Serratia Marcescens
Ramon Peña
“Morir
con la piel abierta por una bacteria y pesando menos de lo que trajo a
la vida, pareciera el infierno, pero no es. Así murieron 11 niños
infestados con Serratia en un hospital del Estado en Barquisimeto”, denunció la nutricionista Susana Raffalli, consultora de Cáritas Venezuela. De 28 infestados, 11 chiquillos, en su mayoría menores de un año, malnutridos, no soportaron el contagio con la Serratia Marcescens, una
bacteria terriblemente agresiva, muy resistente a los antibióticos, que
florece en ambientes –teóricamente estériles- pero desatendidos en su
higiene. Fueron inútiles las advertencias que desde enero venían
haciendo los médicos del hospital a las autoridades, solicitando
desinfección de material y limpieza profunda de las instalaciones.
Son
habituales las denuncias diarias de brotes infecciosos en hospitales,
la carencia de insumos básicos, el resurgimiento de malaria, difteria,
sarampión, la desatención de pacientes trasplantados o sometidos a
diálisis, la carencia de drogas anti neoplásicas, entre tantas otras.
Pero habitual es también la respuesta del régimen: indolencia, negación
de la denuncia o, sencillamente, considerarla desestabilizadora, anti
patriótica y perseguir, hostigar o encarcelar a los médicos
denunciantes.
Es
propio de las dictaduras la represión, la tortura y hasta la muerte a
sus adversarios políticos. No obstante, muchas se esmeran en el progreso
material de la nación, en mejorar la calidad de vida, en proteger a la
infancia. Pero cuando una dictadura además de reprimir, se recrea en
contemplar insensible a una población que desfallece famélica, a
ciudadanos que mueren de mengua en los hospitales, al 80% de sus
infantes malnutridos y reduce a la población entera a la sobrevivencia y
hace de ésta una tortura diaria, entonces cobra un carácter distinto al
de una dictadura ordinaria: se convierte en un régimen patógeno.,
infeccioso. Es como vivir gobernados por una bacteria, por una Serratia Marcescens. Después de dos décadas aún no hemos dado con el antibiótico…
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