Embargo de ConocoPhillip empuja a PDVSA al borde del colapso
ANTONIO MARÍA DELGADO
EL NUEVO HERALD
El chorro de petrodólares que por años alimentó al
régimen de Nicolás Maduro está quedando reducido a solo un goteo, en
momentos en que los engranajes de la estatal Petróleos de Venezuela
comienzan a trancarse bajo el peso de problemas operativos, falta de
financiamiento, y el riesgo de que sus activos sean embargados.
Expertos
advierten que PDVSA está en el umbral de la paralización pese a que el
país cuenta con las mayores reservas petroleras del mundo. La empresa
notificó a sus clientes internacionales que podría verse obligada a
incumplir con sus compromisos de suministro de este mes, penosa
situación que podría conducir a la pérdida definitiva de sus cuotas de
mercados.
“La espiral de
caída de la industria va mucho más rápido de lo que se esperaba”,
advirtió el jueves Bank of America Merrill Lynch, en un informe a sus
clientes.
“El riesgo de
perder permanentemente la participación de mercado es aparente cuando
las refinerías independientes en China que usan el crudo pesado
venezolano ya están buscando fuentes de remplazo para cubrir la brecha”,
agregó el informe.
PDVSA, que por
años ha padecido el deterioro sostenido de sus operaciones, ha visto sus
niveles de producción caer desde los 3.2 millones de barriles diarios
que registraba en 1999, cuando el fallecido presidente Hugo Chávez llegó
al poder, a los 1.4 millones que registró el mes pasado.
Y la tendencia
—propiciada por problemas de mantenimiento, una voraz corrupción, el
colapso de la economía y ahora problemas legales con transnacionales
petroleras— no está dando señales de detenerse.
“La producción
de crudo en Venezuela está cayendo prácticamente a un ritmo de 10 por
ciento cada trimestre desde mediados del 2017. Un escenario en el que el
país pierda al menos otros 500,000 barriles diarios para finales del
año no es ilusorio”, advirtió recientemente en un informe Adrián Lara,
analista de petróleo y gas de la firma GlobalData.
Pero incluso el crudo que logra producir no está siendo enviado a sus clientes.
Según un cable
de la agencia Reuters, más de 80 buques tanqueros esperaban en aguas
venezolanas para ser cargados, debido a un cuello de botella que impedía
la salida de unos 24 millones de barriles como resultado del embargo de
ConocoPhillips que terminó cerrando el acceso de PDVSA a importantes
centros de almacenamiento en el Caribe que estaban siendo utilizados
para despachar el crudo.
La empresa se
ha visto forzada a utilizar sus más limitadas instalaciones en José (en
el oriental estado Anzoátegui) y en el Centro de Refinación Paraguaná
(en el occidental estado de Falcón).
Los barriles de
crudo, que representan más de dos semanas de producción, habían
comenzado a ser almacenados por temor a que fuesen embargados en aguas
no venezolanas, luego que los activos de la empresa en el Caribe fuesen
embargados por ConocoPhillips en medio de esfuerzos legales de la
petrolera estadounidense por obtener compensación por activos
expropiados años atrás por Chávez.
“Cada día que
pasa, con esos buques allí fondeados, esos son miles de dólares que hay
que pagar”, dijo desde Miami Juan Fernández, ex director ejecutivo de
planificación de PDVSA.
Pero lo peor es
que de no conseguirse una rápida solución el cuello de botella, este
puede conducir a la gradual paralización de operaciones.
“Todos
coinciden que de continuar, esto va a terminar provocando un cierre de
la producción, mucho más importante, porque ya no tienen lugar donde
almacenar. No pueden dejar que ese crudo se derrame, y lo que
corresponde es buscar algún tipo de arreglo para frenar el riesgo de los
embargos aún cuando nadie tiene claro de cómo eso se podía alcanzar”,
agregó Horacio Medina, ex gerente de PDVSA.
La Casa Blanca
desde hace algunos meses ha estado evaluando la posibilidad de aplicar
sanciones petroleras para forzar al régimen de Maduro a abandonar sus
esfuerzos por desmontar la democracia venezolana.
La renta
petrolera por años ha sido uno de los principales pilares de
sostenimiento del régimen, garantizándole suficientes ingresos para
mantener aceitada su maquinaria de represión.
Pero los
ingresos petroleros han comenzado a mermar por su propia cuenta,
acentuando aún más los dolores de cabeza de un régimen que ya es
condenado por la comunidad internacional, carece de respaldo popular y
enfrenta la mayor crisis económica en la historia moderna de la nación.
Una disminución
mayor en los niveles de exportación de crudo podría propinar un severo
golpe a las arcas del régimen en vista a que gran parte de su producción
es enviada a China para repagar las masivas deudas contraídas por el
régimen.
Fernández y
Medina dijeron que de los actuales niveles de producción, Venezuela solo
podría estar recibiendo pagos en efectivos por el equivalente a unos
700,000 barriles diarios, siendo el resto utilizado para cubrir los
préstamos chinos, el consumo interno del país, y el crudo enviado para
subsidiar la economía cubana.
“Lo que van a
poder vender por dinero en efectivo es cada vez menos si los niveles de
producción siguen cayendo como lo han estado haciendo. Y esa caída sería
violenta si no logran resolver el problema de almacenamiento”, dijo
Medina.
Siga a Antonio María Delgado en Twitter:@DelgadoAntonioM
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