JOSÉ MUJICA: "ARGENTINA ACOMPAÑA UN CARAJO A LA INTEGRACION REGIONAL"
Con la sencillez y predisposición que lo caracteriza, José Mujica recibió en su casa de Montevideo a un periodista del diario Perfil con
quién charló de su vida, de las ideologías, de su paso por la cárcel,
de sus convicciones y del Mercosur. Respecto de este último punto, el
presidente uruguayo fue contundente e insistió en que "la región necesita un liderazgo que se llama Brasil" para lograr la integración nacional y aseguró que
"Argentina tendría que acompañar y no acompaña un carajo". "Es como si
la Argentina se hubiera retrotraído a una visión de 1960", apuntó.
"En
ninguna parte de América Latina hay una manifestación de masas peleando
por la integración. ¿Sabés quienes somos los más integracionistas? Los
países chicos por necesidad porque vamos corriendo de atrás. En cuanto
tiene el viento de cola, Argentina se olvida de la integración cuando
le van bien las cosas agarra para otro lado. También Brasil. Te voy a
hacer una confesión. Me dijo una vez la presidenta de Brasil: ´Ay Pepe,
con Argentina hay que tener paciencia estratégica´. Brasil les ha
bancado de todo a los argentinos, pero no quiere perderlos como
aliados", argumentó.
Mujica reiteró en varias oportunidades la
necesidad de la creación en toda América Latina de mecanismos que "nos
vayan integrando, sino vamos a continuar como hojas sueltas en el viento".
"Es evidente que en el mundo se están organizando gigantescas unidades
(...) ¿Y qué hacemos nosotros en este mundo, un montón de repúblicas
aisladas que vienen corriendo de atrás? Seguimos metidos en ´el proyecto
nacional´. En los países determinantes de América Latina, Brasil,
Argentina, México, los dirigentes hablan y asumen un discurso
integracionista pero desde el punto de vista práctico. Están metidos
hasta las orejas en las contradicciones del Estado nacional".
Sobre
las dictaduras de los 70, Mujica arrojó que "si uno está lloriqueando
por lo que pasó, vive en el pasado" y advirtió que esa fue una de las
posturas adoptadas por los uruguayos para seguir adelante. "En Argentina
empezaron bien, pero luego fueron haciendo un enchastre tan generalizado y masificado, que han pasado 30 años y hay puntas, flecos por todos lados.
En Uruguay no tuvimos violencia y dictadura, pero la gente decidió
olvidarlo si vos querés. Ya veremos cómo se va resolviendo
institucionalmente lo de la Corte Suprema", lanzó.
Respecto a
la Justicia y no sólo focalizándose en los crímenes de la dictadura,
Mujica afirmó que "el FA hace rato que tendría que haber impulsado una
reforma constitucional porque si no cambias los instrumentos jurídicos,
después te encontras con esas contradicciones, con un freno formidable.
La Justicia, esa señora que ponen con una venda en los ojos y una
balanza en las manos, eso no existe porque la justicia refleja el peso
de las clases que dominan en una sociedad". Seguidamente, agregó que son
las clases altas las establecen las leyes y que Uruguay necesita
cambios democráticos de fondo.
Sobre la situación actual de su
país, Mujica aseveró que "van despacio pero firme, tratando de apuntalar
transformaciones que son relativas; lentas, porque deben consensuarse,
que no son definitivas porque lo único definitivo es la muerte". "Se va
negociando lo que se puede, tratando de contribuir a que la sociedad sea
un poco más equitativa, interviniendo permanentemente con políticas
fiscales, sociales, impulsando la organización de los trabajadores para
que discutan el precio de sus manos. Porque el gran elemento
distribuidor en la sociedad es el salario", dijo.
-¿Hasta dónde avanzó el Frente Amplio y que le queda por hacer?
-El
problema es que tenemos una herencia, como es normal. A partir de la
década del 40 (las fechas pueden ser arbitrarias) en Uruguay la
democracia se nos fue amortiguando; caímos en clientelismos, en utilizar
al Estado para colocar mucha gente, demasiado gente y así le fuimos
quitando competitividad. Por un ´proteccionismo´ hacia la gente que
trabaja, creamos una categoría de funcionarios prácticamente intocable
que tiene su porvenir asegurado (...) El Frente trató de vigorizar las
conquistas siendo menos demagógico, tratando de usar y hacer las cosas
un poco mejor, pero tenemos que transformar el Estado, hacer una
revolución. Tenemos los instrumentos, pero debemos ponernos de acuerdo.
Además de la energía, las comunicaciones, etc. El Estado tiene en sus
manos el principal banco del país: el 60% del movimiento bancario está
en manos del Estado y nosotros (el FA, ndlr) y vamos a levantando la
consigna "hay que nacionaliza la banca. La banca estatal tiene que
funcionar a ´cara de perro´, de modo que la banca privada no tenga más opción que aceptar las reglas del juego.
-Marx estaría de acuerdo con vos...
-Mejor dicho, yo estoy de acuerdo con Marx.
A
su vez, aseguró que el más grave de todos los problemas es que las
burguesías uruguayas son "muy atrasadas, con mentalidad precapitalista,
dependiente". "No me preocupa que haya propietarios gringos, porque la
tierra no se la pueden llevar. Siempre hay algún criollo peor que los
gringos. Lo que me preocupa es como pagan y tratan a la gente y cuál es
el plusvalor que queda en el país", dijo.
"Hoy, la
izquierda parece creer que debe abandonar o sustituir la lucha por el
poder por una agenda social; el matrimonio igualitario, el aborto, la
gente de color, los indígenas, el feminismo, pero el negro que está
realmente jodido es el negro pobre. La mujer más discriminada es la
mujer pobre, sometida, llena de hijos y viviendo a la bartola; los
indígenas igual. No me vengan con disimular u ocultar las diferencias de
clases", concluyó.
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