Eduardo Fernandez
Además de
trabajar por una propuesta de unidad nacional y por una rectificación colectiva
que nos lleve a cambiar el modelo rentista petrolero que adoptamos hace muchos
años, en mi primer artículo del año, me comprometí también a trabajar por la
construcción de una alternativa capaz de sustituir el actual gobierno y el
actual modelo.
“No nos
dejemos arrebatar la esperanza”, ha dicho el papa Francisco. Lo más grave que
nos podría pasar a los venezolanos, agobiados por la magnitud de la crisis y
por la mediocridad de las respuestas, es que nos dejemos arrebatar la
esperanza. Convertirnos en un pueblo desesperanzado sería más grave todavía que
todo lo que nos está ocurriendo.
“La
esperanza es lo último que se pierde”, dice la expresión popular. En efecto, en
Venezuela no podemos perder la esperanza. Este país tiene todo lo que se
necesita para tener éxito. Y lo tiene en abundancia. Tal vez la circunstancia
de la caída de los precios del petróleo en el mercado internacional termine
siendo una bendición. Por fin caeremos en la cuenta de que no podemos seguir
dependiendo de un solo producto de exportación: el petróleo.
Lo que
necesita Venezuela es una economía diversificada; una economía que, además del
petróleo, sea capaz de producir muchas de las cosas que en este momento estamos
importando o estamos necesitando importar, pero no conseguimos los dólares para
hacerlo.
Hasta ahora
y desde hace unas cuantas décadas, Venezuela se limita a exportar petróleo,
obtener unos cuantos dólares por esa exportación y gastar los dólares
importando del exterior todo lo que necesitamos para nuestra propia
subsistencia.
La crisis
económica que estamos padeciendo es una crisis de dólares. El gobierno tiene
bolívares, pero no dólares. Y para comprar en el exterior necesita dólares, los
bolívares no le sirven. Hay que reducir las importaciones y hay que
diversificar las exportaciones. Para comernos el pabellón criollo, el plato
típico venezolano, hay que ponerle carne importada de Brasil, caraotas de
Nicaragua y arroz de Ecuador. No hay derecho. Venezuela puede producir muchas
de las cosas que ahora estamos importando y puede exportar muchas cosas, además
de petróleo, que nos produzca un ingreso adicional en dólares. Por eso, no
debemos perder la esperanza. ¡Seguiremos conversando!
@efernandezve
No hay comentarios:
Publicar un comentario