo presentó a la prensa como su nuevo importado. ¿Tendrá una novia Ramiro en Caracas? Jamás, un revolucionario no cae en esas frivolidades. Especulemos, es gratis, no cobran por hablar. A continuación reproducimos la sabiduría de varios sabios de café con leche. Valdés no asesorara a Chávez en el tema eléctrico, ni tampoco Chávez necesita que le organicen una policía política, queda entonces una explicación plausible: vino en viaje de negocios y para comprobar la solidez política del chavismo, la posibilidad de que pierda las elecciones de septiembre. Pudo pasarse un fin de semana en Los Roques, o trabajando con la famosa Mesa Situacional. Al presentarlo en público como el Edison cubano Chávez enardeció al país, ¡qué arrechera! Para calmar las aguas, Alí Rodríguez declaraba el jueves en el canal 8 que habían solicitado ayuda a alemanes, norteamericanos, argentinos, le restó importancia a Ramiro.

Hasta ahora Yoani Sánchez, una mujer de rostro triste pero con ese coraje de los que están muertos de miedo y enfrenta ella y su familia riesgos reales, sigue colocando en Internet sus blogs, y para colmo organiza abiertamente cursos para enseñar a los cubanos a utilizar Internet y a mandar mensajes por sus celulares, pocos pero útiles. El Gobierno la amedrenta, ella cada día escribe mejor. Si Ramiro Valdés no ha podido con Yoani, si esa era una de sus labores, que no se atreva a meterse con Internet en Venezuela.

Por estos días Chávez utiliza trucos gastados: amenaza con radicalizarse, sueña con otra plaza Altamira, con nuevas guarimbas en Chuao, anuncia que enfrentará a los estudiantes con las armas en la mano, si fuera necesario. Los estudiantes piden superar la crisis eléctrica, agua para los barrios, empleo estable, no lo desafían para batalla alguna, quieren simplemente votar.

Hay algo curioso: Chávez no menciona la Mesa de la Unidad de la oposición, en cambio en sus cadenas lanza candidaturas presidenciales del antichavismo, destaca en sus medios pequeñas organizaciones que le piden la renuncia, insiste en la supuesta división de sus adversarios. Chávez no quiere ni la unidad ni la famosa mesa. Incendian una sede de Cadafe, caen las ventas de automóviles a la mitad, las estanterías de los automercados Éxito se vacían, falla la banda ancha de Cantv una hora sí y la siguiente también, Sidor se convierte en chatarra, numerosas industrias y empresas trabajan ya medio turno, cuando quieren traer agua del sistema Tuy 4 se enteran de que tuberías y válvulas se estropearon por no colocarlas.

Chávez ordena a los agregados comerciales importar generadores de energía, a los embajadores que lo visitan les dice que está dispuesto a comprar plantas eléctricas. Traer a Ramiro Valdés muestra que Chávez ordena, pero no manda, en vez de administrar mantiene una perpetua cadena nacional, ha reemplazado los consejos de ministros por verdaderos mitines políticos. Ramiro Valdés no cambiará un bombillo, ni suprimirá Internet, tampoco establecerá una represión, que ya existe, por otra parte; indignará a los venezolanos, en especial a los que reciban órdenes suyas. Chávez ha perdido la brújula.

Aquí sólo hay que tenerle miedo al miedo y a la división.

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