El error de Farmatodo
PEDRO PABLO FERNANDEZ
"Hoy la industria no tiene dólares para
importar la materia prima que necesita para seguir produciendo"
Farmatodo es una empresa 100%
venezolana que ha sido reconocida dentro y fuera de Venezuela como un modelo de
negocio exitoso. Tiene más de 150 establecimientos en el país. Una empresa que
genera miles de empleos, presta un servicio de calidad y contribuye con el
abastecimiento de medicinas en momentos en que los venezolanos estamos
padeciendo enormes dificultades para atender a nuestros familiares enfermos.
Además, han demostrado siempre un
sentido de responsabilidad social muy grande. Conscientes de la existencia de
un problema grave de desabastecimiento y de “bachaqueros” que vacían sus
establecimientos de los productos que escasean para luego venderlos cuatro
veces más caro en la calle, en octubre de 2014 aplicaron una medida de
racionamiento en todas sus tiendas para los productos regulados. Con esa medida
obligaban a sus clientes a presentar la cédula de identidad original y les
prohibían comprar esos bienes más de una vez a la semana.
Fueron fuertemente criticados por
mucha gente de la oposición que interpretaba que estaban contribuyendo con el
Gobierno cuando en realidad lo hacían para proteger a la gente del “bachaqueo”
que se genera por culpa del modelo económico. Unos empresarios a los que solo
les interesa el dinero lo que más quieren es vender rápido la mercancía para
reponer y seguir vendiendo. No les importa si los que compran son “bachaqueros”
o gente que necesita medicinas y artículos de primera necesidad. Su compromiso
con sus clientes, que somos todos los venezolanos, lo han puesto de manifiesto.
No conozco a sus dueños. Me acabo de
aprender el apellido del que nombran más a través de los medios de
comunicación, pero les agradezco lo que han hecho por Venezuela.
Verónica, una compañera de trabajo
que vive en Petare, me contó que fue hace un par de meses a Farmatodo a comprar
Atamel y no había. Un señor le dijo que él había comprado las últimas dos cajas
y que le podía vender una si ella le hacia el favor de comprarle leche de
fórmula. Le explicó que él tenía cuatro hijos y le dejaban llevar solamente
dos. Hicieron el negocia y ella al salir se acercó a la camioneta del señor y
se encontró con que este tenía más de 40 potes de leche de fórmula en la
maleta. Camino a su casa se encontró que en la redoma de Petare estaban
vendiendo en Bs. 1.200 la leche que ella le había comprado al señor en 250.
Farmatodo, con su sentido de responsabilidad social, hace un esfuerzo por
resolver los problemas que este Gobierno ha creado con su modelo económico.
Los daños colaterales que este hecho
aislado provoca en la crisis son tremendos. El problema más grave que tiene hoy
el país es la escasez de divisas. Siempre hemos sido una economía dependiente
de las importaciones pero eso se ha agravado exponencialmente en los últimos
años en donde se ha destruido el aparato productivo. Suponiendo una
recuperación de los precios del petróleo (debemos rezar todos los días para que
eso ocurra) Venezuela va a recibir $40.000 millones. $20.000 millones se van en
costo de producción y $8.700 millones en compromisos de pago de deuda. Si nos
olvidamos de lo que el Gobierno les debe a la industria, a las aerolíneas, a
los proveedores de Pdvsa, etcétera, nos faltan $30.000 millones para poder
comprar todo lo que necesitamos.
Hoy la industria no tiene dólares
para importar la materia prima que necesita para seguir produciendo. Eso
significa que una enorme cantidad de hombres y mujeres venezolanos se pueden
quedar sin trabajo, sin el sustento de su familia en momentos en que en el país
suben los precios de forma escandalosa.
El nuevo sistema cambiario crea la
posibilidad de que el sector privado utilice dólares para importar la materia
prima que necesita, pero eso es imposible si no hay por lo menos un mínimo de
confianza. El Gobierno tiene la obligación moral de generarla porque sin
confianza la crisis se va a profundizar, la industria va a cerrar y muchas
familias se quedaran sin ingreso.
Me cuento entre los que quieren
cambiar al Gobierno, pero yo no puedo apostar por el derrumbe del país para
conseguirlo porque eso tendría y está teniendo unas consecuencias muy
lamentables sobre los 30 millones de venezolanos. Lo de Farmatodo es como un
empujón que le mete el Gobierno a la economía del país cuando está al borde del
barranco.
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