FERNANDO MIRES
Quizás no hay palabras más sinceras que las dichas por un
presidente poco tiempo antes de abandonar su gobierno. Libre de los imperativos
que imponen tácticas y compromisos puede al fin decir lo que piensa. En ese
sentido las declaraciones emitidas por el presidente de Uruguay José Mujica en
una entrevista concedida a El País de España acerca de la situación que hoy
vive Venezuela, son de enorme interés.
Según el presidente Mujica hay sectores de la política
venezolana que apuntan a la salida de Maduro por vías no prescritas por la
Constitución. Tal alternativa, opina el presidente uruguayo, se ve facilitada
por la propia política que lleva a cabo el mandatario venezolano. Lo dice casi
directamente: “Es mucho más fácil hacer incurrir a un gobierno en estupideces y
hacerlo entrar”. En otras palabras, Maduro se estaría metiendo en una trampa.
No dice Mujica quienes son lo que lo están haciendo “entrar” (a la trampa).
Pero no hay que ser demasiado astutos para percibir.
La “entrada” a la que se refiere
indirectamente Mujica no puede haber sido tendida solo por la oposición. Luego,
no hay otro modo de entender: hay un entorno que está empujando a Maduro para
que “entre” (a la trampa), un entorno que se apoya, según Mujica en las
“estupideces” del mismo Maduro por una parte y en las condiciones objetivas de
la realidad venezolana, por otra: “tienen crisis de desabastecimiento y
disconformidad de la gente, de eso no tengo dudas”.
Más interesantes todavía son las palabras que el
presidente Mujica dedica a la oposición venezolana. Distingue, aunque muy a
grosso modo, dos sectores: “los que se alinean detrás de Henrique Capriles y
los que quieren un golpe de Estado”. Capriles me parece que tiene una posición
mucho más cuidadosa para no generar violencia”. El otro sector estaría formado,
dice el presidente, por “gente que quiere dar un golpe de Estado y que Maduro
se vaya ahora”.
Naturalmente José Mujica simplifica al extremo a la
oposición al distinguir solamente dos polos. Hay, evidentemente, otros matices.
No todos los que quieren “que se vaya ahora” son golpistas. Mas, por otra
parte, nadie puede negar que esos polos existen. Ahora, esa fracción opositora
que según Mujica anhela y busca una salida golpista, puede generar exactamente
lo contrario de lo que se propone, a saber: un golpe de estado chavista.
Citemos:
“El problema que puede tener Venezuela es que nos podemos
ver frente a un golpe de Estado de militares de izquierda, y con eso, la
defensa democrática se va al carajo. Sería un grave error que se salieran de la
Constitución”.
¿Un golpe de estado de izquierda (chavista) con Maduro o
sin Maduro? Eso no lo especificó Mujica. Si es con Maduro, ese golpe ya estaría
en marcha. Lo prueba no solo el secuestro del alcalde Ledezma, sino también la
fuerte represión desatada en contra de toda la oposición. Si es sin
Maduro, lo más probable es que el golpe tendrá lugar no en contra del
chavismo sino en nombre del chavismo. Esa sería la verdadera transición.
La impresión general es que José Mujica se está
dirigiendo directamente a la oposición venezolana. Le está diciendo, con otras
palabras, ni se sueñen con un general constitucionalista que los va a liberar
del chavismo. A quienes instan a marginarse de la Constitución les va a salir
el tiro por la culata. En cambio, si no buscan atajos, la Constitución les
señalará el camino. “Sería un grave error que se salieran de la Constitución”
(....) Más aún: “Tienen una Constitución libertaria que hizo Chávez donde se
prevé un plebiscito revocatorio en el medio del proceso”.
Como dicen los venezolanos: “más claro no canta un gallo”
José Mujica, político muy experimentado y, además, muy
informado, no habla para hacer ejercicios de lógica formal. Lo que él dice lo
sabe y lo que él sabe lo ha dicho. Ha captado sin duda la esencia del problema.
Hay que tomar muy en serio sus palabras. Estemos o no de acuerdo con ellas.
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