Mireya Tabuas
La Nación / El Nacional
CARACAS.- Como en la película estrenada en 2014
Boyhood: momentos de una vida, durante 20 años el diario venezolano
El Nacional hizo seguimiento a ocho caraqueños desde que eran
chicos hasta ahora, que son adultos. En la primera entrevista, en 1998,
días después de que
Hugo Chávez
fue elegido presidente, ellos expresaron preocupación por la
inseguridad y la situación de los chicos de la calle. En 2007 y en 2012
volvieron a manifestar zozobra por la polarización, la corrupción y la
merma en la calidad de vida.
Dos décadas después están furiosos y desesperanzados por
lo que ha ocurrido. La mitad se fue del país precisamente por eso, y
quienes aún quedan luchan contracorriente. Son el reflejo de una
generación de "guerreros", como se autodenominan.
En diciembre de 1998, Chávez tenía pocos días de haber ganado las elecciones presidenciales, y
El Nacional convocó a ocho chicos a participar en un foro con el
fin de que le expresaran al jefe del Estado sus expectativas con el
nuevo gobierno. En ese momento los chicos fueron enfáticos en dos
preocupaciones: la inseguridad y la situación de los chicos de la calle.
Los ocho se tomaron una foto en las emblemáticas
escaleras del parque El Calvario, esas que estaban a muchos años de ser
uno de los escenarios que acogen los ojos de Chávez como emblema de la
revolución. Ese 1998, la "preocupante" inflación del país era de 35,7% y
el salario mínimo rondaba los 181.000 bolívares (con ticket de
alimentación), que equivalían a 337 dólares y a cerca de 92 kilos de
carne.
Dos veces más los mismos chicos participaron en un foro
en el diario, en 2007 y 2012, siempre después de una nueva reelección de
Chávez. Como en
Boyhood: momentos de una vida -que sigue a un actor desde su
niñez- el diario retrató de qué manera los ocho jóvenes fueron creciendo
en tiempos de revolución y qué piensan sobre eso.
Ahora, semanas después de un nuevo proceso electoral que
se caracterizó por la polémica, la confusión y el desencanto
generalizado, en medio de una inflación que
el Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula que llegará este año a 14.000%,
y cuando el salario mínimo integral de 2.555.500 bolívares no alcanza
para comprar un kilo de carne, el diario volvió a contactarlos. Esta vez
el encuentro fue muy distinto de los anteriores, ya que la mitad de los
participantes del foro se fueron del país. En eso ellos son también
reflejo de su generación.
Los protagonistas son Josmar Blanco, Gaby Dagnino, Oriana
Gallardo, Oriannys Gallardo, Joixiry González, María Alejandra
González, Johana Izalla y Alejandro Martínez, quienes se volvieron a
reunir, pero como lo hacen ahora muchas familias venezolanas, vía
digital (en este caso por WhatsApp y correo electrónico).
Irse o quedarse
Ahora el verbo migrar es una constante. Sin embargo,
cuando hablaron por primera vez con el diario, en 1998, ni siquiera lo
mencionaron. En 2007, todos vivían en Venezuela y era tal su arraigo que
solo uno de ellos, Alejandro, quería irse del país. En 2012, Johana ya
se había ido a la Argentina. Ahora, en 2018, también han emigrado -al
igual que cuatro millones de venezolanos, según cifras de Consultores
XXI- Joixiri, Josmar y Alejandro. De hecho, la periodista que escribe
este artículo también está fuera de Venezuela. Solo cuatro de los
miembros del grupo entrevistados siguen en el país. Pronto tres, porque
Oriannys está próxima a irse.
-Los que emigraron, ¿cuáles fueron sus razones?
-En verdad la situación no pintaba bien, no tenía poder
adquisitivo, incluso trabajando en un banco- responde Josmar, que se fue
en 2013.
-Por necesidad, miedo y ganas de crecer- añade Johana.
-No veía oportunidades para seguir desarrollando una carrera académica- destaca Alejandro.
Y aunque Joixiri sostiene que no quería irse del país por
nada del mundo, se sintió expulsada "por esa ola gigante que está llena
de cosas malas: corrupción, violencia, escasez, anarquía, inflación".
Dice que llegó a un punto de quiebre, "ese punto cuando estamos tocando
fondo".
-Y los que se quedaron ¿por qué siguen en el país?
-Como venezolana no creo necesario tener que explicar por
qué sigo en mi país- replica María Alejandra. -No niego lo mal que
estamos, cada día aquí es un reto anímico, económico y personal.
-Sigo teniendo fe en que a pesar de las adversidades, el país va a cambiar- expresa Gaby.
Oriana es enfática: sigue en Venezuela por un motivo, su
familia. "Muchos dicen que desde afuera podría ayudar más, pero cuando
uno tiene una abuela que sufre de Alzheimer no se puede pensar de esa
manera. Siento que irme va en contra de mis principios. O abandonamos el
barco juntos o no lo hacemos".
Sin embargo, su hermana Oriannys está por irse porque
cree que desde otro país puede ayudar económicamente a su madre y a sus
abuelos.
-Los que se fueron ¿regresarían a Venezuela?
-La única manera de regresar será cuando se respete la
vida y el derecho al libre pensamiento, cuando exista libertad
-manifiesta Joixiri y añade-: No hay día en que no piense en planes para
implementar en Venezuela.
Tampoco Alejandro y Josmar volverían en las
circunstancias actuales. Y Johana dice que le encantaría retornar "a la
Venezuela que existía antes de Chávez y todo su clan".
-Y, por supuesto, ahora viene la pregunta al revés: los que aún están en el país, ¿se irían?
-Lo que realmente quiero es lograr cumplir las metas que
me tracé. Mi sueño es que esto sea en mi país, pero si llega alguna
oportunidad de lograrlo en otro lugar la tomaría- destaca María
Alejandra.
-Sería mentira decir que la idea de emigrar no cruzó por mi mente varias veces, pero por ahora sigo acá- indica Gaby.
Oriana no quiere emigrar, pero sí Oriannys: "Sé que debo
trabajar duro en otro país, pero creo en mis habilidades, principios y
valores".
Una sola frase
Se les pidió que eligieran una frase de los foros
anteriores, una que creyeran pertinente en la actualidad. Josmar indica
que su frase preferida la dijo en 1998: "El presidente debe estudiar
política".
-Con solo 12 años de edad yo era consciente de la importancia de prepararse para un cargo como el de jefe de Estado.
María Alejandra sigue estando de acuerdo con la frase que
asomó en 2007, que la política es "un mundo sucio, corrupto y
tramposo". Y añade: "La dirección que le han dado los que hoy hacen
política en Venezuela tiene demasiadas fallas y ha desmotivado a los
buenos ciudadanos que aún apostamos por el país".
Oriana coincide con una frase que dijo en 2012: que el
gobierno de Chávez ayudó a los pobres. Sin embargo, ahora la critica
pues cree que "los acostumbró a ser pobres y no les dio herramientas
para dejar de serlo, les hizo pensar que ser pobres estaba bien y que
solo siendo así siempre contarían con apoyo del gobierno".
Joixiri, que a los siete años dijo que "eliminaría a los
malandros (delincuentes), así como hace Sheena, una princesa guerrera",
ahora sigue creyendo que la violencia es uno de los graves problemas
del país.
Oriannys expresó en 2017 solidaridad con los chicos de la
calle y ahora la reitera: "Es preocupante la cantidad de niños que hay
sin hogar, sin refugio, sin comida, sin estudios. Es doloroso verlos
comiendo de la basura, pernotando en las calles, perdidos en la miseria,
sin oportunidades, sin la ayuda que por derecho les corresponde".
20 años de políticas públicas
-¿Qué piensan, 20 años después, de lo que han sido los períodos de Chávez y
Nicolás Maduro
? ¿Qué consideran lo más negativo y qué rescatan como lo más positivo?
-Ha sido la destrucción progresiva de un país y la
construcción de un discurso engañoso sobre una supuesta mejora en la
calidad de vida. El chavismo, y en especial Maduro, intentaron engañar
al mundo al autodenominarse un gobierno de izquierda que piensa en el
pueblo. Más que nunca queda claro que el chavismo formó una nueva élite
que la conforman los dirigentes del gobierno- argumenta Alejandro.
-No rescato nada bueno de estos gobiernos, pero sí la
resiliencia del venezolano, las buenas personas que siguen brillando
dentro y fuera de nuestro país- dice María Alejandra.
-Es impresionante el daño que nos han hecho a todos- afirma Johana.
-No hay buena educación ni salud. No hay nada bueno- añade Oriana.
-Dieron mucho pescado y no enseñaron a pescar- resume Joixiri.
-Todo ha sido negativo -exclama Oriannys, y enumera-. No
habrá bolsa del CLAP, ni carnet de la patria, ni bonos, ni ayudas ni
campaña política que cubra el hambre y la miseria que se vive en
Venezuela.
Josmar explica que por mucho tiempo valoró el hecho de
que el presidente Chávez defendiera la "venezolanidad", pero sostiene
que "dejó una persona que no es apta para ocupar un cargo de jefe de
Estado" y que "es una decepción tan grande que ha destruido millones de
vidas, de familias, de esfuerzos".
Gaby, en cambio, solo quiere rescatar el lado bueno: "En
la adversidad el lado más humano y positivo del venezolano ha salido a
relucir, y compatriotas fuera de nuestras fronteras están dejando el
tricolor en alto".
Política y elección actual
Durante los tres foros anteriores los jóvenes renegaron de la política. Hoy algunos lo siguen haciendo y otros no.
-Antes a ninguno le gustaba la política. ¿Y ahora?
-Menos- asevera, contundente, Josmar.
-Aquí no hay políticos, conozco de enchufados
(acomodados), bachilleres "políticos", delincuentes con poder, y la
peor oposición que pueda existir en la historia. Sigue sin gustarme-
responde, también enfática, Oriannys.
Oriana, en cambio, dice que no tiene más remedio: "El
tema político es el pan de cada día de este país". Y ella es periodista.
También Gaby destaca que se ha convertido en una necesidad estudiar y
entender la política.
Pedidos al presidente
Como en todos los foros anteriores, en este también
los participantes hicieron un pedido al presidente. Coinciden en una
prioridad: atender la crisis social y migratoria.
-Hay que abrir canales de ayuda humanitaria- dice Alejandro.
-Hay muchas cosas que pedir, pero mejoraría de manera
inmediata las condiciones humanas, el problema de la salud y la
distribución de comida- precisa Josmar.
-Hay que atender el sector salud, la inseguridad y
fomentar valores para comenzar la reconstrucción de nuestra sociedad-
añade Gaby.
-Necesitamos ingresar comida y medicinas urgentemente en el país- expresa Joixiri.
Voces de una generación
Como generación nacida entre finales de los ochenta y
mediados de los 90, dicen recordar el país tranquilo de su infancia.
Joixiri evoca la fraternidad entre vecinos y conocidos, y Gaby añora "no
sentir miedo".
Johana enfatiza: "Existían valores, estar tranquilo no
era algo sobrenatural". Oriana reconoce "las pocas trabas económicas que
existían", y su hermana Oriannys dice que espera que sus hijos tengan
una niñez tan bonita como la suya.
Alejandro se acuerda de los museos y parques que visitaba
de chico. Sin embargo reconoce que luego, en su adolescencia "la ciudad
se fue encogiendo en espacio y tiempo". Por su parte, Josmar rememora
los comienzos de su edad laboral: "Lo orgulloso que me sentía de mi
trabajo y de los compañeros que tenía".
Por eso todos entienden que la suya es una generación de
venezolanos diferente a las anteriores. Al respecto, María Alejandra es
muy optimista: "Estoy orgullosa de mi generación porque no la tuvimos
fácil y, aun así, la mayoría son buenas personas y están triunfando aquí
y en muchas partes del mundo".
Gaby destaca: "No tuvimos una infancia ni una
adolescencia normal y, aunque eso nos ha causado inconvenientes, también
nos hizo más fuertes y nos enseñó a estar preparados para lo que
venga".
Joixiri piensa: "Tenemos unos valores muy marcados,
herramientas que nos están sirviendo de mucho". Y, desde Venezuela,
Oriana reconoce a su generación como "jóvenes sin miedo a tomar el
riesgo de abandonar el nido sin querer hacerlo". Josmar lo resume:
"Somos unos guerreros de vida".
Josmar Blanco
Es el mayor del grupo: en 1998 tenía 12 años y ahora
cumplirá 32 años. Se graduó de publicista y en 2013 se fue del país.
Primero estuvo en Irlanda, donde quería cursar inglés; sin embargo, el
gobierno le negó las divisas para estudiar y tuvo que abandonar el
proyecto. En 2014 emigró a Ibiza, España. Sigue soltero y trabaja en
hotelería. Dice que no le importa haber pasado de un buen puesto en la
banca en Venezuela a trabajar en limpieza, como vigilante, ayudante de
cocina o camarero.
Gaby Dagnino
A los 10 años quería ser artista, pero terminó estudiando
Antropología en la Universidad Central de Venezuela. Luego se formó en
Márketing en el IESA y también como locutora. Es gerenta de márketing de
una compañía y tiene un programa radial, en el que habla de lo que más
le apasiona, el deporte. Es la única del grupo que se ha casó.
Oriana Gallardo
A los ocho años le gustaban las computadoras y no quería
"ser malandra" (delincuente). En la adolescencia soñaba con ser
periodista y lo logró. Actualmente trabaja en el proyecto de periodismo
ciudadano Reporte ya, de la fundación Miguel Otero Silva. Dice que ama
su trabajo porque está en medio de los mundos que la apasionan: el
periodismo, la informática, el diseño y las redes sociales. Sigue
viviendo en Venezuela, continúa soltera y sin hijos. "Por ahora",
advierte.
Oriannys Gallardo
Es la más joven del grupo. Tenía 3 años en el primer
foro, al que entró "colada" para acompañar a su hermana. Ahora tiene 23
años y trabaja en promociones y eventos. Estudió Comunicación Social en
la Universidad Santa Rosa, pero debió parar sus estudios por problemas
familiares. Ahora, debido a la situación que atraviesa Venezuela, se
ocupa de todos los papeles y las gestiones que se requieren para irse
del país "lo antes posible".
Joixiri González
Cuando participó en el primer foro con siete años parecía
una experta en criminalidad y tenía "mil cuentos sobre historias
violentas". Se graduó en la carrera de Riesgos y Seguros y luego comenzó
a estudiar Idiomas Modernos, pero no pudo terminar porque el semestre
era cada vez más costoso. Desde hace nueve meses vive en Chile con su
pareja y trabaja en una compañía de motos. No tiene hijos "porque si la
situación no me da para estudiar, menos para eso".
María Alejandra González:
A los 10 años dijo que quería ser pediatra. Ahora, 20
años después, sus actividades son muy distintas. Es abogada y trabaja en
medios alternativos para la resolución de conflictos. Sigue en
Venezuela, no se casó ni tiene hijos. Practica un hobby que la apasiona:
el running. Sin embargo, por la inseguridad prefiere ir a un gimnasio y
no exponerse en las calles. Se certificó en Dragon Figth, un sistema de
fitness de combate.
Johana Izalla
En 1998 tenía 11 años y quería ser veterinaria. A los 19
le hizo al grupo una propuesta en uno de los foros: "Podemos ser
presidentes todos juntos". Fue la primera que emigró: vive en la
Argentina desde hace seis años. Aunque es licenciada en Educación
Preescolar, carrera que la apasionaba, desde hace cuatro años trabaja en
la parte administrativa de una fábrica. El tiempo libre se lo dedica a
su empresa independiente.
Alejandro Martínez
En 1998 tenía 9 años. De chico quería ser cineasta y dijo
que "nunca sería ministro de la Secretaría de la Presidencia".
Finalmente estudió Letras en la Universidad Católica Andrés Bello, donde
se graduó en 2014. Fue becado para cursar un master en Ética en la
Universidad Alberto Hurtado de Chile y actualmente, con 28 años, realiza
un doctorado en Estudios Latinoamericanos en Princeton, Estados Unidos,
también con una beca. Creó varios proyectos, entre ellos la revista
literaria
Cantera.
Diario El Nacional/GDA
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