Esta semana en Washington la noticia de largo alcance en el
ámbito interamericano fue la iniciativa del Vicepresidente Joe Biden,
quien reunió la primera Cumbre Para la Seguridad Energética del Caribe.
Participaron
en dicha reunión Antigua y Barbuda, Aruba, Bahamas, Barbados, Belize,
Canadá, Colombia, Curacao, Dominica, Republica Dominicana, Francia,
Alemania, Grenada, Guyana, Haití, Jamaica, México, Nueva Zelanda,
España, St. Kitts y Nevis, Santa Lucia, St. Vincent y las Granadinas,
Suriname, Trinidad-Tobago, y el Reino Unido. También participaron el
Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el CARICOM y el
Banco para el Desarrollo del Caribe, la Unión Europea y la OEA.
El gran ausente: el Gobierno de Venezuela. ¿Por que?
El
Caribe ya sabe que el modelo de PETROCARIBE es inviable, y les ha
creado una insostenible dependencia del subsidio petrolero Venezolano;
además es un hecho la debacle económica y fiscal de Venezuela,
acompañada del debilitamiento productivo de PDVSA. EEUU se ha convertido
en un exportador de Energía, y de la mano de México y Canadá con los
países Europeos, han puesto los ojos en el Caribe en la búsqueda de un
nuevo modelo de cooperación energética que contribuya efectivamente al
desarrollo sustentable. Los participantes tienen además el testimonio de
Aruba. Su gobierno nunca cayó en la tentación de ser parte de la
iniciativa PETROCARIBE, y ha logrado desarrollar una plataforma
energética alternativa independiente del petróleo que combina el uso de
la energía solar y eólica. También se plantea la posibilidad de
incorporar con nuevas tecnologías pequeñas plantas de generación
energética con gas licuado. Estos temas, su financiamiento e impacto,
fueron abordados con el auspicio del Presidente Biden y la Casa Blanca.
Ya Cuba está mirando al Norte, ahora lo hace el Caribe.
El
famoso escudo Petro-diplomático que utilizó Venezuela en la OEA, para
defender y promover arrogantemente sus posturas antidemocráticas y
desafiantes a los EEUU, comienza a desvanecerse por si solo, ante las
dinámicas de cambio que se imponen por el peso de lo económico y las
estrategias político-económicas de largo aliento.
Se asoma una
nueva propuesta energética hemisférica y Venezuela, país que debió ser
protagonista de primer orden en ese proceso, ha quedado totalmente
marginado, después de varios años de subsidio a una propuesta que desde
el inicio todo el mundo advirtió era inviable, pero que muchos supieron
aprovechar.
Nos leemos por twitter @lecumberry.
No hay comentarios:
Publicar un comentario