ENTREVISTA A MOISES NAIM; “Cuidado con los coroneles petroleros”
Por: Gerardo Peralta A
Lunes 3 de Enero del 2011
Este pensador, gurú internacional, no se anda con rodeos. Así como es positivo sobre la década que comienza, llama la atención, preocupado, sobre la nueva configuración del poder mundial y los nuevos actores que amenazan peligrosamente con quedarse: piratas somalíes, talibanes, ¡y Hugo Chávez!... Advierte sobre los coroneles que, peor aun con petróleo, se convierten en dictadores.
¿Chávez es socialista o fascista?
Chávez es un teniente coronel petrolero [risas]. Eso quiere decir que la mejor metáfora para entender a Chávez no es Perón, ni Fidel Castro, ni Mussolini. Es Muamar Gadafi: un teniente coronel que llegó a un país petrolero, tomó el control del poder, de los servicios de inteligencia, del ejército y las fuerzas armadas y se ha mantenido en el poder por casi cuarenta años, desde 1969. Estadísticamente, en el mundo los regímenes autoritarios petroleros no caen. El último fue Saddam Hussein y antes el Sha de Persia. Fuera de esos dos no hay líderes petroleros autoritarios que hayan perdido el poder.
¿Hasta cuándo Chávez?
Depende, porque Venezuela es simultáneamente un país petrolero y latinoamericano. Si Venezuela es básicamente un país petrolero, aplica la metáfora de Gadafi. Pero si uno cree que es un país más latinoamericano y con cultura política y democracia muy activa y legítima por 40 años, etc., entonces hay más chance de que la caída en popularidad de Chávez conduzca a su salida del gobierno. Lo que pasa es que en los regímenes petroleros autoritarios la caída de popularidad de los líderes no conduce necesariamente a su salida.
El problema es también regional: Chávez tiene una vocación exportadora de su ‘revolución’.
Para poder exportar la ‘revolución’ se necesitan dos ingredientes que le están faltando: uno es dinero y otro es éxito. El dinero está llegando cada vez menos porque él tiene un estilo de vida política muy costoso y sus ingresos declinan por las caídas en producción de Venezuela. Y las encuestas sobre la situación de estándares de vida están divididas pero muestran que no hay éxito, a pesar de que no ha tenido controles ni limitaciones…
La relación Colombia-Venezuela va mejorando. ¿Hay futuro con regímenes tan distintos?
Eso va a depender mucho del presidente Chávez. No es verdad que el presidente Uribe era particularmente beligerante contra Chávez. Era al revés. Está demostrado que Chávez tenía vínculos fuertes de apoyo y solidaridad con las FARC. Pero una vez que este aliado es derrotado militarmente y está en retirada, no le queda otra que aliarse con el vencedor, en este caso el gobierno democrático de Colombia.
¿Qué pasará con Cuba?
Puede pasar algo que se veía desde hace mucho tiempo. Es que Raúl Castro creía mucho en el modelo chino en el cual se abre la economía a los extranjeros y se mantiene cerrada la política a los ciudadanos… Entonces hay una apertura económica y represión política.
¿Veremos una Cuba democrática en la próxima década?
Yo creo que sí.
¿Avanzará la democracia en América Latina?
Creo que América Latina va a tener una buena década tras otra. Hay una convergencia de factores demográficos y de todo tipo; el mundo está hambriento de materias primas que exporta América Latina y el Perú es el mejor ejemplo de eso.
¿Sirve para algo la OEA aún?
La OEA es una de las malas noticias de la década. Los últimos años ha sido realmente deplorable en cuanto a su desempeño. De la misma manera que hablamos de estados fallidos que dejan de funcionar, como Somalia y Haití, en la década que viene podríamos hablar de organizaciones internacionales fallidas. Y la OEA es un buen candidato a ser la Somalia en el plano internacional.
¿Globalmente, se animaría a dar un calificativo para la década que termina?
Sí... ¡una década sorprendente!
Hemos tenido crisis, cambio climático agudo, terrorismo, paso de la bipolaridad a la unipolaridad… ¿Qué sigue?
Es sorprendente porque estas cosas son de nuestra conversación diaria. Hace diez años no se hablaba de ellas. Y la India era grande e importante pero nunca como ahora. Muchas cosas que pensábamos hace diez años que eran permanentes, resultaron ser transitorias y al revés…
¿El terrorismo?
Entre las cosas que pensamos que eran transitorias el terrorismo puede ser una. Hugo Chávez también se ha convertido en permanente… Y, por el contrario, cosas que creíamos permanentes, como las grandes instituciones financieras mundiales tipo Lehman Brothers, ya no existen. Pero, a pesar de todo, esta fue una década buena para la humanidad.
¿No es demasiado optimista?
No, no, cuidado. Un optimista es alguien que ve el futuro mejor que el pasado. Pero estas son estadísticas de organismos internacionales, encuestas, números…Y si compara cómo son los números del 2010 con los números del 2000, qué ha pasado: mortalidad infantil, esperanza de vida de la gente, el impacto del sida, tome cualquier estadística y va a ver que ha habido progreso, a pesar de los problemas.
Pero estamos viendo la debacle económica de Irlanda y los temores en España y Portugal…
Lo que sabemos es que es una crisis de múltiples velocidades. Hay países que no han sentido la crisis, como India y China, donde las economías continuaron creciendo a doble dígito, Brasil, también, etc. En cambio España, Portugal, Grecia, otros países de Europa, y Venezuela y Cuba han sufrido impactos devastadores, de los cuales aún no se han recuperado…
¿Qué puede venir de allí?
Es un mundo que va a velocidad variable. Habrá regiones que van a continuar prosperando y creciendo y otras que van a quedar estancadas y rezagadas.
¿Como Europa, de lo que habla en su artículo?
Ese artículo [“Un mundo sin Europa”] lo escribí en reacción a que mucha gente veía la crisis de Europa casi sin importarle, y hasta se burlaban. Pero un mundo sin Europa es un mundo malo no solo para los europeos sino para los peruanos, los argentinos, los venezolanos, los chinos, los rusos…
¿Se mantendrá la unidad europea?
Por ahora todo parece indicar que sí, aunque todo dependerá de cómo viene el 2011, de qué pasa con Portugal y con España, y de si los europeos logran coordinar mejor sus reacciones. Y fundamentalmente depende de las decisiones de la señora Merkel [canciller de Alemania].
¿Cómo influyen hoy el terrorismo y el narcotráfico?
Yo escribí un libro que se llama “Ilícito”. Ahora escribo un ensayo que actualiza lo que ha pasado… Por un lado, ha disminuido la capacidad de los gobiernos que ahora con limitaciones fiscales están cortando presupuestos de policías, magistrados, investigación, etc. Y mientras tanto hay gente más necesitada que se ve obligada a emplearse con esta red de traficantes. De otro lado, las grandes redes de traficantes operan en un mundo muy rico y abundante y se aprovechan y compran empresas legales debilitadas por la crisis. Entonces, hay mucha diversificación y lavado de activos. Esto sucede en todas partes, en México, Colombia, Brasil, el Perú…
¿Quién manda hoy en el mundo? ¿Cuánto menos poder tiene EE.UU.? ¿Cuánto más China?
Hay una reconfiguración del mapa del poder mundial con nuevos países que están retando y apareciendo en el mapa, como Brasil, Turquía, India, China, etc. Pero también han aparecido actores que nos dejan perplejos, limitan mucho la capacidad de actores poderosos tradicionales y no sabemos cómo caracterizarlos. Por ejemplo los piratas somalíes que secuestran los barcos más grandes del mundo utilizando botes y armas muy primitivas…La OTAN, China, Rusia, la UE mandan sus armadas con flotillas sofisticadas, pero no han podido con ellos. Luego, los talibanes que pensábamos que eran algo transitorio,están fortalecidos y con técnicas primitivas logran imponerse a los militares más sofisticados de la historia en Afganistán. También están las redes internacionales de criminales, que se han politizado y controlan gobiernos de muchos países.
¿Y el cambio climático le preocupa?
Hace unos años el cambio climático era una cosa controversial, un debate ideológico… Se pensaba que el cambio climático era una controversia entre dos grupos de científicos igualmente legítimos: unos que creían que había cambio climático producido por la actividad humana y otros argumentando que estos eran patrones históricos que no podían ser atribuidos a la actividad humana. Estas controversias desaparecieron en la década que acaba: hoy no hay del lado de los escépticos ningún científico respetado universalmente por sus pares; y en general los escépticos son financiados por intereses a quienes no les conviene la lucha contra el cambio climático. Pero no hay duda de que hay una combinación de datos científicos producidos por nuevos instrumentos y todo un acervo científico estadístico que muestra que esto no es una especulación sino una realidad muy seria que preocupa a todos y demanda acciones concertadas y urgentes.
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